Glen Davis, ex jugador de Boston Celtics, campeón de la NBA en 2008, fue condenado a 40 meses de cárcel por fraude, debido a la presentación de facturas médicas falsas.
Davis, un interno potente que tuvo pasos por Celtics (2007-11), Orlando Magic (2011-14) y Los Angeles Clippers (2014-15), se “aprovechó” del plan médico que otorga la NBA para obtener beneficios personales.
No fue solo él: fueron en total 22 personas implicadas, 18 de ellas ex jugadores. Por esta razón, Big Baby deberá pagar 80.000 dólares, estará 40 meses en prisión y tendrá tres años de libertad condicional.
Davis fue una pieza clave del equipo de Doc Rivers, que tuvo, entre otras estrellas, a Rajon Rondo, Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett. Fue uno de los primeros Big Three en laboratorio de la historia NBA.
Terrence Williams, también ex jugador, fue el máximo responsable de esta movida y por eso fue condenado en 2023 a 10 años de cárcel.
Glen Davis: “Cuando perdí el básquetbol me perdí a mí mismo”
Previo a la sentencia, el fiscal federal adjunto Ryan Finkel dijo que Davis ejecutó “un esfuerzo sofisticado e inteligente” para enmascarar su delito.
Fueron presentadas cartas con testimonios de ex entrenadores, jugadores, familiares e incluso del director ejecutivo de la NBPA, Andre Iguodala, junto al abogado general Ron Klempner.
“En nombre de todos nuestros miembros pasados y presentes de la NBPA, les pido respetuosamente que consideren los logros de Glen y el impacto positivo que ha tenido en quienes lo rodean al determinar su sentencia”, escribió Iguodala en su carta. “Reconozco la gravedad de este asunto legal y aprecio la minuciosidad del proceso judicial y pido indulgencia teniendo en cuenta estos factores”, se dio a conocer en la cadena ESPN.
Solo asistieron a la sentencia dos periodistas y media docena de asistentes de la fiscalía.
Davis se retiró de la NBA en 2014-15. En su declaración final, sacudió su cabeza, hundió su rostro entre las manos y dijo ante la jueza Valerie E. Caproni antes de la sentencia: “Cuando perdí el básquetbol, me perdí a mí mismo”.
“Le pido, señoría, que me ayude a volver a ser quien soy”.