Desde el 1 de junio de 1998 hasta el 9 de enero de 1999. Más de siete meses sin poder saborear la magia que ofrece la liga estadounidense en cada competencia. De las cuatro huelgas, este fue el Lockout más largo que le tocó atravesar la organización norteamericana. Y el primero que afectara el sistema de 82 partidos de fase regular en la historia.
La última imagen que se pudo disfrutar del año 1998 fue el icónico tiro de Michael Jordan. El escolta convirtió aquel lanzamiento memorable para que Chicago derrotara a Utah. Y así, la franquicia de Illinois cosechara el segundo tricampeonato y el sexto de su historia.
Jordan anunció su retiro después de ese momento emblemático. Los Bulls ingresaron a una etapa de reconstrucción, la cual generó la salida del entrenador Phil Jackson, el éxodo de Scottie Pippen por un contrato mejor y las bajas de jugadores importantes de la dinastía. Y a la par, la NBA navegó por mares turbulentos.
SIETE MESES DE OSCURIDAD
Se había firmado un convenio colectivo en 1995, año del primer Lockout. Sin embargo, entró en revisión al concluir la tercera temporada porque había una regla que permitía que los propietarios analizaran el Collective Bargaining Agreement (CBA). El 57% de los ingresos económicos terminaban en manos de los jugadores, cuando la norma establecía un máximo del 51.8%.
El espacio salarial era muy bajo y habían contratos caros que excedían el tope del equipo. Esto provocaba que las franquicias sufrieran graves pérdidas económicas. La Larry Bird Exception, aplicada en jugadores como Kevin Garnett (firmó su primera renovación por 126 millones de dólares en seis años), no tenía un límite en la cantidad de dinero que recibían las estrellas que renovaban con su propio equipo.
“No había nadie en la NBA que haya pensado que las cosas seguirían como de costumbre. El que no pensaba que iba a haber una huelga al menos en el verano, realmente no sabía lo que estaba haciendo”, manifestó Bob Whitsitt, aquel entonces Presidente y General Manager de Portland.
A partir del 1 de junio, se anunció el Lockout después de muchas reuniones en las cuales no hubo ningún acuerdo entre propietarios y jugadores. ¿Qué implicó esto? Que se cerraron los estadios y centros de entrenamiento, que los equipos no hicieron incorporaciones y que los jugadores lesionados tuvieron que encargarse individualmente de las rehabilitaciones. Se suspendió el All Star Game y la selección de Estados Unidos afrontó el Mundial 1998 con integrantes de la NCAA y veteranos de ligas de otros países. Los partidos se cancelaron y el escenario de eventos se trasladó a las acaloradas oficinas.
LA TENSIÓN ALCANZÓ EL LÍMITE
Los dueños de las 29 franquicias y la Asociación de Jugadores (NBPA), presidida en esa época por la figura de los New York Knicks, Patrick Ewing, se tomaron su tiempo para que se desarrolle la disputa. La NBA había anunciado que 15 equipos padecían los problemas económicos, pero la NBPA señalaba que eran apenas cuatro.
Cada parte defendió con firmeza su postura en las negociaciones. Los propietarios pedían reducir la escala de novato y prohibir el uso de drogas. Por su parte, la Asociación de Jugadores se opusieron a las medidas contractuales que pretendían los dueños, y además reclamaban un aumento en los salarios mínimos.
“Había finalizado mis primeros dos años, por lo tanto estaba buscando mi extensión. Mi mentalidad era conseguir el mismo tipo de contrato (que el de Kevin Garnett). Había jugado mi primer All Star en 1998. Estaba entre los diez mejores anotadores y reboteadores, así que sabía que tenía los números para recibir un trato largo y grande”, recordó Antoine Walker, sobre un momento en el que se mostraba como una joven figura de Boston.
También, Damon Stoudemire, base de primer nivel en Portland en esa década, aclaró: “Los propietarios miraban el contrato de Kevin Garnett, pero yo miraba el de Big Country (Bryant Reeves). Creo que había conseguido 60 millones en seis campañas. Me dije mientras miraba eso: “No sé lo que voy a obtener, pero voy a conseguir algo””.
SE VOLVIERON A PRENDER LAS LUCES
“Recuerdo estar en una sala con 35 personas y, por alguna razón, parecían enfocarse en la imagen que le iba a presentar a David Stern. Creo que sentían que habían sido vendidos en el pasado. Les dije que no se iban a tener que preocupar de eso conmigo”.
Quien dijo eso fue Billy Hunter, Director Ejecutivo de la NBPA. El dirigente de la Asociación de Jugadores se convirtió en una figura importante a la hora de llegar a un acuerdo con el Comisionado de la NBA. Y eso que David Stern puso un ultimatum el 23 de diciembre de 1998, diciendo que se iba a cancelar la temporada 1998-99 si no se llegaba a un acuerdo el 7 de enero de 1999.
“Le dije (a Hunter) que tuvimos desacuerdos muy serios. Me gustaría sentarme y negociar. Diría que estamos más cerca de que se pierda la temporada”, comunicó David Stern el día 23 de diciembre de 1998.
Pero el Lockout tuvo su punto final el 7 de enero de 1999. La Junta de Gobernadores de la NBA ratificó por unanimidad el nuevo acuerdo de negociación colectiva de seis años entre la liga y la Asociación Nacional de Jugadores. Se mantuvo la Larry Bird Exception, pero se implementó por primera vez el impuesto de lujo para aquellas franquicias que superaran el tope salarial del plantel (que también fue modificado). Además, se establecieron límites para los jugadores que firmaran la escala de novato y se aumentó el salario mínimo.
DE VUELTA A LA ACCIÓN
Hubo una transición muy larga después de esa novela. En los siguientes tres años al Lockout, los ratings de televisión y la recaudación de entradas a los estadios bajaron notablemente. Muy lejos estuvo la NBA de alcanzar los 35,9 millones de espectadores en el emblemático sexto juego de los Bulls de Michael Jordan en Utah, de las Finales 1998.
The San Antonio Spurs took advantage of the NBA lockout in 1998-99 and won their first of many championships. pic.twitter.com/5LtBj68evm
— NBA Math (@NBA_Math) October 30, 2017
Sin embargo, el 7 de enero de 1999 se produjo la mejor noticia en un contexto delicado para la liga: que se terminara el Lockout más prolongado de la historia. La temporada 1998-99 se pudo llevar a cabo desde el 5 de febrero y cada equipo disputó 50 encuentros de fase regular.
Se volvieron a abrir los estadios y centros de entrenamiento, los equipos concretaron fichajes, los jugadores lesionados se recuperaron con el cuerpo médico de la plantilla y la pelota se picó nuevamente en cada parquet.