Una historia que cambió la trayectoria de los Lakers del Showtime fue un accidente. Un accidente literal, un golpe que modificó el camino a partir de la toma de decisiones.
Era el 8 de noviembre de 1979. Magic Johnson apenas llevaba diez apariciones en trece partidos en la NBA. La franquicia angelina había caído 126-109 ante los Golden State Warriors en el día anterior, registrando así un 9-4 en el inicio de la campaña.
Jack McKinney, entrenador de los Lakers, se encontraba a bordo de su bicicleta. ¿Su destino? Una cancha de tenis donde se encontraría con quien iba a ser su futuro asistente, Paul Westhead. Una reunión que nunca se concretó por el incidente que cambió su vida. Un auto se le cruzó, contó con los reflejos necesarios para evadir un golpe letal, pero perdió el control de su bicicleta. Cayó hacia delante, golpeó su cabeza contra un guardabarros y luego contra el asfalto.
Lo que le siguió a ese golpe fue un traslado al hospital donde estuvo en coma durante tres días. Tras salir de la situación crítica, una lenta recuperación para poder volver a hacer vida «normal». Falleció casi 40 años más tarde, en 2018. Al informar el deceso, su hija fue sincera: aquella conmoción cerebral padecida incidió en el desenlace.
LAS DECISIONES ALREDEDOR DEL ACCIDENTE
El accidente de McKinney cambió la trayectoria de los Lakers. La franquicia pasó de aceptar la solicitud del entrenador principal para fichar a Paul Westhead, a ofrecerle el cargo de manera interina. Westhead necesitó de un asistente y ese fue Pat Riley, quien abandonó las transmisiones televisivas de los Lakers para sentarse en el banquillo. «Antes de aceptar le pregunté a (el relator) Chick Hearn si tendría mi puesto al regreso. No podía estar sin trabajo», confesó el padrino a LA Times.
El recaudo de Riley fue en vano. La lenta recuperación de McKinney como el éxito de Westhead dio una combinación que cambió la perspectiva del dueño Jerry Buss sobre cómo actuar. McKinney quedó sin trabajo, Westhead se hizo con el cargo de manera permanente y Riley fue su secuaz en el banquillo. El nuevo tándem marcó el camino para el inicio de la época gloriosa del Showtime con un título en 1980.
«Hubiese hecho lo mismo que Westhead, no lo voy a negar. Pero en su momento me dolió muchísimo», confesó McKinney a LA Times. Pasó de ser el director técnico y confiar en la capacidad de un posible asistente a ver cómo este se quedó su cargo. Todo por un maldito accidente.
Pero como toda historia se construye a partir de distintos sucesos, Westhead también tuvo un desenlace similar. Su tensa relación con Magic Johnson terminó marcando su desenlace. El entrenador chocó constantemente con el base por su actitud defensiva, mientras que el jugador criticó sus decisiones. Una caída en las finales de 1981 a manos de Philadelphia como un flojo inicio de 1981-82 hizo que tenga que empacar sus cosas. ¿Su sucesor? Su asistente, Pat Riley.
Fue Riley quien se llevó merecidamente el crédito del Showtime. «La defensa gana campeonatos» fue la frase de su bandera al quedar a cargo. Había que dar un salto de calidad en el marcaje para pasar de una potencial dinastía a una dinastía concreta. Ganó cuatro campeonatos en nueve temporadas.
LA VIDA DE MCKINNEY TRAS EL ACCIDENTE
McKinney llevaba 14 años de trayectoria antes del accidente. Tuvo un año a cargo de Philadelphia Textile en el plano universitario antes de ocho campañas al frente de Saint Joseph’s. Fue esta última institución la que le dio el muestreo para validar que merecía un lugar en la NBA. Trabajó dos años en Milwaukee Bucks y otros tres en Portland Trail Blazers antes de su llamado a los Lakers. El visto bueno de Kareem Abdul-Jabbar terminó de concretar su llegada.
Aquel golpe que marcó el resto de su vida también marcó el final de su paso por la franquicia angelina. Se perdió el resto de la 1979-80 tras tan sólo 14 encuentros. Una vez que se recuperó, el par de Westhead y Riley ya tenía el visto bueno de Buss para seguir marcando el andar angelino.
Volvió en la siguiente campaña, la 1980-81, como entrenador en jefe de los Indiana Pacers. Allí tuvo que ser la cara principal de un equipo en transición. Apenas una clasificación a Playoffs en su primera temporada, sólo para ver el inicio de la postemporada del elenco campeón de Philadelphia 76ers. 125 triunfos en 328 apariciones durante su paso por la organización.
Su última experiencia fue una fugaz junto a los Kansas City Kings. Ganó tan sólo un partido en las primeras nueve apariciones. Optó por renunciar al no encontrarle la tecla al equipo y no volvió a dirigir.
El accidente de McKinney cambió la historia de los Lakers. Dio lugar a la secuencia que hizo posible cinco campeonatos. Un golpe que a él lo dejó sin cargo y con sólo cinco temporadas en la NBA antes de su alejamiento. Norm Nixon, campeón con los Lakers en 1980 y 1982, señaló: «Él creó el Showtime».