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El controvertido MVP de Steve Nash en 2005

El canadiense se alzó con un discutido MVP en la temporada 04-05 de la NBA. Su aporte al nivel colectivo de los Phoenix Suns le dio el premio.

El MVP de Steve Nash en 2005 tuvo la votación más reñida entre los periodistas (FOTOGRAFÍA gentileza Fadeaway World).
El MVP de Nash en 2005 tuvo la votación más reñida entre los periodistas (FOTOGRAFÍA gentileza Fadeaway World).

El premio al mejor jugador del año casi siempre genera mucha discusión. Salvo en algunos casos específicos, siempre hay más de un candidato al galardón lo que genera discordia. En ese contexto, un panel de 125 periodistas como analistas reconocidos por la liga tienen la posibilidad de definir al ganador. La influencia de la opinión pública siempre juega su presión, mientras que la subjetividad de cada especialista puede diferir del resto. Escenario ideal para un sinfín de polémicas.

Uno de los MVP más discutidos de la historia de la NBA sucedió en 2005, con Steve Nash como su acreedor. El canadiense le puso fin a una racha de 15 años sin que un base gane el premio desde Magic Johnson en 1990. A su vez, también cortó un período de tres años con jugadores interiores como ganadores. Tim Duncan (2002 y 2003) lo había hecho en las primeras dos ocasiones hasta que Kevin Garnett lo hizo en 2004. Como si fuese poco, previa a la conquista de Allen Iverson en 2001, Karl Malone y Shaquille O’Neal lo habían logrado en 1999 y 2000, respectivamente. Así fue el segundo perimetral en alzarse en siete años.

LOS JUSTIFICATIVOS DE NASH

La temporada 2004-2005 tuvo como mejor equipo a Phoenix Suns, lo que empieza a justificar el MVP de Steve Nash. El equipo de Arizona firmó un 62-20 con Mike D’Antoni como entrenador. El conjunto pasó de un 29-53 de la 03-04 a ser el mejor de la fase regular, mejorando su marca con 33 victorias. Miami Heat y San Antonio Spurs, ambos con un 59-23, fueron los que estuvieron más cerca del rendimiento del elenco de Phoenix.

Ese contexto se potencia aún más al analizar diferencias entre un año y otro de los Suns. El primer factor fue el regreso del canadiense, quien optó por dejar los Dallas Mavericks al ver que el equipo estaba a la baja. La franquicia texana terminó con un sorpresivo 58-24, principalmente justificado en el 16-3 conseguido por Avery Johnson. El asumió como coach tras la partida de un histórico como Don Nelson. La sorpresa finalizó en primera ronda, cuando Phoenix lo tachó de los Playoffs (4-1).

El base comandó a los suyos con 15,5 puntos, 11,5 asistencias, 3,3 rebotes y 1,0 robos en 34,3 minutos por noche. Fue el cuarto jugador en la historia de la liga en liderarla en asistencias y alzarse con el MVP. También fue el séptimo desde el inicio del registro de los pases-gol (1970) en tener 14 o más encuentros con al menos 10 asistencias en cada uno de ellos. Su promedio de asistencias fue el más alto de la liga desde las 12,3 de John Stockton en 1994.

En un contexto diferente al actual, hizo méritos para ganar el premio. Lideró el cambio rotundo de una franquicia que fue la mejor de la liga. Potenció a un plantel joven que tenía a 10 de sus 15 jugadores con menos de cuatro años en la liga. Tuvo números históricos en la generación de juego. Capaz de poner el pase exacto como ser letal desde su triple, Nash tuvo una candidatura más que sólida para alzarse con el MVP en 2005. Pero, ¿qué pasó con los demás?

SHAQ, SU PRINCIPAL COMPETIDOR

Steve Nash ganó al premio de MVP en 2005 con un total de 1066 votos de los 1270 posibles. Superó por 34 puntos a Shaquille O’Neal (1032), su principal perseguidor, en la votación más pareja desde que los periodistas emitieron su sufragio en 1981. Más atrás estuvieron Dirk Nowitzki (342), Tim Duncan (328) y Allen Iverson (240).

Indudablemente, el perseguidor principal fue Shaq. El pivote rompió su lazo con Kobe Bryant, Phil Jackson y Los Ángeles Lakers en el verano del 2004. Lo hizo tras la caída a manos de los Detroit Pistons en las finales. Y, como si fuese poca polémica, optó por unir fuerzas con Dwyane Wade en el Miami Heat. El archirrival del Orlando Magic, el equipo que lo seleccionó y amó desde 1993. Su decisión dolió en la otra franquicia de Florida que optó por no retirar su camiseta pese a liderarla a sus primeras finales en 1995.

