La creación del Dream Team marcó un antes y un después en el básquetbol mundial. Aquel Juego Olímpico de Barcelona 1992 quedó marcado a fuego con la presencia del mejor equipo de la historia, uno imposible de conseguir hasta en los videojuegos. Un conjunto que nació con el objetivo de reafirmar el dominio de Estados Unidos en la disciplina.
La disputa norteamericana inició en 1989 con una discusión que sostuvo durante años con FIBA y el COI. El Comité Olímpico Internacional no autorizaba la presencia de los jugadores de la NBA en el torneo. La razón era que eran súper profesionales y que esto iba en contra del espíritu amateur del olimpismo. No obstante, mientras Estados Unidos presentaba a jugadores universitarios, el resto de los equipos utilizaba a sus profesionales. El tercer puesto del elenco americano en Seúl 1988 había sido la gota que había rebalsado el vaso en esta disputa.
Tras una larga negociación que se estiró hasta 1991, USA Basketball logró su cometido. La entidad madre del movimiento olímpico autorizó la presencia de los jugadores de la mejor liga del mundo. Eso le daba un atractivo único al certamen en tierras españolas. La primera chance de poder ver a los máximos talentos fuera de su país de origen en un torneo importante para Estados Unidos.
El 21 de septiembre de 1991 se hizo la conferencia de prensa de presentación. Chuck Daly había sido seleccionado como el entrenador para controlar los egos de los jugadores. El plantel tenía a 10 de sus 12 jugadores ya confirmados: Charles Barkley; Larry Bird; Patrick Ewing; Magic Johnson; Michael Jordan; Karl Malone; Chris Mullin; Scottie Pippen; David Robinson; y John Stockton. Luego lo completaron Clyde Drexler y Christian Laettner (por aquel entonces en la NCAA) en mayo de 1992.
UN TORNEO SOÑADO
Chuck Daly lideró la creación del Dream Team con tres objetivos. El primero, lógico: ser campeón de los Juegos Olímpicos. El segundo era controlar los egos de los jugadores para lograr el cometido de alzarse con el título. Si lograba ese dominio, el resto de los equipos competiría por el segundo puesto, tal y como sucedió en Barcelona. El tercero era tener un dominio tan grande que lo lleve a ganar cada encuentro sin siquiera pedir un tiempo muerto.
Como Estados Unidos había terminado tercero en Seúl, tuvo que ingresar al torneo mediante un Preolímpico, el de Portland 1992. La primera probadita del equipo asustó al resto. Se alzó con el título sin dificultades. 136-57 a Cuba, 105-61 a Canadá, 112-52 a Panamá y 128-87 a Argentina para ganar su grupo y clasificar a los Juegos; 119-81 a Puerto Rico y 127-80 a Venezuela en la final.
Si bien el Juego Olímpico sería más complicado, la historia no cambió. Arrancó en el Grupo A con un 116-48 a Angola, la tercera más abultada del elenco norteamericano. Los siguientes juegos tuvieron menor diferencia: 103-70 a Croacia; 111-68 a Alemania; 127-83 a Brasil y 122-81 a España. Estados Unidos avanzó a la siguiente instancia con una marca de 5-0 y una diferencia de +229 puntos, la mayor marca de la historia.
El camino fue el mismo en la parte final del torneo. 115-77 a Puerto Rico y 127-76 a Lituania para ingresar a la final. Croacia, que había sido parte de la Yugoslavia campeona del mundo en Argentina 1990, no le hizo ni caricias. Un pulverizador 117-85 para demostrar que no había nadie cerca del nivel estadounidense.
PROMEDIOS DE LOS JUGADORES
Michael Jordan: 14,9 puntos, 2,4 rebotes y 4,8 asistencias
Scottie Pippen: 9,0 puntos, 2,1 rebotes y 5,9 asistencias
John Stockton: 2,8 puntos, 0,3 rebotes y 2,0 asistencias
Karl Malone: 13 puntos, 5,3 rebotes y 1,1 asistencias
Magic Johnson: 8,0 puntos, 2,3 rebotes y 5,5 asistencias
Larry Bird: 8,4 puntos, 3,8 rebotes y 1,8 asistencias
Patrick Ewing: 9,5 puntos, 5,3 rebotes y 0.4 asistencias
Chris Mullin: 12,9 puntos, 1,6 rebotes y 3,6 asistencias
David Robinson: 9,0 puntos, 4,1 rebotes y 0,9 asistencias
Charles Barkley: 18,0 puntos, 4,1 rebotes y 2,4 asistencias
Clyde Drexler: 10,5 puntos, 3 rebotes y 3,6 asistencias
Christian Laettner: 4,8 puntos, 2,5 rebotes y 0,4 asistencias
Desde entonces, Estados Unidos compitió siempre con sus NBA. Ganó siete de las ocho medallas de oro en el camino y tan sólo registró cuatro derrotas. Argentina fue la única que la dejó con un trago amargo en Atenas 2004.