En 1995, la NBA llevó a cabo la expansión de la liga con dos franquicias canadienses. Una de ellas fue Toronto Raptors, que tuvo éxito desde su primera temporada con la consolidación de un grupo de fans muy fiel. Alcanzaron la meta en 2019, ya que salieron campeones por primera vez en su historia. El otro equipo fue Vancouver Grizzlies, que no logró el mismo desenlace.
En la primera temporada, 1995-96, contaba con una gran cantidad de espectadores en cada partido de local. Pero a medida que pasaron los años, el Rogers Arena empezó a mostrar sus espacios vacíos en los compromisos que disputaba el elenco en casa. Y por ende, las pérdidas económicas se empezaron a sentir en todos los sentidos.
¿A qué se debió esto? En primer lugar, los resultados no garantizaron una continuidad de los Grizzlies. La mejor campaña que cosechó el conjunto fue en la 2000-01, con 23 juegos ganados y 59 perdidos. Esa misma temporada regular fue la última en Vancouver. Y si bien fue la que terminaron con más victorias, no fue suficiente para evitar lo que ocurrió después.
Además, no hubo una estrella que haya sido el faro de esperanza. Estuvieron buenos jugadores como Mike Bibby, Antonio Daniels, Shareef Abdul-Rahim y Bryant Revaes, pero ninguno supo alcanzar ese status de figura indiscutida. Tal como ya lo eran Allen Iverson, Ray Allen, Kevin Garnett, Paul Pierce, entre otros.
Y encima, un hecho que los dejó marcado tuvo que ver con Steve Francis. El base había sido seleccionado por Vancouver en el Draft 1999. Pero nunca se mostró con la intención de jugar para la franquicia. Y terminó pidiendo el traspaso unos días después de la elección, debido a que en el aeropuerto de la ciudad fue confundido con un rapero. La dirigencia lo traspasó luego a Houston Rockets.
El final fue distinto al de Toronto Raptors. Vancouver era una ciudad que tenía un grupo de fans más ligado al hockey sobre hielo. Y ese efecto no se pudo trasladar al básquet. Por ende, era cuestión de tiempo que se concretara la mudanza.
Shareef Abdul-Rahim contó las sensaciones del último partido en Vancouver, que fue derrota ante Houston Rockets por 100 a 95, el 14 de abril. “Recuerdo que era como una energía espeluznante, nunca antes había experimentado eso. Fue enérgico, emotivo y algo espeluznante al mismo tiempo”, afirmó el ala-pivote.
MEMPHIS, LA CIUDAD GANADORA
La tarea de mudar la franquicia de ciudad. En 1999, el primer propietario de Vancouver Grizzlies, John McCaw, vendió la franquicia a Saint Louis. Pero ni bien anunció la decisión, el comisionado de la NBA David Stern rechazó el acuerdo porque no había relocalización desde que los Kings se movieron de Kansas City a Sacramento en 1985-86.
Fueron dos años de negociaciones, charlas y acuerdos para que se concretara la movida. En 2001, cambió el propietario porque Howard Eisley le compró las acciones a John McCaw. Sin embargo, duró poco la estadía del equipo en la ciudad canadiense bajo el mandato de Eisley. La pérdida de millones de dólares afectó en la toma de decisiones, lo que derivó en el comunicado oficial del flamante dueño anunciando la ventea de la franquicia el 26 de marzo del mismo año.
Hubo varios candidatos que se interesaron mucho en la compra. Entre ellos Anaheim, Louisville y New Orleans, que más adelante se quedó con la franquicia de los Hornets. Pero Memphis presentó un proyecto para arrancar jugando de local en el Pyramid Arena, mientras se construía el nuevo estadio que se comenzaría a utilizar en 2004.
Además, la aparición de un sponsor conocido fue fundamental para que esa idea se hiciera realidad. Algo que le faltó a Vancouver para poder mantener a los Grizzlies en su ciudad. Es que la empresa FedEx, reconocida internacionalmente, invirtió el dinero con el fin de que el nuevo estadio de Memphis llevara su nombre. Hasta el día de hoy, el FedEx Forum sigue estando presente en el estadio que empezó a usarse en 2004.
Finalmente, el proyecto estructurado, ordenado y claro de la ciudad perteneciente al estado de Tennessee. El 3 de julio 2001, recibió el respaldo fuerte de la NBA porque la Junta de Gobernadores aprobó de forma unánime la venta de la franquicia. A partir de ahí, se concretó la mudanza de Vancouver a Memphis, con J.R. “Pitt” Hyde y su esposa a la cabeza.
“Nos complace el entusiasmo de la comunidad y el notable nivel de apoyo a los Grizzlies. La ciudad de Memphis, el condado de Shelby, el equipo de persecución de la NBA, la comunidad empresarial y los inversionistas locales se han unido con (el propietario) Michael Heisley y la organización de los Grizzlies para asegurar que una exitosa franquicia de la NBA en Memphis sea una realidad”, anunció el comisionado de la NBA, David Stern.
“Este es un día emocionante para la gente de Memphis. Ahora es el momento de centrarnos en construir un equipo de baloncesto competitivo que sea una fuerza positiva en la ciudad”, afirmó el primer propietario de los Grizzlies en la ciudad estadounidense, J.R. “Pitt” Hyde.
También, el alcalde de la ciudad perteneciente al estado de Tennessee, Willie Herenton, manifestó: “Varios ciudadanos, así como funcionarios electos, han trabajado muy duro para hacer realidad este sueño de una franquicia de la NBA para Memphis”.
Afortunadamente, los Grizzlies tuvieron un arranque prometedor en Estados Unidos. Es que traspasaron a Mike Bibby y Shareef Abdul-Rahim por Jayson “Chocolate Blanco” Williams y un joven español llegado de Barcelona, Pau Gasol. En la tercera campaña en Memphis, los Grizzlies iniciaron la seguidilla con las primeras tres clasificaciones consecutivas Playoffs. Inclusive alcanzando la marca de los 50 triunfos. Por eso, la mudanza sirvió para que la franquicia se quedara por un largo tiempo brindándole momentos inolvidables a la ciudad de Memphis y el estado de Tennessee.