Los números de Shaq fueron de élite pese a sus 32 años: 22,9 puntos, 10,4 rebotes, 2,7 asistencias y 2,3 tapones, todo esto con un 60,1% tiros de campo. Su punto débil continuó siendo el tiro libre: 46,1%, la peor marca de su carrera en aquel entonces, que terminó siendo la segunda más baja de su trayectoria.

El pivote tuvo 43 juegos en los que registro un doble-doble, 35 de ellos con al menos 20 puntos además del mínimo de 10 rebotes. Su mejor aparición fue una de 40 puntos, 12 rebotes (seis ofensivos) y cinco tapas ante los Washington Wizards, el 13 de diciembre del 2004. A diferencia de Phoenix, Miami mejoró de 42 a 59 triunfos al cabo del 2005. El equipo de Florida fue líder del este, pero los periodistas valoraron más el nivel colectivo sobre el individual y el salto con Nash aportó a los suyos.

LOS OTROS CANDIDATOS

Dirk Nowitzki fue quien completó el podio. El alemán sorprendió al liderar a un combinado texano que se esperaba a la baja tras la partida de Nash como de Don Nelson. Comandó al elenco con 26,9 puntos, 9,6 rebotes, 1,5 tapas, 1,2 robos y un 39,7% de efectividad desde el triple. Fue, posiblemente y estadísticamente hablando, su mejor fase regular. El impacto con el tiro exterior de un hombre grande se sintió más que nunca, dando a comprender la importancia de contar con un jugador así. Su aporte cambió la mirada de las herramientas necesarias en un «interior».

 

Tim Duncan no se alzó con el MVP, pero terminó ganando su primer anillo de la liga y silenciando a la crítica de que no podría hacerlo sin la ayuda de David Robinson, quien se retiró en 2003. El impacto del tándem de Tony Parker y Manu Ginóbili para acompañarlo se sintió muchísimo en la candidatura, pero fue uno de los mejores de la liga. Timmy D terminó con 20,3 puntos, 11,3 rebotes y 2,3 tapas, pero no alcanzó para firmar su tercer premio al mejor jugador del año. Tuvo su revancha con el MVP de las finales tras el 4-3 a los Pistons.

 

El quinto y último de la lista fue Allen Iverson. A.I. fue, estadísticamente hablando, el mejor de todos: 30,7 puntos, 7,9 asistencias, 4,0 rebotes y 2,4 robos. El 4,6 de pérdidas que acompañó a esos números manchó y bajó un poco el valor de tremendo campañón en su cuenta personal. A partir de él, los Sixers lograron su vuelta a Playoffs con un 43-39, diez triunfos más que el año anterior. No obstante, el rendimiento del equipo de Pensilvania fue el peor de los de los cinco implicados, lo que conspiró en su contra. Lideró la competencia en goleo, aunque tuvo bajos niveles de eficacia (40,9% de campo y 30,9% en triples). Jugó un año más en Philly antes de unirse a los Denver Nuggets.

 

CONCLUSIÓN

Steve Nash se quedó con el premio al MVP del 2005 por su impacto en el salto de calidad colectivo de los Suns. El equipo pasó de ser uno de los peores de la liga a terminar primero en la fase regular. Un revés por 4-1 en las finales de conferencia a manos de los Spurs le impidió coronar el año con un título.

En términos individuales, O’Neal tuvo un mejor rendimiento que Nash. Su aporte potenció a un Heat que estuvo a tan sólo un triunfo de acceder a la definición frente a San Antonio. Incluso, luego tuvo su venganza en 2006 al coronarse frente a los Dallas Mavericks, logrando así el primero de los tres títulos de su historia.

El aporte de Nash al general de los Suns fue más valorado como premiado por el panel que votó. Una votación tan reñida que habrá que considerar cuánto influyeron las decisiones de Shaq de abandonar la franquicia más popular de la liga y el traicionar a su primer equipo en algunos votantes. Pero la única verdad es la realidad y Nash fue el MVP, el segundo extranjero en lograrlo después de Hakeem Olajuwon. Un año más tarde repitió para volverse el noveno en hacerlo en años consecutivos. Pero eso quedará para otro análisis.

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