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14/06/1995

Campeones NBA: los Houston Rockets de la 1994-95

El conjunto texano logró el bicampeonato, gracias al reencuentro de la dupla que entretuvo en la década de 1980 a la Universidad de la ciudad.

Houston Rockets
Houston Rockets cosechó el bicampeonato tras barrer a Orlando Magic por 4 a 0 (FOTOGRAFÍA: gentileza freeastroaid.com).

Houston Rockets venía de salir campeón de la temporada 1993-94. Para la 1994-95, Michael Jordan decidió regresar a la mejor liga del mundo, después de su retiro en 1993. Un año y medio después, Su Alteza comenzó su segundo ciclo en la NBA, a partir del mes de marzo. Sin embargo, al escolta le llevó tiempo reencontrarse con su mejor versión, en el afán de seguir dominando la competencia.

Esto fue un hecho motivador para que el conjunto texano aspirara a la lucha por la defensa del título. Entonces, realizó un movimiento a mitad del torneo que sacudió al mundo de la liga norteamericana. Es que llegó a un acuerdo con Portland Trail Blazers para poder incorporar a Clyde Drexler. The Glide estudió en la Universidad de Houston, por lo tanto se dio el gusto de retornar a la ciudad para luchar por el título junto con un compañero de su época en la NCAA, Hakeem Olajuwon.

Este plantel se profundizó mucho más con el arribo de Clyde The Glide. El equipo ya contaba con jugadores fundamentales para la conquista en el año anterior, como Robert Horry, Sam Cassell, Vernon Maxwell, Kenny Smith, Mario Elie, entre otros. Y con The Dream a la cabeza.

El centro, seleccionado en el primer puesto del Draft de 1984 (misma camada que Michael Jordan), seguía siendo el emblema del elenco de Rudy Tomjanovich. Y en la fase regular continuó en un nivel superlativo, debido a que promedió 27,8 puntos, 10,8 rebotes, 3,5 asistencias, 1,8 robos y 3,4 tapas por partido. Por su parte, Clyde Drexler se encargó de revivir la magia de la dupla universitaria tras registrar 21,4 unidades, siete tableros, 4,4 pases gol y 1,8 recuperos por encuentro.

De esta manera, Houston dejó atrás un flojo inicio de certamen y concluyó la etapa regular con un récord de 47 partidos ganados y 35 perdidos. El líder del Oeste en esa instancia fue San Antonio Spurs, con una marca de 62-20. Su principal referente y MVP del torneo, David Robinson, tuvo más adelante un duelo muy particular con Olajuwon en los Playoffs.

LA EXPERIENCIA DE LA POSTEMPORADA

Houston Rockets arranca los Playoffs perdiendo 1-2 con el Utah Jazz de John Stockton y Karl Malone. Sin embargo, a los de Jerry Sloan les faltaba el recorrido que lograron unos años más tarde. Entonces, el conjunto texano revirtió la serie y ganó la primera ronda por 3 a 2. Se impuso por 123 a 106 en el cuarto partido (de local) y por 95 a 91 en el quinto y definitivo (de visitante).

En la segunda instancia, los dirigidos por Rudy Tomjanovich se enfrentaron con Phoenix Suns. Al igual que en el año anterior, tuvieron que disputar siete encuentros con los de Arizona. Con la diferencia de que en la postemporada de 1995 empezaron la serie abajo por 3 a 1. No obstante, la experiencia volvió a beneficiar a los campeones defensores y dieron vuelta otro cruce complicado. Ganaron el quinto juego por 103 a 97 (de visitante), el sexto por 116 a 103 (de local) y el séptimo por 115 a 114 (fuera de casa). Así, avanzaron a las Finales de Conferencia.

Enfrente estaba San Antonio Spurs, el mejor equipo de la región en la fase regular. Su figura era David Robinson, quien se había adjudicado el premio al Jugador Más Valioso del Año. Sin embargo, el derby texano terminó siendo para Houston, de la mano de Hakeem Olajuwon. El interno le ganó la pulseada al Almirante en la pintura, promediando 35,3 puntos (56% de efectividad en tiros de campo). De esta forma, los Rockets se quedaron con el clásico por 4 a 2 y obtuvieron el campeonato del Oeste.

En las Finales de la NBA, el contrincante fue el Orlando Magic de Shaquille O’Neal. The Diesel estaba siendo una futura promesa de la competencia, y había cumplido al llevar a una franquicia con pocos años de trayectoria a la instancia más importante. Además de haber derrotado en las Finales del Este a los Chicago Bulls de Michael Jordan, quien había vuelto al ruedo poco tiempo antes. Pero el joven no pudo fortalecerse junto con Anfernee Hardaway para batir a The Dream y Clyde The Glide.

LA BATALLA POR EL REPEAT

El 7 de junio, Houston Rockets comenzó las FInales de la NBA venciendo a Orlando Magic por 120 a 118, de visitante. Los cinco titulares tuvieron producciones sobresalientes para iniciar el cruce con el pie derecho. Ellos fueron Hakeem Olajuwon (31 puntos, seis rebotes, siete asistencias, dos robos y cuatro tapas), Clyde Drexler (23, 11 y siete), Kenny Smith (23 (siete triples), tres y nueve), Robert Horry (19, ocho, tres, tres y cinco) y Mario Elie (18, cinco, cuatro y tres).

El día 9 del mismo mes, el elenco de Rudy Tomjanovich volvió a hacerse fuerte fuera de casa. Esta vez se impuso por 117 a 106. The Dream (34 unidades, 11 tableros y cuatro bloqueos) y Clyde The Glide (23, cinco y cinco pases gol) ofrecieron nuevamente un espectáculo en Florida.

La serie se mudó al Toyota Center para los dos compromisos siguientes. El tercer encuentro fue el 11 de junio, y tuvo nuevamente como protagonista al conjunto texano. Olajuwon (31 tantos, 14 rebotes, siete asistencias y dos robos), Drexler (25, 13 y siete) y Horry (20, nueve, cuatro y dos tapas) lideraron al dueño de casa hacia el triunfo por 106 a 103.

El 14 de junio se llevó a cabo el cuarto duelo, en el mismo estadio. Era la oportunidad de concretar la barrida, y con el público a su favor. Y eso lograron los dirigidos por Rudy Tomjanovich, festejando el campeonato tras la victoria por 113 a 101. Con este resultado, se convirtieron en el primer equipo de la historia de la NBA en levantar el trofeo Larry O’Brien, después de haber terminado la fase regular en el sexto puesto del Oeste. A su vez, fueron los primeros en superar en Playoffs a cuatro equipos con un registro superior a los 50 triunfos. Los Angeles Lakers fue el único en repetirlo en 2001.

Hakeem Olajuwon recibió su segundo premio consecutivo al MVP de las Finales. Su promedio en la instancia fue de 33 puntos (53.1% de efectividad en lanzamientos), 10,3 rebotes y 2,8 bloqueos por compromiso. Por eso, ratificó la buena decisión de la franquicia en haberlo seleccionado en el primer puesto del Draft de 1984, mismo año en el que estuvo Michael Jordan.

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