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16/05/1980

Campeones NBA: Los Angeles Lakers de la 1979-80

El conjunto californiano venció en las Finales a Philadelphia 76ers por 4 a 2, en lo que fue la primera temporada Magic Johnson.

Magic Johnson Los Angeles Lakers
Magic Johnson tirándole champán a Jerry Buss, el propietario que llegó a Los Angeles Lakers en esa misma temporada (FOTOGRAFÍA gentileza Silver Screen And Roll).

Los Angeles Lakers fue uno de los pocos equipos que supo aprovechar su primera selección de un Draft. En 1971, eligió en el primer lugar a Magic Johnson, un base de 2m06 que se destacaba desde sus inicios para pasar la pelota sin mirar. El formado en la Universidad de Michigan arribó como la pieza que faltaba en un equipo que ya se había fortalecido con la llegada de Kareem Abdul-Jabbar.

Desde su aterrizaje, Earvin comenzó a mostrar destellos de lo que más adelante se convirtió en la era del “Showtime” (estilo que se consolidó más tarde con la llegada del DT Pat Riley). Su habilidad para encabezar los contraataques y completar pases quirúrgicos en las transiciones, ayudaron a ensamblar la dinámica de juego del equipo. Y eso fue fundamental para transformarse en el Mejor Novato del Año tras promediar 18 puntos, 7,7 rebotes, 7,3 asistencias y 2,4 recuperos por compromiso.

A su vez, Kareem Abdul-Jabbar recibió el premio al Jugador Más Valioso de la campaña, luego de registrar 24,8 unidades, 10,8 tableros, 4,5 pases gol, un robo y 3,4 bloqueos (mejor marca del torneo) por partido. Asimismo, el centro integró el Mejor Quinteto Ideal y el Mejor Quinteto Defensivo.

De esta forma, el conjunto californiano terminó con el mejor récord de la fase regular con 60 encuentros ganados y 22 perdidos. Se supo reponer al cambio de entrenador en el medio de la competición. Luego de 14 partidos, Jack McKinney dejó de ser el coach para que su lugar sea ocupado por Paul Westhead.

Así, las ilusiones se renovaron en una franquicia que comenzó a disfrutar de la presencia de las bailarinas del equipo. Esta idea fue implementada por el emblemático propietario Jerry Buss, quien justamente se adueñó del elenco púrpura y oro para la temporada 1979-80. El nuevo dueño utilizó sus fuentes con el fin de empezar a brindar un espectáculo único en el mítico Forum de Los Angeles. Y a eso se le sumaba el inicio de una era legendaria para los de Hollywood, potenciando así su marca en cada rincón del planeta tierra.

LA IDA A LA INSTANCIA MÁS ATRACTIVA

Los Angeles Lakers arrancó los Playoffs con un triunfo en las Semifinales de Conferencia ante Phoenix Suns por 4 a 1. El elenco púrpura y oro fue ampliamente superior al conjunto de Arizona, que era liderado por Walter Davis y Paul Westphal.

En las Finales del Oeste, el conjunto californiano se impuso sobre Seattle Supersonics por 4 a 1. Los dirigidos en aquel entonces por Paul Westhead dominaron la serie ante el equipo comandado por Gus Williams y Dennis Johnson. Los de Hollywood perdieron apenas dos juegos, uno en cada instancia. Y a través de una marca de 8-2 y un alto nivel de juego, conquistaron el título de la región.

De esta manera, se clasificaron a las Finales de la NBA, algo que no lograban desde 1973. Enfrente estaba Philadelphia 76ers, que superó en la postemporada a Washington Bullets (2 a 0), Atlanta Hawks y los Boston Celtics de Larry Bird (ambos por 4 a 1). La franquicia de Pensilvania se venía consolidando a nivel colectivo, ya que tenía a Julius Erving y Maurice Cheeks.

EL PRIMER FESTEJO DE LA DÉCADA

El 4 de mayo, Los Angeles Lakers inició las Finales con un triunfo sobre Philadelphia 76ers por 109 a 102, de local. Kareem Abdul-Jabbar (33 puntos, 14 rebotes, cinco asistencias y seis robos), Norm Nixon (23, uno y seis) y Jamaal Wilkes (20, siete y seis) fueron los más destacados en el dueño de casa.

Pero la franquicia de Pensilvania respondió con una victoria. El día 7 del mismo mes, le arrebató el segundo partido a los de Hollywood por 107 a 104, en el mítico Forum. Darryl Dawkins (25 unidades, siete tableros, dos pases gol, cuatro recuperos y dos bloqueos), Maurice Cheeks (23, cuatro, diez y seis) y Julius Erving (23, diez, siete, uno y cinco) lideraron las ofensivas de la visita.

El duelo se trasladó a la Ciudad de la Hermandad, para el tercer y el cuarto duelo. El 10 de mayo, el conjunto californiano recuperó la ventaja de localía con un triunfo por 111 a 101, fuera de casa. Kareem Abdul-Jabbar (33 tantos, 14 rebotes, tres asistencias y cuatro tapas), Norm Nixon (22, cuatro y siete) y Jamaal Wilkes (19, 12 y dos) encabezaron los avances del equipo púrpura y oro.

24 horas más tarde, los Sixers empataron nuevamente la serie (2-2) con una victoria por 105 a 102, en casa. Darryl Dawkins (23 unidades, seis tableros, tres pases gol y dos bloqueos), Julius Erving (23, cinco y tres) y Lionel Hollins (18, cuatro, 13 y dos robos) se encargaron de igualar otra vez las Finales. De hecho, Dr. J realizó una de las jugadas más icónicas de todos los tiempos, ya que encestó una bandeja de reversa por debajo del tablero.

La serie retornó al Forum, para el quinto enfrentamiento. El 14 de mayo, los dirigidos por Paul Westhead se impusieron por 108 a 103, en condición de local. Kareem Abdul-Jabbar (40 puntos, 15 rebotes y cuatro tapas), Norm Nixon (20, cinco y siete asistencias) y Magic Johnson (14, 15, diez y tres recuperos) se lucieron en el equipo anfitrión para quedar a un paso de la gloria.

En el sexto juego, el 16 de mayo, Los Angeles Lakers tuvo que afrontar el compromiso con la baja sensible de Kareem Abdul-Jabbar. Por eso, el entrenador Paul Westhead tomó la decisión de ubicar a Magic Johnson como interno titular. Y la estrella completó una de las actuaciones más legendarias de su carrera con 42 unidades, 15 tableros, siete pases gol y tres robos. De esta manera, guió a los de Hollywood hacia el triunfo por 123 a 107. Y dicha performance le permitió recibir el premio al Jugador Más Valioso de las Finales.

Con este resultado, los púrpura y oro le pusieron un punto final a la sequía de ocho años sin poder levantar el trofeo Larry O’Brien. Y así, se treparon nuevamente a la cima de la mejor liga del mundo para continuar agigantando su marca en la competencia. También, este resultado marcó el inicio de una nueva era que se transformó en una de las más importantes de la historia de la franquicia y de la NBA.

 

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