Boston Celtics superó una prueba fundamental durante la temporada 1963-64. Es que recibió la noticia del retiro de Bob Cousy, antes de arrancar dicho certamen. El base fue clave para la construcción de una de las mejores dinastías de todos los tiempos. Sin embargo, el conjunto de Massachusetts levantó el trofeo Larry O’Brien y demostró fortaleza para continuar con su racha, pese a la ausencia de uno de sus pilares.
Esta conquista lo motivó a seguir afianzado en el trono de la competencia. Para la campaña 1964-65, la franquicia se encargó de mantener al núcleo del plantel, compuesto por Bill Russell, John Havlicek, Tom Sanders, Tom Heinsohn, Sam Jones y K.C. Jones. Y en el cargo de entrenador, se mantuvo el legendario Red Auerbach.
De esta forma, el equipo terminó la fase regular en el primer puesto del Este con un registro de 62 partidos ganados y 18 perdidos. Este se consolidó como el mejor récord de la historia de la franquicia, hasta que el plantel encabezado por Larry Bird lo superara en 1982 (63 triunfos).
Asimismo, Bill Russell recibió el premio al Jugador Más Valioso del torneo e integró el Mejor Quinteto del certamen. El interno exhibió todo su talento y promedió 14,1 puntos, 24,1 rebotes (mejor marca de la competición) y 5,3 asistencias por encuentro. Además, Sam Jones se ganó su lugar dentro del Segundo Mejor Quinteto tras encestar 25,9, capturar 5,1 y repartir 2,8 por compromiso.
A su vez, Red Auerbach obtuvo el galardón al Mejor Entrenador del Año. El coach se ganó los honores después de guiar al equipo hacia el mejor récord en fase regular. Así, sostenía el altísimo nivel colectivo después de haber conquistado seis títulos de manera consecutiva.
IMPONIENDO SU AUTORIDAD
Boston Celtics arrancó los Playoffs con un triunfo en las Finales del Este sobre Philadelphia 76ers por 4 a 3. Al haber culminado la fase regular en el primer lugar de la región, el conjunto de Massachusetts no necesitó jugar la primera ronda de la postemporada. Por ende, se pudo enfocar en la preparación de cara al duelo frente a uno de los rivales históricos de la franquicia de todos los tiempos.
El enfrentamiento fue tan parejo y atractivo que requirió de los siete partidos. No obstante, una jugada quedó inmortalizada en el recuerdo de la mejor liga del mundo. En el séptimo duelo, John Havlicek recuperó la pelota en la jugada final del compromiso, evitando el ataque de los Sixers que podría haber cambiado el desenlace. El relator radial, Johnny Most, pronunció las palabras que se retrataron para siempre: “Havlicek robó el balón”.
La locura se desató en el emblemático Boston Garden, ya que todos los aficionados entraron al parquet para celebrar con los jugadores el pasaje a las Finales de la NBA. Los Celtics vencieron a los de Pensilvania por 4 a 3 y se adjudicaron el campeonato del Este. Sam Jones (29,4 tantos por aparición), Bill Russell (15,6 y 25,3 rebotes) y el mismo Havlicek (18,7) fueron las grandes figuras de la serie.
El rival que tocó para la instancia más importante del torneo fue Los Ángeles Lakers. Los de Hollywood se quedaron con el título del Oeste tras superar a Baltimore Bullets por 4 a 2. Anteriormente, lideró la región en la fase regular con un registro de 49 encuentros ganados y 31 perdidos.
AFIANZANDO LA HEGEMONÍA
El 18 de abril de 1965, Boston Celtics comenzó las Finales con un amplio triunfo sobre Los Ángeles Lakers por 142 a 110, de local. Sam Jones (25 puntos), John Havlicek (22, siete rebotes y cinco asistencias) y Bill Russell (18, 28 y seis) se encargaron de que el equipo empezara la película con el pie derecho.
Un día después, el conjunto de Massachusetts repitió el festejo en casa, esta vez con una victoria en el segundo juego por 129 a 123. John Havlicek (24 unidades y seis tableros), Bill Russell (23, 25 y diez pases gol) y Tom Sanders (23 y diez) lideraron las ofensivas del anfitrión.
El 21 de abril, los californianos aprovecharon la mudanza de la serie al mítico Forum de Los Ángeles y ganaron el tercer encuentro por 126 a 105. Jerry West (43 tantos, 12 rebotes y siete asistencias), Leroy Ellis (29 y 16) y Gene Wiley (11 y 28) hicieron sus contribuciones para que el dueño de casa redujera la desventaja (1-2).
Sin embargo, el elenco de Red Auerbach respondió dos días más tarde, en el segundo compromiso en Hollywood. El conjunto de Massachusetts se reencontró con su mejor versión y se adjudicó el triunfo en el cuarto duelo por 112 a 99. Sam Jones (37 unidades y seis tableros), Tom Sanders (15 y 12) y Bill Russell (12 y 23) lograron que el equipo quedara a un paso de un nuevo festejo.
El 25 de abril, Boston Celtics consumó la conquista por medio de una victoria en el quinto enfrentamiento por 129 a 96. De esta forma, selló el 4-1 y cosechó el séptimo consecutivo de manera consecutiva, algo que abrió la puerta a seguir alargando la racha legendaria. Con este nuevo título, la franquicia se consolidó un poco más como la más laureada y prestigiosa de la mejor liga del mundo. Asimismo, el plantel que compitió en la temporada 1964-65 fue elegido en 1996 como uno de los diez mejores de todos los tiempos.