Derrick White sorprendió a todos y mantuvo con vida a Boston. Una corrección de un tiro de Marcus Smart le permitió forzar el Game 7 a un combinado celta que llegó a estar 3-0 ante el Heat. En un elenco de Joe Mazzulla plagado de estrellas, el base fue el menos esperado para hacer semejante acción.
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— BA Ball (@ba_ballOK) May 28, 2023
Sin embargo, el perimetral llevó adelante una vida en la que estuvo acostumbrado a no ser quien más se esperaba que haga un impacto significativo. Una luz llamativa para resaltar ante las expectativas (del resto) mediocres. Alguien que hizo de lo inesperado algo para sorprender a propios y ajenos, compañeros y rivales.
LA PRIMERA CAMADA DE LA SECUNDARIA
Derrick White nació el 2 de julio de 1994 en Parker, Colorado. La ciudad está a 19 millas (aproximadamente 30 kilómetros) hacia el sudoeste de Denver, la capital estatal. Un territorio pequeño que, según el censo del 2000, no llega a las 24.000 personas. El Kaseya Center, la casa del Heat y donde dibujó su mejor jugada, puede reunir a 19.600 personas. Es decir, un recinto que podría reunir a casi todos los habitantes de Parker.
Hijo de una familia trabajadora, pasó sus primeros años entre la educación obligatoria y el básquetbol. A diferencia del resto de los adolescentes de su edad, que iban a escuelas de otras ciudades, se sumó a Legend High School. La primera escuela secundaria ubicada en la ciudad de Parker desde el cierre de Douglas County School en 1958.
Como fue parte de la apertura del instituto, se sumó a un equipo de básquetbol sin experiencia ni jugadores mayores. Así, desde su primer año colegial, debió ser el líder del elenco. Se desarrolló como un referente de la clase que terminó los estudios en 2012. Promedió 20 puntos por partido en su último año y lideró a su equipo al torneo estadual de Colorado, donde cayó en octavos de final.
¿LA ÚLTIMA POSIBILIDAD?
A pesar de su gran nivel, nadie estaba interesado en Derrick White. Un jugador que no era llamativo y de baja estatura para el básquetbol estadounidense (no llegaba a los 1,83 metros). De hecho, no recibió ninguna beca universitaria para competir en NCAA.
El entrenador Jeff Culver le dio una razón para ilusionarse cuando parecía ser el rápido final de su carrera deportiva. Se sumó a la Universidad de Colorado Colorado Springs (UCCS) y pidió que White forme parte del programa. Tampoco recibió una beca, pero Culver le ofreció un voucher de tres mil dólares para amueblar lo que sería su habitación en el campus. White no titubeó y aceptó.
Derrick sabía que su padre, Richard, tuvo su gran estirón en la etapa universitaria. Lo que no esperaba es que durante su paso por la UCCS pase de 1,83 a 1,95 metros, un cuerpo más que apto para la NBA con el talento adecuado. Aquel pequeño niño mostró detalles de resiliencia, constancia y trabajo duro para transformarse en un prospecto de calibre NBA.
Tras un gran primer año en la División II (16,8 puntos, 3,6 rebotes, 2,1 asistencias, 1,5 robos y 1,0 tapas por juego), se convirtió en All-American (como el mejor quinteto) de la competencia en sus siguientes dos años. En el tercero ya era una verdadera estrella con 25,8 puntos, 7,4 rebotes, 5,2 asistencias, 2,2 robos y 2,1 tapas en 32,2 minutos por aparición.
Aquel joven que había decidido endeudarse en tutorías (porque no tenía dinero para pagarlas) recibió una oferta de la Universidad de Colorado. Podía dar el salto a la División 1, con el golpe de perderse la temporada 2015-16 por las reglas de la NCAA. Aceptó porque sabía que el próximo paso podía ser el básquetbol profesional.
SU GRAN AÑO EN LA UNIVERSIDAD DE COLORADO
Derrick White pasó la 2015-16 viendo cómo jugaba la Universidad de Colorado y entrenando con el equipo pese a no poder competir. Se fogeó en los entrenamientos de Tad Boyle, coach que lideró al combinado a un 22-12. El equipo ingresó al torneo de la NCAA, pero se despidió en la primera ronda con una derrota ante la Universidad de Connecticut.
