Los Ángeles Lakers realizó una apuesta fuerte para la temporada 1968-69, ya que acordó un intercambio con Philadelphia 76ers para poder incorporar a Wilt Chamberlain. Así, el interno se juntó con Jerry West con el objetivo de darle el primer campeonato al conjunto de Hollywood desde 1954.
No obstante, los californianos tuvieron que atravesar varios años de frustraciones. En las Finales de 1969, Boston Celtics le ganó nuevamente en las Finales, pese al superlativo rendimiento en el partido definitorio de Jerry West (53 puntos). En la campaña siguiente, los púrpura y oro retornaron a la instancia más importante de la competencia. De todos modos, New York Knicks lo volvió a dejar con las ganas porque lo batió por 4 a 3.
En la 1970-71, los Lakers ni siquiera pudieron clasificarse a las Finales, debido a que Milwaukee Bucks lo eliminó en las Finales de Conferencia. En el elenco de Wisconsin se encontraba Lew Alcindor, quien más tarde cambiaría su nombre a Kareem Abdul-Jabbar y se mudaría a la franquicia angelina.
Por eso, el propietario del equipo, Jack Kent Cooke, decidió poner a un nuevo entrenador para la temporada 1971-72: Bill Sharman. El coach fue pionero del Shootaround, que consistía en acercarse al centro de entrenamiento en la mañana del encuentro para realizar lanzamientos. Esta movida fue clave y motivadora porque el plantel tuvo que lidiar con el retiro de uno de sus máximos emblemas. Elgin Baylor anunció en la agencia libre de 1971 que colgaba las zapatillas, como consecuencia de sus constantes lesiones.
Los de Hollywood establecieron la racha más larga de victorias de todos los tiempos, con 33 festejos consecutivos. La seguidilla abarcó desde mediados de noviembre de 1971 hasta principios de enero de 1972. De esta manera, cosecharon el mejor registro en fase regular de la historia de la NBA, con 69 triunfos y 13 derrotas.
Por ende, Bill Sharman recibió el premio al Mejor Coach del Año, teniendo en cuenta además que esa marca se mantuvo hasta la actualidad como la mejor fase regular en la historia de la franquicia. Este récord fue quebrado más adelante por Chicago Bulls, que ganó 70 de sus 82 compromisos en la 1995-96.
Jerry West tuvo una producción memorable en la temporada que se instauró el logo de la mejor liga del mundo, inspirado en su silueta. El base integró el Mejor Quinteto de la competición y el Mejor Quinteto Defensivo, tras promediar 25,8 puntos, 4,2 rebotes y 9,7 asistencias por aparición. A su vez, fue elegido como el MVP del Juego de las Estrellas de 1972.
Wilt Chamberlain también formó parte del Mejor Quinteto del Certamen y del Mejor Quinteto Defensivo. El centro dominó el juego en la pintura y ofreció un espectáculo en cada encuentro de su equipo. Su registro fue de 14,8 unidades, 19,2 tableros y cuatro pases gol por juego.
VOLVER A LA MÁXIMA INSTANCIA
Los Ángeles Lakers arrancó los Playoffs con una victoria en las Semifinales del Oeste sobre Chicago Bulls por 4 a 0. El elenco de Bill Sharman supo barrer al conjunto comandado por Bob Love (18,8 tantos, 6,8 rebotes y 1,8 asistencias por duelo), Jerry Sloan (15,8, 8,8 y 2,5) y Clifford Ray (15,3, 16,5 y cuatro).
En las Finales del Oeste, el conjunto californiano tuvo la posibilidad de redimirse ante Milwaukee Bucks. Los de Wisconsin habían eliminado a los de Hollywood en la postemporada anterior y se encargaron de quebrar su legendaria racha de 33 triunfos. El cruce fue muy difícil, ya que enfrente estaba el tándem compuesto por Lew Alcindor (33,7 unidades, 17,5 tableros y 4,8 pases gol por enfrentamiento) y Oscar Robertson (nueve, 5,3 y 5,7).
De todos modos, los angelinos superaron ese desafío con carácter y vencieron a los Bucks por 4 a 2. Jim McMillan (22,7 puntos, siete rebotes y 1,8 asistencias por juego), Jerry West (21,8, 5,2 y 8,3), Gail Goodrich (19,2, 2,7 y 3,2) y Wilt Chamberlain (10,8, 19,3 y 3,3) tuvieron actuaciones fenomenales para adjudicarse la serie en seis encuentros. De esta manera, los púrpura y oro regresaron a las Finales de la NBA, luego de un año de ausencia.
Enfrente estaba New York Knicks, que le había arruinado la fiesta los Lakers en la definición de la campaña 1969-70. La franquicia de la Gran Manzana venía de superar en las Semifinales del Este a Baltimore Bullets (4-2) y en las Finales de la región a Boston Celtics (4-1).
A PONERLE FIN A LA MALA RACHA
El 26 de abril, Los Ángeles Lakers arrancó las Finales con una dura derrota ante New York Knicks por 114 a 92, de local. Bill Bradley (29 puntos, tres rebotes y cuatro asistencias), Jerry Lucas (26, siete y cuatro), Dave DeBusschere (19, 18 y seis) y Walt Frazier (14, 12 y 11) fueron los más destacados del elenco de la Gran Manzana.
Cuatro días después, los dirigidos por Bill Sherman se recuperaron ante su público y consiguieron el triunfo en el segundo partido por 106 a 92. Gail Goodrich (31 unidades, un tablero y cinco pases gol), Wilt Chamberlain (23, 24 y cuatro), Jerry West (15, seis y 13) y Happy Hairston (15, nueve y uno) se encargaron de empatar 1-1 la serie.
El 3 de mayo, los de Hollywood pisaron fuerte en el Madison Square Garden y ganaron el tercer enfrentamiento por 107 a 96. Wilt Chamberlain (26 tantos, 20 rebotes y una asistencia), Gail Goodrich (25, dos y dos), Jerry West (21, dos y ocho) y Happy Hairston (13 y 20) brillaron en la MECCA para que el equipo pasara al frente por 2 a 1.
El 5 de mayo, el conjunto californiano volvió a festejar en las Gran Manzana, ya que se impuso en el cuarto duelo por 116 a 111. Jerry West (28 unidades, seis tableros y siete pases gol), Gail Goodrich (27, tres y uno), Jim McMillan (23, tres y dos) y Wilt Chamberlain (12, 24 y tres) lograron que el elenco púrpura y oro quedara match point (3-1).
Dos días más adelante, la franquicia angelina cumplió con la tarea de consumar el 4-1 que provocara el desahogo y el festejo de los espectadores en el mítico forum. Con el triunfo por 114 a 100, el equipo evitó otro tropezón en casa y se desquitó con el primer campeonato desde 1954. Luego de 18 años de frustraciones, llegó el fin de esos momentos duros y el comienzo de épocas más alegres.
Wilt Chamberlain recibió el premio al Jugador Más Valioso de las Finales tras promediar 19,4 puntos, 23,2 rebotes y 2,6 asistencias por partido. Además, en el marco del aniversario 50 de la creación de la mejor liga del mundo, la NBA seleccionó a Los Ángeles Lakers entre los diez mejores equipos de todos los tiempos. Esto se debió a su récord histórico de 33 triunfos consecutivos, que se coronaron con un título que dejó atrás 18 temporadas de quedarse con las manos vacías.