En la agencia libre de 2018, LeBron James firmó un contrato con Los Ángeles Lakers y se mudó a la Conferencia del Oeste. Esto significó una gran oportunidad para Toronto Raptors de dar un paso hacia adelante en el Este. La región quedó sin su Rey, quien tomó el trono durante ocho años consecutivos.
El conjunto canadiense estableció un proyecto desde 2012 que le permitió dejar de ocupar los últimos lugares de la tabla y comenzar a aspirar por la clasificación a Playoffs. Con Kyle Lowry y DeMar DeRozan a la cabeza, se consolidó como un elenco con presencia constante en la postemporada. Y en 2016, avanzó por primera vez en su historia a las Finales del Este.
No obstante, Toronto siempre tuvo problemas a la hora de enfrentar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James. El oriundo de Aakron, Ohio, hizo valer su superioridad en cada cruce de Playoffs. Por ende, el General Manager Masai Ujiri decidió hacer cambios drásticos para la temporada 2018-19. Había que aprovechar el traslado del número 23 a los Lakers.
El primer movimiento fue el despedido a Dwane Casey, quien había sido elegido unos días antes como el Mejor Entrenador de la campaña 2017-18. El sucesor fue Nick Nurse, asistente de Casey en los torneos anteriores y con experiencia en la G-League. Después, llegó a un acuerdo con San Antonio Spurs para traspasar a DeMar DeRozan por Kawhi Leonard y Danny Green. Dejó ir al escolta que fue el pilar del equipo desde su selección en el Draft de 2009 hasta 2018.
En el trade deadline, Masai Ujiri arregló otro intercambio, esta vez con Memphis Grizzlies. En el mes de febrero, concretó la llegada de Marc Gasol, a cambio de Jonas Valanciunas, Delon Wright, C.J. Miles y picks de segunda ronda. De esta forma, el GM completó la jugada maestra para poder competir mano a mano por el sueño que tanto se venía postergando, salir campeón de la NBA.
UN BUEN ARRANQUE
Había ciertas incertidumbres acerca de cómo iba a finalizar Toronto Raptors. Es que Kawhi Leonard había disputado apenas nueve partidos de la temporada 2017-18, debido a las lesiones. De hecho, el alero evitó jugar partidos en noches consecutivas, con el fin de continuar con su tratamiento en la rodilla izquierda. A su vez, se trató de la primera campaña de Nick Nurse como entrenador en jefe.
De todos modos, los canadienses cumplieron con las expectativas y concluyeron la fase regular en el segundo puesto de la Conferencia. Con un récord de 58 victorias y 24 derrotas, el elenco de Nick Nurse dejó en claro que estaba preparado para dar pelea por la conquista del trofeo Larry O’Brien.
También, Leonard recuperó su mejor versión promediando 26,6 puntos (37.1% en triples), 7,3 rebotes, 3,3 asistencias y 1,8 robos por encuentro. La Garra retornó al Juego de las Estrellas, que se disputó en 2019 en Charlotte. Al igual que Kyle Lowry, quien se mostró cómodo a la hora de conformar una nueva dupla, tras la aventura de nueve años con DeRozan. El base registró 14,2 unidades, 4,8 tableros, 8,7 pases gol y 1,8 recuperos por partido.
Toronto arrancó los Playoffs con una derrota ante Orlando Magic, de local. Sin embargo, se recuperó inmediatamente porque ganó cuatro partidos seguidos y aseguró el pasaje a la segunda ronda. Enfrente estaba Philadelphia 76ers, un rival que había realizado traspasos fuertes en el transcurso del torneo. Los arribos de Jimmy Butler y Tobias Harris buscaban establecer un quinteto inicial de elite, junto con Ben Simmons, J.J. Redick y Joel Embiid.
La serie se tuvo que extender a siete partidos. No hubo ningún equipo que pudiera sacar una diferencia de dos partidos a lo largo del cruce. Los canadienses ganaron el primero, cuarto y quinto juego. En tanto, los de Pensilvania se quedaron con el segundo, tercero y sexto duelo.
El séptimo partido se llevó a cabo en el Scotiabank Arena, la casa de Toronto Raptors. El desarrollo del juego reflejó lo que significó esa serie, ya que nunca se vio un margen de doble dígito. En los cinco minutos finales, fue palo a palo y el marcador no tuvo a ningún conjunto alcanzando a los 100 tantos.
El tanteador quedó igualado en 90, a falta de cuatro segundos para el cierre. Marc Gasol repuso de costado y Kawhi Leonard tomó el balón. Ante la marca de Ben Simmons se acomodó en el costado para tirar con el base australiano encima. Cuando tiró, la pelota comenzó a bailar en el soporte durante un par de segundos. El suspenso parecía al desenlace de una película, hasta que la naranja hizo sonar la red. El delirio se desató desde las gradas hasta el parquet, debido a que La Garra metió el primer game winner en la historia de un séptimo encuentro de Playoffs.
LA CONQUISTA SOÑADA
La victoria en una serie tan reñida le dio un poco más de confianza y tranquilidad a Toronto Raptors para afrontar las segundas Finales de Conferencia de su historia. El rival era Milwaukee Bucks, que había terminado la fase regular en el primer puesto del Este.
El conjunto de Wisconsin se impuso en los primeros dos enfrentamientos, de la mano de Giannis Antetokounmpo. No obstante, el conjunto de Nick Nurse dio vuelta la historia con cuatro triunfos al hilo. Kawhi Leonard volvió a ser clave en la remontada, con una media de 29,8 puntos, 9,5 rebotes y 4,3 asistencias en la serie. En tanto, Kyle Lowry contribuyó con un registro de 19,2 unidades, 5,5 tableros y 5,2 pases gol.
Con el 4-2 sobre los Bucks, la franquicia canadiense obtuvo su primer campeonato de la región de su historia. Además, se clasificó a las Finales de la NBA para cruzarse con Golden State Warriors. El elenco de la Bahía venía de conquistar un bicampeonato en 2017 y 2018. Por lo tanto, los Raptors tuvieron la oportunidad de quitar del trono al plantel comandado por Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Draymond Green.
Es verdad que los dirigidos por Steve Kerr sufrieron las graves lesiones de Kevin Durant y Klay Thompson durante la serie. No obstante, Toronto Raptors demostró su enorme nivel colectivo, sobre todo en los compromisos que tuvo que afrontar en el Oracle Arena. Los de Nick Nurse ganaron dos de las tres presentaciones en condición de visitante. Y esto fue clave para alcanzar la meta.
El premio al MVP de las Finales fue para Kawhi Leonard. El alero lideró a los canadienses hacia la obtención del título, tras seis enfrentamientos con los Warriors. Su promedio fue de 28,5 tantos, 9,8 rebotes y 4,2 asistencias. La Garra fue la figura en el primer campeonato de la historia de Toronto, desde su aterrizaje en la NBA en 1996. Esto significó un hecho legendario, tanto para la ciudad como para la mejor liga del mundo.
Además, esta hazaña provocó la salida de Kevin Durant a Golden State Warriors. Por otro lado, Kawhi Leonard dejó Toronto Raptors para sumarse a Los Ángeles Clippers, junto con Paul George. De todos modos, el 4-2 de los canadienses bajó a los de la Bahía después de dos títulos en 2017 y 2018, y también transformó la agencia libre de 2019 en una de las más especiales de todos los tiempos. Porque la liga se volvió a emparejar, recuperó ese alto nivel competitivo entre más de dos equipos y dejó a los de Steve Kerr sin una de sus estrellas.