En 1972, PUMA arribó a la mejor liga del mundo de una manera diferente a la que hicieron el resto de las marcas. Es que le firmó un contrato exclusivo a Walt Frazier, con el fin de que la estrella de New York Knicks tuviera su propia línea de zapatillas. “Clyde” venía de guiar a la franquicia de la Gran Manzana hacia el primer campeonato de la historia en la campaña 1969-70. En la primera campaña con su nuevo calzado, conquistó el segundo título con los neoyorquinos en la temporada 1972-73.
Walt Frazier se transformó en el primer jugador de todos los tiempos en tener su propia línea de zapatillas. Hasta ese momento, ninguna marca había seguido ese camino. Converse tenía convenios con muchas de las figuras de aquella época (Magic Johnson y Larry Bird), pero no le había firmado un contrato exclusivo a cada uno de ellos. Esto significó el principio de la caída de Converse.
Asimismo, NIKE esperó hasta 1984 para firmar su primer contrato exclusivo. Antes de que Michael Jordan ingresara a la NBA, la marca estadounidense arregló con Su Majestad para que más adelante le diera vida a las Air Jordan. Esa movida revolucionó la liga y generó que NIKE dominara ampliamente el mercado de calzado en el básquet.
También, esto provocó que PUMA quedara excluido de la mejor liga del mundo durante mucho tiempo. La marca amplia se quedó con la mayor parte de la venta de zapatillas, a raíz de su éxito con cada edición de las Air Jordan. Por ende, los alemanes no tuvieron retribuciones económicas de sus inversiones y quedaron excluidos del mercado.
LA VUELTA A LA COMPETENCIA
Pero la larga espera finalmente se terminó. En 2020, la marca europea retornó a la mejor liga del mundo, con la intención de hacer la misma apuesta que hizo NIKE. Es decir, captar a jugadores jóvenes para poder firmarle contratos por muchos años. El primer acuerdo tras su retorno ocurrió con LaMelo Ball, quien fue seleccionado en el tercer puesto del Draft de ese año.
El base, elegido por Charlotte Hornets, venía dando que hablar desde sus partidos a nivel secundario. Por eso, PUMA se acercó al hijo menor de la familia Ball para transformarlo en uno de sus principales modelos en la NBA. LaMelo es actualmente el principal referente de la franquicia de Carolina del Norte, lo cual significó una movida positiva para los alemanes.
A partir de ahí, otros jugadores siguieron ese camino. DeAndre Ayton (centro de Phoenix Suns), R.J. Barrett (escolta de New York Knicks) y Michael Porter Jr (ala-pivote de Denver Nuggets) se sumaron a esa lista de figuras de la mejor liga del mundo con la marca europea en su calzado.
“Es una declaración. La gente está mirando, y hay mucha gente crítica por ahí. PUMA es una marca en la que no nos importa eso. Somos la próxima cosa caliente que se viene. Y con los jugadores y las personas que nos rodean y las personas que estamos conociendo y las personas que están reclutando, esto solo puede ir más grande”, afirmó DeAndre Ayton.
EL PLAN PARA EL GRAN REGRESO
También, se debe destacar la aparición de Jay-Z en la empresa. El rapero estadounidense asumió en 2018 como Director Creativo de Operaciones en el Básquetbol. Su aterrizaje significó un antes y un después para la marca europea, ya que el músico puso una semilla que floreció con los acuerdos con los diferentes jugadores de la NBA.
“Básicamente, teníamos un plan de reinicio. Mi trabajo era pensar en cómo podíamos reavivar la marca y realmente volver más fuertes que nunca y ser el PUMA que queríamos ser. Y mucho de eso tuvo que ver con reenfocarse realmente en los deportes en general y decir: “Reconozcamos el hecho de que somos una marca de artículos deportivos, o una marca deportiva inherente. Tenemos 70 años de historia en la categoría deportiva. E ignorar eso es una especie de desperdicio””, manifestó Adam Petrick, director global de marca y marketing de PUMA.
Se produjo el regreso esperado de la marca alemana a la mejor liga del mundo. Y ahora, busca consolidarse como una de las potencias de la NBA, en cuanto a la línea de calzado.