Miami Heat venía de conquistar el primer título de la era de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. El Big Three lideró al equipo hacia el campeonato en 2012, superando en la final a Oklahoma City Thunder por 4 a 1. De esta forma, la franquicia colocó su segundo trofeo en su vitrina.
Sin embargo, el elenco de Erik Spoelstra se fijó la misión de lograr el primer bicampeonato de su historia. Para eso, mantuvo la columna vertebral del plantel que se coronó en la temporada 2011-12. Asimismo, sorprendió en la agencia libre al incorporar a Ray Allen, una de las figuras de los Boston Celtics campeones en 2008. Esto generó polémica porque el escolta se mudó a Florida, luego de haber formado parte de sus equipos rivales durante mucho tiempo.
De esta forma, Miami se preparó para defender el título en la campaña 2012-13. Y con un récord de 66 triunfos y 16 derrotas, empezó cosechando el primer puesto del Este en la fase regular. Esa cantidad de partidos ganados se transformó en la mejor marca de la franquicia. Además, consiguió durante dicha etapa una racha de 27 victorias seguidas, la cual se consideró como la segunda más larga de todos los tiempos.
A su vez, LeBron James recibió el premio al Jugador Más Valioso de la temporada, quedando a un solo voto de obtener el galardón de manera unánime. El Rey tuvo uno de los mejores torneos de su carrera, promediando 26,8 puntos (40.6% de efectividad en triples), ocho rebotes, 7,3 asistencias y 1,7 recuperos por partido. Asimismo, el alero participó del Juego de las Estrellas junto con Dwyane Wade y Chris Bosh.
Por otro lado, el Heat comenzó a seguir de cerca a un equipo diferente del Oeste. En ese certamen, Oklahoma City Thunder sufrió la partida de James Harden a Houston Rockets. Y si bien terminó con un registro de 60-22, con Kevin Durant a la cabeza, sufrió en la primera ronda de Playoffs la partida de Russell Westbrook. Por eso, San Antonio Spurs dio un paso adelante, aunque haya finalizado la etapa regular con una marca de 58-24.
LAS BATALLAS EN PLAYOFFS
Miami Heat arrancó la postemporada barriendo a Milwaukee Bucks por 4 a 0. Un hecho muy recordado fue cuando Brandon Jennings, el base del conjunto de Wisconsin, dijo que iban a ganar en seis partidos. Y la respuesta de Dwyane Wade fue: “Esta es mi reacción. Nada”.
El conjunto de Florida dio ese primer paso con autoridad. Y en la siguiente instancia, se aprovechó de unos Chicago Bulls averiados por la baja de Derrick Rose. Entonces, el elenco de Erik Spoelstra se impuso en las Semifinales del Este por 4 a 1. Luego, se tuvo que medir con Indiana Pacers, en lo que fue el primero de los dos cruces con el equipo comandado por Paul George y Danny Granger.
No obstante, el Heat sobrevivió a un duelo muy parejo y se adjudicó el triunfo en las Finales de la región por 4 a 3. Así, logró el título de la Conferencia por tercera vez consecutiva. Esta fue la primera ocasión en repetirse en la competición, después de que los Chicago Bulls de Michael Jordan lo lograran entre 1996 y 1998. Así, Miami se clasificó nuevamente a las Finales de la NBA.
Del otro lado, apareció San Antonio Spurs. Es que barrió en la primera ronda a Los Ángeles Lakers por 4 a 0. En la segunda ronda, derrotó a Golden State Warriors por 4 a 2. Y en las Finales del Oeste, se impuso sobre Memphis Grizzlies por 4 a 0. De esta manera, el elenco de Gregg Popovich avanzó a la instancia más decesiva de la temporada por primera vez desde 2007.
EL PRIMER CAPÍTULO DE ESTA PELÍCULA
Miami Heat se enfrentó dos veces con San Antonio en las Finales de la NBA: 2013 y 2014. La primera batalla resultó a su favor, después de siete encuentros muy reñidos. Los Spurs le arrebataron el primer partido en el American Airlines Arena por 92 a 88, gracias a un doble clave de Tony Parker. Pero el dueño de casa respondió en el segundo duelo con una contundente victoria por 103 a 84. LeBron James dejó una pincelada memorable con un tapón a Thiago Splitter, una asistencia, un robo y una volcada en dos jugadas en fila.
La serie se mudó al AT&T Center. En el tercer enfrentamiento, el conjunto texano aprovechó la localía para superar ampliamente a los de Florida por 113 a 77. Danny Green fue la gran figuera del anfitrión con 27 tantos (7-9 en tiros externos). Sin embargo, Miami volvió a empatar la serie en el cuarto duelo, ganando por 109 a 93, de visitante. LeBron James comandó las ofensivas con 33 unidades, 11 tableros, cuatro pases gol, dos recuperos y dos bloqueos.
San Antonio reaccionó y se adjudicó el triunfo en el quinto juego por 114 a 104, en casa. Emanuel Ginóbili se destacó con 24 tantos y diez pases gol. Por su parte, Tony Parker encestó 26 y repartió cinco. Así, los dirigidos por Gregg Popovich regresaron al American Airlines Arena liderando la serie por 3 a 2.
El sexto encuentro fue crucial. San Antonio estaba ganando por 95 a 92, en los últimos segundos del cuarto período. A Miami le quedaba una jugada más, por lo tanto LeBron James tomó el tiro externo y no pudo convertir. Pero Chris Bosh bajó el rebote ofensivo y lo encontró a Ray Allen solo en la esquina para que empate el juego. Y en el tiempo suplementario, el local ganó el duelo de la mano del oriundo de Aakron, Ohio (32 puntos, diez rebotes, once asistencias y tres recuperos).
El Rey volvió a lucirse en el séptimo y último enfrentamiento. El número seis deleitó al público en el American Airlines Arena, ya que finalizó con 37 unidades (5-7 en triples), 12 tableros, cuatro pases gol y dos robos. Por eso, LeBron James terminó recibiendo el premio al MVP de las Finales por segunda vez seguida (lo había conseguido también en 2012). Así, Miami Heat festejó en el partido decisivo tras superar a San Antonio Spurs por 95 a 88. Entonces, cumplió con la misión de lograr el primer bicampeonato en su historia y se adjudicó la tercera estrella en la mejor liga del mundo.