Chicago Bulls venía de salir bicampeón en 1991 y 1922. Sin embargo, el conjunto de Illinois se propuso lograr el primer tricampeonato de su historia. Ese título catapultaba a Michael Jordan hacia un Olimpo de la mejor liga del mundo, en el cual muy pocos accedieron.
“Mucha gente de esa era consideraba que los colegas de Michael ganaron dos al hilo. Isiah conquistó dos anillos en fila. Magic cosechó dos campeonatos consecutivos. Pero ninguno de ellos logró tres títulos seguidos. El tercer campeonato era el separador. Ganás tres, y estás en la cima de la montaña. Ese equipo buscaba a toda costa el tercer campeonato consecutivo de MJ”, contó el prestigioso periodista David Aldridge, en el famoso documental llamado The Last Dance.
El elenco de Phil Jackson se preparó para dicha meta, conservando a la columna vertebral del plantel que obtuvo los primeros dos trofeos Larry O’Brien. El único cambio fue la llegada del base B.J. Armstrong, en lugar del lesionado John Paxson.
Michael Jordan integró el Mejor Quinteto Ideal y el Mejor Quinteto Defensivo. Su promedio en el torneo fue de 32,6 puntos, 6,7 rebotes, 5,5 asistencias y 2,8 recuperos (mejor registro en este rubro) por partido. De hecho, fue Scoring Champ por séptima vez al hilo, igualando así el histórico récord de Wilt Chamberlain. También, el 8 de enero de 1993 alcanzó la marca de los 20 mil tantos en su carrera.
Por su parte, Scottie Pippen estuvo incluido dentro del Tercer Mejor Quinteto de la competencia, y también estuvo dentro del Mejor Quinteto Defensivo. Su registro en la competición fue de 18,6 unidades, 7,7 tableros, 6,3 pases gol y 2,1 robos por compromiso.
De esta forma, el equipo de la Ciudad del Viento terminó en el segundo puesto del Este en la fase regular, con un récord de 57 triunfos y 25 derrotas. Solamente quedó por detrás de New York Knicks, con una marca de 60 partidos ganados y 22 perdidos. Por otro lado, Phoenix Suns lideró la Conferencia del Oeste con un registro de 62-20.
EL CAMINO EN LOS PLAYOFFS
Chicago Bulls arrancó la postemporada con una barrida ante Atlanta Hawks por 3 a 0. El conjunto de Illinois fue categórico ante un rival que poseía figuras como Dominique Wilkins y Kevin Willis. Los dirigidos por Phil Jackson siguieron en ese mismo ritmo en la segunda ronda. Es que derrotaron de manera contundente a Cleveland Cavaliers por 4 a 0. El conjunto de Ohio tenía referentes como Mark Price, Larry Nance o Brad Daugherty.
En las Finales del Este, los de la Ciudad del Viento se enfrentaron con New York Knicks, el líder de la región en la fase regular. El equipo afrontó la instancia con el fin de ratificar su hegemonía en la Conferencia. El inicio no fue fácil, ya que el conjunto de la Gran Manzana se adjudicó los primeros dos partidos en el Madison Square Garden. Los de Pat Riley presentaban figuras como Patrick Ewing, John Starks o Anthony Mason.
De todos modos, Chicago respondió con cuatro triunfos seguidos, tres en condición de local y uno de visitante. Por eso, obtuvo su tercer título del Este de forma consecutiva, después de superar al oponente con el mejor récord de la región en la fase regular.
Enfrente estaba Phoenix Suns, que supo demostrar porqué fue el puntero del Oeste. En los Playoffs, el conjunto de Arizona eliminó a Los Angeles Lakers (3-2), San Antonio Spurs (4-2) y Seattle Supersonics (4-3). Entonces, se creó la batalla entre Michael Jordan y Charles Barkley en las Finales de la NBA.
CONSTRUYENDO LA GRANDEZA
“Estaba un poco molesto, que no conseguí el MVP ese año. Se lo dieron a Charles Barkley. Pero por eso dije: “Está bien, podés quedarte con eso. Yo me voy a quedar con esto”, afirmó Michael Jordan en The Last Dance. El número 23 de Chicago Bulls dejó en claro su desacuerdo con la elección previa, por lo tanto estaba con sed de revancha en este duelo conformado en las Finales.
El 9 de junio, el elenco de Phil Jackson comenzó la serie con un triunfo por 100 a 92, fuera de casa. Michael Jordan (31 puntos, siete rebotes, cinco asistencias, cinco robos y una tapa) y Scottie Pippen (27, nueve, cinco y dos) lideraron las ofensivas de los visitantes.
Los de Illinois volvieron a ganar a domicilio en el segundo encuentro por 111 a 108, el día 11 del mismo mes. Michael Jordan (42 unidades, 12 tableros, nueve pases gol y dos recuperos), Horace Grant (24, ocho, dos, dos y dos bloqueos) y Scottie Pippen (15, 12, 12, dos y dos) realizaron enormes actuaciones para quedar al frente por 2 a 0.
La historia se mudó a Chicago, pero seguía habiendo dificultades para ver ganar a un equipo local. El 13 de junio, Phoenix Suns le arrebató la victoria en el tercer duelo por 129 a 121. Dan Majerle (28 tantos (6-8 detrás del arco), siete rebotes, cuatro asistencias y dos robos), Kevin Johnson (25, siete, nueve, dos y una tapa) y Charles Barkley (24, 19 y cuatro) fueron las grandes figuras de la visita.
El 16 de junio, los Bulls se redimieron y festejaron con el público a su favor por 111 a 105. Michael Jordan (55 unidades, ocho tableros y cuatro pases gol), Horace Grant (17, 16, dos, tres recuperos y tres bloqueos) y Scottie Pippen (14, seis y diez) se encargaron de poner el 3-1 en la serie.
No obstante, Phoenix le privó la oportunidad de que alzaran la copa en condición de local. El 18 de junio, los Suns se impusieron por 108 a 98 y redujeron el margen (3-2). “Quiten esa mierda de las ventanas”, afirmó Charles Barkley en la conferencia de prensa post-partido, cuando le preguntaron sobre las banderas que se colocaron en las calles de Chicago anticipándose al campeonato. El ala-pivote les arruinó la fiesta tras finalizar con 24 puntos, seis rebotes y seis asistencias.
Pero Chicago Bulls reaccionó en el sexto enfrentamiento, llevado a cabo el 20 de junio en Arizona. En un encuentro muy parejo de principio a fin, el elenco de Phil Jackson lo ganó con un triple sobre el cierre de John Paxson. Además, Horace Grant contribuyó con un tapón en la última jugada. De esta forma, el conjunto de Illinois ganó por 99 a 98 y sentenció las Finales con un sólido 4-2.
Michael Jordan se transformó en el primer jugador de todos los tiempos en recibir tres premios en fila al MVP de las Finales. Asimismo, estableció la mejor marca de la historia al promediar 41 puntos por juego en dicha instancia. “No tengo ningún problema de perder con Michael. No hay vergüenza en eso”, manifestó Charles Barkley en el inolvidable documental.