Golden State Warriors venía de salir campeón en 2017, tras superar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James. El conjunto de la Bahía se tomó revancha ante el rival que le prohibió la conquista en 2016. Y de esta manera, repitió los festejos que tuvo en 2015.
Sin embargo, el elenco de Steve Kerr quiso volver a capturar esa sensación que generaba la obtención del trofeo Larry O’Brien. Entonces, la franquicia conservó esa columna vertebral que le llevó a añadir esas dos estrellas en 2015 y 2017. En primer lugar, le extendió el contrato a Stephen Curry por una suma de 201 millones de dólares en cinco temporadas. El base tuvo su primer contrato millonario, después de haber renovado por una ganga en 2012 (44 millones en cuatro años).
También, el General Manager Bob Myers arregló con Kevin Durant para que siga formando parte del plantel, a cambio de un total de 53 millones de dólares en dos campañas. Y a su vez, los Warriors renovaron a la base de la segunda unidad: Shaun Livingston (24 millones en tres años), Andre Iguodala (48 en tres), David West (2,3 en uno), Zaza Pachulia (3,5 en uno) y JaVale McGee (2,1 en uno). Por otro lado, realizaron fichajes mínimos para sumar a Nick Young, Quin Cook y Omri Casspi.
Por otro lado, Cleveland tuvo una baja sensible durante la agencia libre de 2017, debido a que Kyrie Irving llevó su talento a Boston Celtics. La partida de la mano derecha de LeBron James, causó incertidumbre acerca del futuro del Rey. Mientras tanto, los de Ohio intentaron compensar con las incorporaciones de Isaiah Thomas, Jae Crowder, Dwyane Wade, Derrick Rose y José Calderón.
Sin embargo, los Cavaliers llamaron la atención de todos los seguidores de la liga en el trade deadline de 2018. Es que traspasaron a Wade, Thomas, Crowder, Frye, Rose y Shumpert. En los intercambios, obtuvieron a Rodney Hood, George Hill, Jordan Clarkson y Larry Nance Jr.
UN NUEVO COMPETIDOR
Golden State Warriors terminó la fase regular en el segundo puesto del Oeste. El récord fue de 58 partidos ganados y 24 perdidos. El elenco de Oakland sufrió nueve derrotas más que en la primera fase de la temporada 2016-17. A su vez, los Houston Rockets de James Harden y Chris Paul se adjudicaron el primer lugar de la Conferencia, con un registro de 65 victorias y 17 caídas.
Un torneo más tarde de haber sacado una amplia diferencia con respecto al resto de los equipos, el conjunto texano conformó una dupla intimidante con el fin de darle pelea a los campeones defensores. Y en la etapa regular dio el primer paso, ganando siete encuentros más que los de la Bahía.
No obstante, los dirigidos por Steve Kerr conservaron ese alto nivel de juego que los ubicaba nuevamente como candidatos a un nuevo título. Cuatro jugadores participaron del Juego de las Estrellas en el mes de febrero, lo cual ocurrió por primera vez la historia de la NBA con un equipo. Ellos fueron Stephen Curry (26,4 puntos y 42.3% de efectividad en triples por partido), Kevin Durant (26,4 y 41.9%), Klay Thompson (20 y 44.4%) y Draymond Green (11, 7,6 rebotes, 7,3 asistencias, 1,4 robos y 1,3 tapas).
En la otra región, Cleveland Cavaliers se adaptó a los cambios que hizo en el mercado de invierno y terminó colocándose en la cuarta posición del Este. El elenco de Tyronn Lue concluyó la fase regular con una marca de 50 juegos ganados y 32 perdidos. LeBron James se encargó de llevar el barco a buen puerto, promediando 27,5 unidades, 8,6 tableros, 9,1 pases gol y 1,4 recuperos por encuentro.