El equipo empeoró cuando debutó White porque perdió a varios jugadores. Tras firmar un 10-3 en su etapa de rivales de otras conferencias, apenas sumó ocho festejos en 18 apariciones en la Pac-12. Ingresó con lo justo al torneo divisional.
No obstante, se destacó con 18,1 puntos, 4,4 rebotes y 4,2 asistencias por aparición. Integró el primer equipo ideal junto a varios de los mejores prospectos de la camada: Markelle Fultz (Washington State), Lonzo Ball (UCLA), Kyle Kuzma (Utah), Dillon Brooks (Óregon), Lauri Markkanen (Arizona), T.J. Leaf (UCLA), Ivan Rabb (California), Bryce Alford (UCLA) y Reid Travis (Stanford).
Su aspecto más significativo pasaba por el costado defensivo y fue el único integrante de ese elenco que también estuvo en el quinteto defensivo ideal. Fue acompañado por Chris Boucher, Jordan Bell, Marcus Allen y Kadeem Allen.
La temporada llegó a su final tras ser eliminado por Arizona en la segunda ronda del torneo Pac-12 y luego caer por 79-74 ante UCF en el Torneo NIT.
SELECCIONADO POR SPURS Y CAMPEÓN DE LA G-LEAGUE
![Derrick White fue campeón en su primer año con los Spurs | FOTOGRAFÍA gentileza Pounding the Rock](https://ba-ball.com/sitio/wp-content/uploads/maxresdefault-2-e1685287678310.jpg)
![Derrick White fue campeón en su primer año con los Spurs | FOTOGRAFÍA gentileza Pounding the Rock](https://ba-ball.com/sitio/wp-content/uploads/maxresdefault-2-e1685287678310.jpg)
Derrick White era uno de los prospectos más completos del Draft 2017. Sin embargo, su edad (iniciaría la 2017-18 con 23 años) hacía que no sea proyectado dentro del Top 10 y ponía un poco de duda en si diría presente en la primera ronda.
No resulta llamativo que su bajo perfil y expertise defensivo lo llevó a ser elegido por San Antonio Spurs. El conjunto texano usó su 29° puesto para hacerse con sus servicios. Una apuesta a mediano plazo, ya que estaría por detrás de Tony Parker, Patty Mills y Dejounte Murray en la rotación. Tal es así que hizo apenas 17 apariciones en fase regular durante la 2017-18 y tres en la primera ronda de Playoffs ante Golden State Warriors, que luego fue campeón.
A la espera de una posibilidad real en San Antonio, jugó para los Austin Spurs en la G-League donde terminó de pulir su juego. Hizo 24 apariciones en la fase regular en las que promedió 20,1 puntos, 5,2 rebotes, 3,2 asistencias, 1,3 robos y 1,1 tapas en 28,2 minutos por encuentro. No recibió ningún premio individual por su cantidad de juegos disputados, pero San Antonio ya era consciente del talento que tenía entre sus manos.
Por si quedaba alguna duda, fue uno de los grandes baluartes del camino al título. Austin fue el mejor equipo del oeste con un 32-18 e ingresó a Playoffs en las semifinales regionales. Despachó a Río Grande Valley Vipers (117-91) y South Bay Lakers (104-93) antes de superar a Raptors 905 por 2-0. En el primero de esos juegos White anotó 35 puntos con un 11/20 de campo; terminó con nueve tantos, seis asistencias, cinco rebotes y cuatro robos en el restante.
RETIROS, CAMBIOS, LESIONES Y CHANCE NBA
La temporada 2018-19 arrancó con muchos dolores de cabeza para San Antonio. Durante el verano el equipo sufrió el retiro de Manu Ginóbili, como también la partida de Tony Parker. A causa de estas bajas, como la merma en el rendimiento de Patty Mills, el puesto de base titular iba a quedar en manos de Dejounte Murray. Sin embargo, este sufrió la rotura de los ligamentos cruzados en un juego de pretemporada. Así, el puesto quedaba vacante.
