Los Angeles Lakers regresó a las Finales de la NBA en 2008, después de cuatro años de ausencia. En el transcurso de esa fase regular, el General Manager Mitch Kupchak llegó a un acuerdo con Memphis Grizzlies para hacerse con los servicios de Pau Gasol. Y así, se formó una dupla de elite con Kobe Bryant para lograr el título del Oeste, tras superar a San Antonio Spurs por 4 a 1. Sin embargo, Boston Celtics le dejó con la espina clavada porque se adjudicó el trofeo Larry O’Brien, luego de imponerse en la serie por 4 a 2.
El elenco de Phil Jackson se consagró campeón en 2009. Un año después de la caída, los de Hollywood tuvieron la chance de redimirse después de derrotar a Orlando Magic en la instancia decisiva por 4 a 1. Kobe Byrant recibió el primer premio de su carrera al MVP de las Finales, tras promediar 32,4 puntos, 5,6 rebotes y 7,4 asistencias por partido. No obstante, el conjunto californiano buscaba la tan ansiada revancha ante su eterno rival.
La franquicia angelina se aseguró de mantener la base del plantel para la temporada 2009-10. Trevor Ariza dejó el equipo para irse a Houston Rockets, pero en su lugar llegó Ron Artest. El alero firmó por la Mid Level Exception para poder juntarse con Kobe Bryant y Lamar Odom. De hecho, ambos jugadores arreglaron las extensiones de sus respectivos contratos. Y por último, Shannon Brown aterrizó por medio de la Bi Annual Exception.
De esta forma, Los Angeles Lakers se transformó en el roster más caro de la liga. Y eso lo capitalizó al máximo, ya que terminó la fase regular en el primer puesto del Oeste con un récord de 57 partidos ganados y 25 perdidos. Esto le permitió asegurarse la ventaja de localía en cada una de las series de postemporada.
Por otro lado, Boston Celtics ratificó su buen momento al concluir la etapa regular en el segundo lugar del Este, solamente por detrás de los Cleveland Cavaliers de LeBron James. Los dirigidos por Doc Rivers registraron una marca de 50 triunfos y 32 derrotas, con el fin de estar presentes nuevamente en el momento más atractivo del certamen.
LAS BATALLAS EN LOS PLAYOFFS
Los Ángeles Lakers arrancó la segunda instancia con un triunfo por 4 a 2 sobre el Oklahoma City Thunder de Kevin Durant, James Harden y Russell Westbrook. El joven KD venía de ser elegido como el Jugador Más Valioso de la competencia, y justificó la selección durante la primera ronda. Es que superó la barrera de los 30 tantos en el tercer y cuarto enfrentamiento, en Oklahoma City. No obstante, el elenco púrpura y oro se consolidó en los tres partidos de local y se llevó el sexto duelo de visitante, con el objetivo de avanzar a las Semifinales del Oeste.
En esta ocasión, los dirigidos por Phil Jackson tuvieron que enfrentarse con Utah Jazz. La franquicia de Salt Lake City con jugadores de gran nivel como Deron Williams y Andrei Kirilenko, además de un entrenador de enorme trayectoria como Jerry Sloan. De todos modos, los de Hollywood sacaron a relucir su superioridad y barrieron la serie por 4 a 0.
El conjunto californiano se midió con Phoenix Suns en las Finales de Conferencia. Los de Arizona tenían los recursos suficientes para dar pelea en el cruce. De hecho, estaban liderados por Steve Nash y Amar’e Stoudemire. Pero los angelinos repitieron la fórmula ganadora que tuvieron contra Oklahoma City Thunder. Es decir, se impusieron en los tres compromisos en el Staples Center y le quitaron el sexto juego a los de Mike D’Antoni para imponerse en la serie por 4 a 2. Así, los Lakers consiguieron el tercer título de la región de forma consecutiva y avanzaron a las Finales.
Kobe Bryant tuvo un rendimiento superlativo en las Finales del Oeste porque promedió 33,7 puntos, 7,2 rebotes y 8,3 asistencias por encuentro. Además, Pau Gasol desplegó su talento en el juego interior y aportó una media de 19,7 unidades, 7,2 tableros y 3,7 pases gol por juego. También, Ron Artest realizó intervenciones claves, como por ejemplo el tiro ganador en el quinto partido.
El rival del conjunto púrpura y oro volvió a ser Boston Celtics. Los de Massachusetts concretaron un trayecto impecable tras dejar en el camino a Miami Heat (4-1), Cleveland Cavaliers (4-2) y Orlando Magic (4-2). De esta manera, el elenco de Doc Rivers hizo posible una vez más que las dos franquicias más ganadoras de la NBA se vieran las caras en las Finales.
HUBO TIEMPO DE REVANCHA
Los Angeles Lakers empezó la serie ganando el primer encuentro por 102 a 89, de local. De todos modos, Boston Celtics respondió con un triunfo en el segundo partido por 103 a 94, en el Staples Center, de la mano de Ray Allen. El escolta estableció el mejor récord de triples en unas Finales con ocho conversiones, hasta que Stephen Curry lo batió con nueve en 2018.
La película se trasladó al TD Garden. Los dirigidos por Phil Jackson necesitaban una victoria para compensar con la caída en casa. Y lo lograron en el tercer enfrentamiento por 91 a 84. Los de Doc Rivers reaccionaron y se impusieron en los últimos dos encuentros de local (96 a 89 en el cuarto y 92 a 86 en el quinto). Así, la franquicia de Massachusetts retornó a Hollywood con una ventaja de 3 a 2.
Los angelinos tenían el desafío de recuperar su fortaleza a la hora de jugar con el público a su favor. Esa era la única solución que existía para poder revertir la historia. Pero el elenco púrpura y oro supo responder bajo presión. Es que se impuso en el sexto duelo por 89 a 67. Y en el séptimo encuentro, el equipo luchó hasta el final y concretó la remontada con un dramático 83 a 79.
En el juego decisivo, los Celtics estuvieron al frente durante tres de los cuatro episodios. Pero Kobe Bryant brindó un espectáculo sobresaliente en la recta final y guió a los californianos hacia el bicampeonato, anotando 15 de sus 23 tantos en los últimos 12 minutos. A su vez, Ron Artest colaboró con el triplazo que ayudó a que el dueño de casa pasara al frente en el marcador.
The Black Mamba terminó recibiendo el segundo premio de su carrera al MVP de las Finales, tras registrar 28,6 puntos, ocho rebotes y 3,9 asistencias por partido. Además, aclaró que este “este título fue el más satisfactorio” de toda su carrera. Y agregó con risas: “Tener un anillo más que Shaquille O’Neal es muy especial para mí, para ser honesto. Estar empatado con Magic significa que podré cenar con él”.
Los Ángeles Lakers le agregó la 16° estrella alrededor de su escudo con este título en 2010. Y asimismo, se tomó revancha ante el archienemigo, el mismo que le había privado los festejos en 2008.