SE VOLVIERON A ENCONTRAR
Golden State Warriors realizó un trayecto impecable en los Playoffs. Es que superó en la primera ronda a San Antonio Spurs por 4 a 1, en lo que fue la última serie de postemporada de Emanuel Ginóbili en la NBA. Luego, venció en las Semifinales de la región a New Orleans Pelicans por 4 a 1. Y en las Finales del Oeste, se cruzó con Houston Rockets, el equipo que le había arrebatado el liderazgo en la primera etapa.
Fue el cruce más difícil para los de Oakland, ya que llegaron a estar abajo por 3 a 2. La dupla James Harden-Chris Paul hizo todo lo posible para poner en aprieto a los de la Bahía. Sin embargo, CP3 se ausentó a los últimos dos enfrentamientos, debido a una lesión en el isquiotibial derecho. Los campeones defensores aprovecharon la baja para dar vuelta la historia, ganar por 4 a 3 y asegurar el pasaje a las Finales de la NBA. Además, se transformó en el primer equipo de todos los tiempos en alcanzar una seguidilla de 16 triunfos en fila durante la postemporada, de local.
En tanto, Cleveland Cavaliers contó con un LeBron James superlativo con el objetivo de lograr un hecho histórico para la liga. El alero registró en la postemporada una media de 34 tantos (la mejor marca de los Playoffs), 9,1 rebotes, nueve asistencias, 1,4 robos y un bloqueo por partido. De esta manera, lideró a los de Ohio hacia un nuevo título del Este. Para eso, vencieron a Indiana Pacers por 4 a 3, a Toronto Raptors por 4 a 0 y a Boston Celtics por 4 a 3.
Con el pasaje de los Cavs a las Finales, Golden State y Cleveland se cruzaron por cuarta vez consecutiva en la instancia más decisiva de la competencia. Esta se convirtió en la mejor marca de todos los tiempos. Ambos equipos supieron despejar las dudas que generaban otros equipos, a raíz de sus planteles para amenazar con algún batacazo. Como por ejemplo, los Rockets de Harden y Paul, y los Celtics de Tatum, Brown y Horford.
SE DEFINIÓ RÁPIDO
La definición del primer juego fue trascendental para el desenlace de las Finales de 2018. El 31 de mayo, Cleveland Cavaliers complicó a Golden State Warriors, y en el Oracle Arena. LeBron James tuvo otra actuación maravillosa, con 51 unidades, ocho tableros y ocho pases gol. Sin embargo, su equipo no pudo cerrar el duelo en el tiempo reglamentario.
El marcador estaba 107-106 para los locales. George Hill fue a la línea para tomar dos tiros libres, luego de una falta personal de Klay Thompson. El base del equipo visitante metió el primero, pero falló el segundo. El rebote ofensivo lo capturó J.R. Smith, a falta de cuatro segundos para el cierre del cuarto período. Había tiempo para tomar un lanzamiento que le pueda dar la victoria a los de Ohio. Sin embargo, el escolta pensó que los Cavs estaban al frente, por lo tanto retuvo el balón hasta que sonara la chicharra. Después, LeBron James le recriminó la insólita decisión.
El dueño de casa sobrevivió a un momento complicado y sentenció el enfrentamiento en la prórroga, por medio de un parcial de 17 a 7. Y ese golpe fue tan letal que el conjunto de la Bahía se impuso en los tres partidos siguientes. Kevin Durant fue clave en los últimos instantes del tercer juego, ya que anotó un triple similar al del tercer encuentro de las Finales de 2017. En condición de visitante, y con la marca encima del número 23 de Cleveland.
Por eso, Durántula recibió el premio al MVP de las Finales. Además de haber registrado en la serie una media de 28,8 puntos, 10,8 rebotes y 7,5 asistencias por aparición. Así, el alero colaboró con la misión de Golden State Warriors de alcanzar la meta y consagrarse bicampeón de la NBA por primera vez en su historia.
De esta manera, los de Oakland agrandaron su hegemonía de la mano de los cuatro fantásticos. Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Draymond Green repitieron el camino que habían completado en 2017, y le agregaron una nueva estrella a la franquicia.