White tardó muy poco en ganarse la titularidad. Su estilo defensivo terminó de enamorar a Popovich y demostró gran madurez para ser el jugado correcto para la posición. Así, disputó 67 juegos en la fase regular 2018-19 de los cuales 52 fueron como titular. Promedió 9,9 puntos, 3,9 asistencias, 3,7 rebotes, 1,0 robos y 0,7 tapas en 25,8 minutos por aparición.
No registró dobles-dobles, pero tuvo varios juegos llamativos. Seis de ellos con un mínimo de 20 puntos y 19 con un piso de cinco asistencias. ¿El mejor? 18 tantos, seis rebotes, nueve asistencias y cuatro tapas ante los Hawks en la victoria del 6 de marzo del 2019.
La turbulenta 2018-19 de San Antonio le dio la posibilidad de ganarse un lugar de manera definitiva. Fue clave en el 47-35 del equipo para clasificar a Playoffs. Promedió 15,7 puntos, 3,0 rebotes, 3,0 asistencias, 0,7 robos y 0,7 tapas en la serie de primera ronda ante Denver Nuggets, el equipo de su estado natal. Una serie en la que tuvo su gran explosión pese a la caída por 4-3: 36 tantos, cinco rebotes, cinco asistencias y tres robos en el tercer asalto de la serie.
REGRESO Y LENTA SALIDA
San Antonio no regresó a los Playoffs después de aquella serie. El equipo fue orientándose hacia la reconstrucción tras cortar una racha de 22 apariciones consecutivas en postemporada en la atípica 2019-20 marcada por el COVID-19.
Para Derrick White, el paso del tiempo significó una mejora en el plano individual y una pérdida de protagonismo en el lado colectivo. Dejounte Murray tomó la posición de base, mientras que hubo otros jóvenes para los puestos perimetrales. No perdió la titularidad, pero se sabía que San Antonio iba a tener que deshacerse de uno de los dos para continuar con su reconstrucción.
Finalmente, tras casi cinco temporadas en el equipo, White fue traspasado a Boston Celtics. Luego de 237 partidos de fase regular, otros diez de Playoffs y un título en la G-League, el 10 de febrero del 2022 se sumó a la franquicia de Massachussets mediante un intercambio que favoreció a todas las partes. Allí volvería a ser un jugador de rol, pero en un elenco contendiente.
FINALES EN SU PRIMERA (MEDIA) TEMPORADA
White no tardó en ser un jugador clave para los Celtics. Se ubicó como el perimetral defensivo necesario para el elenco de, por ese entonces, Ime Udoka. Un jugador ideal para complementar al fuego ofensivo de Jayson Tatum y Jaylen Brown ante las salidas de Marcus Smart.
Ese fue su rol en un equipo que llegó a las finales del 2022. Boston barrió a Brooklyn (4-0), venció con lo justo a Milwaukee (4-3) y luego superó al Heat (4-3) para decir presente en la definición. ¿Su mejor partido? El 6to juego de la serie ante Miami: 22 puntos, cinco asistencias, tres rebotes y tres robos en la derrota que forzó el séptimo encuentro de la serie. Ya habría tiempo para revancha.
Lamentablemente su primer año con la franquicia no terminó en campeonato. Golden State se impuso en seis juegos (4-2) para ser campeón por cuarta vez en ocho temporadas.
TITULAR Y HÉROE
La temporada 2022-23 lo encontró en el quinteto inicial casi desde el arranque de la temporada. Su versatilidad como capacidad de creador y anotador lo volvió un jugador indispensable para Joe Mazzulla. Disputó 70 de los 82 encuentros de la fase regular como titular: 12,4 puntos, 3,6 rebotes, 3,9 asistencias, 0,7 robos y 0,9 tapas en 28,3 minutos.
Tras promediar 25 puntos en los primeros dos juegos de la serie ante Atlanta, su nivel bajó bastante. Tardó en volver a tomar protagonismo, lo que logró en el camino a la igualada frente al Heat. 24 puntos en el Game 5 para achicar a un 3-2; tiro ganador para coronar 11 unidades y seis asistencias en el Game 6 que permitió la igualada.
Un héroe que nadie esperaba. Un tiro que podría ser el punto de quiebra para firmar la mayor remontada de la historia de la NBA. Derrick White, un jugador que supo hacer de lo inesperado su mayor virtud.