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31/07/2007

El memorable traspaso de Kevin Garnett a Boston Celtics

El 31 de julio de 2007, Minnesota Timberwolves acordó un intercambio sin precedentes de The Big Ticket al conjunto de Massachusetts.

Kevin Garnett Boston
La camiseta de número 5 de Kevin Garnett está en lo más alto del TD Garden (FOTOGRAFÍA: gentileza Bleacher Report).

En 1986, Boston Celtics salió campeón por última vez en la era de Larry Bird. A partir de ahí, la franquicia pasó 22 años sin poder volver a levantar el trofeo de Larry O’Brien. Ese plantel, que contaba con el número 33, Kevin McHale y Danny Ainge, siguió compitiendo en lo más alto durante un par de temporadas más. Sin embargo, no le alcanzó para retornar a la gloria.

La década de 1990 fue muy difícil para el conjunto de Massachusetts, ya que se clasificó a Playoffs en 1991, 1992, 1993 y 1995. Luego, el equipo entró en un período completo de recontrucción. Y parecía que las épocas gloriosas habían quedado en el pasado.

Pero el primer paso de cara al renacimiento ocurrió en 1998, cuando Boston seleccionó en el Draft a Paul Pierce. Con su talento descomunal, The Truth aceptó acompañar a una de las franquicias más ganadoras de la NBA en una etapa muy complicada. Entre 2002 y 2005, el alero tuvo la posibilidad de jugar sus primeras postemporadas.

En 2003 sucedió otro hecho importante, debido a que Danny Ainge asumió como General Manager. El jugador histórico de Boston regresó al conjunto de Massachusetts con la meta de edificar un plantel que devolviera a los Celtics a los primeros puestos de la liga.

Después del pasaje a Playoffs en 2005, el elenco de Doc Rivers estuvo dos campañas sin retornar a la postemporada. Y el registro de la 2006-07 fue el botón detonante porque ganaron apenas 24 partidos de los 82 de la fase regular. Las 58 derrotas provocaron que Danny Ainge pusiera toda la carne al asador en el verano estadounidense de 2007.

NACE EL BIG THREE

En la noche del Draft de 2007, la sorpresiva selección a Kevin Durant en el segundo puesto no fue la única noticia que revolucionó a la NBA. Además, Boston Celtics pateó el tablero adquiriendo a Ray Allen en un canje con Seattle Supersonics. A cambio, entregó el pick número cinco de ese año (Jeff Green), Wally Szczerbiak y Delonte West. Por otro lado, el histórico tirador se mudó junto con la selección de segunda ronda de la franquicia de Minneapolis, Glen “Big Baby” Davis.

Este movimiento significó la antesala a la bomba definitiva que se anunciaría unos días más adelante. La llegada del escolta ya formaba un nucleo de primer nivel junto con Paul Pierce. Después, se concretó el arribo de un interno que catapultó a Boston hacia la pelea por el título.

El 31 de julio de 2007, se comunicó el arreglo entre los Celtics y Minnesota Timberwolves para el aterrizaje de Kevin Garnett al equipo de Massachusetts. El traspaso resultó ser único porque incluyó la mayor cantidad de jugadores en un intercambio en la historia de la NBA. Los involucrados en el trueque fueron Ryan Gomes, Gerald Green, Al Jefferson, Theo Ratliff, Sebastian Telfair y dos picks de la primera ronda del Draft.

The Big Ticket cambió finalmente de equipo ese día, luego de haber sido la figura de Minnesota en los primeros doce años de su carrera. El ala-pivote guió a los Wolves hacia sus primeras y únicas Finales de Conferencia en 2004. Pero esa fue su última aparición en los Playoffs con el elenco de Flip Saunders. Este hecho y sus conflictos con la dirigencia causaron la ida de la estrella de la mejor liga del mundo a una de las franquicias más laureadas.

“Diría que este es sin duda un gran día en la historia de nuestra franquicia. Kevin Garnett realmente ha significado mucho para nuestra franquicia, no solo como miembro de nuestro equipo, sino como amigo. Por otro lado, era hora de que tuviéramos que tomar una decisión sobre la dirección de este equipo, mirar hacia el futuro y tratar de descubrir la mejor manera en que podamos desarrollar un equipo que tenga un mejor récord y un mayor éxito que el que hemos tenido”, escribió el propietario de Minnesota, Glen Taylor, en un comunicado oficial.

EL CAMINO HACIA LA GLORIA

Kevin Garnett se mostró desde el primer momento motivado por su aterrizaje en Boston. “Esta es probablemente mi mejor oportunidad de ganar un anillo. Fue una obviedad”, afirmó el interno. Por su parte, Paul Pierce expresó: “Este es un día tremendo. Me siento como si fuera otra vez un novato”.

Sin embargo, el General Manager Danny Ainge los incentivó aún más en alcanzar la meta. “Estos muchachos no serán un Big Three hasta que ganen un campeonato”, manifestó el emblema de los Celtics.

El trayecto en la fase regular 2007-08 fue impecable, ya que el elenco de Doc Rivers terminó con el mejor récord de la competencia. Con 66 triunfos, los de Massachusetts lograron la mejor remontada de todos los tiempos porque ganaron 42 compromisos que en la temporada anterior. Este significó el primer llamado de atención a toda la competición. Kevin Garnett acompañó con un registro de 18,8 puntos, 9,2 rebotes, 3,4 asistencias, 1,4 robos y 1,3 tapa por aparición.

La postemporada comenzó de forma turbulenta para Boston. En la primera ronda sufrió el duelo con Atlanta Hawks, a tal punto que necesitó de los siete juegos de la serie para poder avanzar a la siguiente instancia. Después, volvió a conseguir un 4-3 muy ajustado, esta vez con los Cleveland Cavaliers de LeBron James.

Un poco más de autoridad impusieron en las Finales del Este ganando dos enfrentamientos de visitante para superar a Orlando Magic por 4 a 2. De esta manera, Kevin Garnett, Ray Allen y Paul Pierce comandaron a los Celtics hacia sus primeras Finales de la NBA desde 1987.

El rival en la instancia decisiva fue el archienemigo de toda la vida, Los Ángeles Lakers. Kobe Bryant y Pau Gasol intentaron arruinar la ilusión del conjunto de Massachusetts. Pero los dirigidos por Doc Rivers sobrevivieron a la durísima batalla y festejaron después de ganar el séptimo duelo. Así, la franquicia verde volvió a levantar el trofeo Larry O’Brien después de 22 años.

Kevin Garnett promedió 18,2 unidades y 13 tableros por encuentro, con el fin de hacer realidad un sueño que se le postergó hasta los 31 años de vida. The Big Ticket rompió el maleficio y tocó el cielo con las manos tras devolver a Boston hacia la grandeza. Por todo esto, el General Manager Danny Ainge acertó con el histórico traspaso que realizó el 31 de julio de 2007.

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