Kawhi Leonard ya había demostrado en San Antonio Spurs que tenía las condiciones para ser un jugador determinante en la lucha por un campeonato. En 2014, fue seleccionado como el MVP de las Finales tras haber liderado al conjunto texano hacia el triunfo sobre Miami Heat por 4 a 1. Asimismo, en esa serie se destacó realizando el arduo trabajo de defender a LeBron James.
Y en 2019, fue capaz de ratificar su capacidad para ser la bandera de un equipo con aspiraciones al título. En esta ocasión, fue con Toronto Raptors en la única temporada de su carrera que vistió la camiseta del conjunto canadiense. El alero fue traspasado de San Antonio hacia la franquicia que se identifica con el lema “We The North”. Luego de siete años, La Garra dejó el conjunto texano tras una última campaña conflictiva con la dirigencia a raíz de sus lesiones.
Kawhi Leonard aprovechó la temporada 2018-19 para volver a demostrar que pertenecía a la élite de la NBA. Y el elenco administrado por Masai Ujiri lo eligió en el afán de construir un núcleo de primer nivel, junto con Kyle Lowry, Danny Green, Pascal Siakam, Serge Ibaka, Marc Gasol, Fred VanVleet, entre otros.
Toronto Raptors hizo una buena fase regular, ya que finalizó en el segundo puesto del Este con un récord de 58 triunfos y 24 derrotas. Esto le permitió asegurarse un lugar en los Playoffs, cruzándose en primera ronda con Orlando Magic. El conjunto de Florida le arrebató el primer duelo en Canadá, pero los dirigidos por Nick Nurse respondieron con cuatro victorias consecutivas.
Por eso, clasificaron a la segunda ronda para medirse con Philadelphia 76ers. El rival estaba con la intención de sorprender a la liga por el quinteto que había formado: Ben Simmons, J.J. Redick, Jimmy Butler, Tobias Harris y Joel Embiid. Ambos conjuntos querían tomar el trono de la Conferencia, tras la partida de LeBron James a Los Ángeles Lakers. El Rey había dominado la región desde 2011 hasta 2018, tanto con Miami Heat como con Cleveland Cavaliers.
UN ENFRENTAMIENTO APASIONANTE
La serie comenzó en el Scotiabank Arena, escenario de los Raptors. El dueño de casa se impuso en el primer enfrentamiento por 108 a 95, pero perdió en el segundo por 94 a 85. Después, la historia se mudó al Wells Fargo Center, con dos partidos que se distribuyeron en una victoria cada equipo. Y en los dos juegos siguientes, se repartieron las localías. Toronto ganó el quinto punto por 125 a 89, de local, mientras que Philadelphia se quedó con el sexto por 112 a 101, en casa.
El séptimo enfrentamiento definió un histórico cruce de Semifinales de Conferencia. El encuentro se llevó a cabo el 7 de mayo, en el Scotiabank Arena. No hubo grandes diferencias, ni tampoco llegaron a superar la barrera de los 100 tantos. De hecho, Jimmy Butler empató el marcador en 90, a falta de cuatro segundos para el cierre. El alero de los Sixers hizo un gran esfuerzo terminando el match con 16 unidades y cuatro tableros.
Sin embargo, había tiempo suficiente para una jugada más. Marc Gasol repuso de costado, en la mitad de la cancha. Kawhi Leonard se liberó para recibir la pelota y encarar hacia el aro contrario. No pudo liberarse de la marca de Ben Simmons, pero se hizo un espacio en un costado para lanzar antes de que suene la chicharra. La naranja golpeó en el soporte infinitas veces, recreando una película de suspenso. Pero la suerte terminó estando de su lado, y la bola entró.
Esa conversión desató la locura de los hinchas de Toronto, los seguidores de la NBA y los mismos relatores que estaban transmitiendo el partido. Y además del final electrizante y agónico, esa anotación se convirtió en la primera de todos los tiempos en suceder en el cierre de un séptimo partido de Playoffs. La jugada emblemática de La Garra se metió en el recuerdo de la mejor liga del mundo. Así, concluyó un duelo consagratorio con 41 puntos, ocho rebotes, tres asistencias y tres robos.
“Fue genial. Eso fue algo que no había experimentado antes, un tiro ganador en un séptimo juego. Significó una bendición ser capaz de llegar a ese punto, anotar ese lanzamiento y sentir ese momento. Se trató de algo que podré volver a ver de mi carrera”, expresó Kawhi Leonard sobre el game-winner.
Su entrenador en ese torneo, Nick Nurse, lo elogió en la conferencia de prensa post-partido. “Estuvo increíble en ambos costados. Esa es su singularidad. No solo puede conseguirte 30 tantos o más, sino que hay momentos en los que puede decidir que tampoco estás anotando”, afirmó el entrenador de los Raptors.
También, uno de sus contrincantes se refirió al dramático cierre del encuentro. “Fue duro. A nadie le gusta perder de esa forma”, manifestó Jimmy Butler, alero en ese certamen de Philadelphia 76ers.
Esa jugada quedó grabada como si fuera una película con un desenlace perfecto. Y no solo por el resultado final, que fue a favor de Toronto Raptors por 92 a 90. Sino también porque esa escena resultó trascendental para la definición de la campaña 2018-19. El 4-3 ubicó al conjunto canadiense en las Finales del Este, algo que solo había podido lograr en su historia en 2016.
La parada siguiente fue Milwaukee Bucks, el equipo que había finalizado en el primer puesto de la Conferencia durante la fase regular. Pero ese liderazgo quedó atrás en el mano a mano que significaron las Finales de la región. Y ahí, Kawhi Leonard se hizo fuerte para comandar a su equipo hacia el triunfo. Con 27 unidades y 17 tableros en el sexto duelo, Toronto Raptors se impuso en el juego por 100 a 94 y cosechó su primer campeonato del Este en 23 años de historia.
En las Finales, los canadienses se enfrentaron con Golden State Warriors, que venían de ser bicampeones de la NBA. Sin embargo, La Garra usó toda su fuerza y su talento con el objetivo de quitar del trono a los de la Bahía. Con un promedio de 28,5 puntos, 9,8 rebotes y 4,2 asistencias, guió a los de Nick Nurse hacia el 4-2 y el primer título en la historia de la franquicia. Así, se transformó en el primer jugador de todos los tiempos en ser elgido el MVP de las Finales en dos equipos de diferentes Conferencias.
Kawhi Leonard dejó Toronto Raptors en la agencia libre de 2019, con el fin de sumarse a Los Ángeles Clippers y encontrarse con Paul George. No obstante, la franquicia canadiense lo recordará como uno de los símbolos máximos que hayan pasado por el equipo. Es que fue capaz de darles el primer trofeo Larry O’Brien, desde su arribo a la liga en 1996. Y la hazaña empezó con ese doble ganador en el séptimo enfrentamiento con Philadelphia 76ers. El alero demostró que estaba preparado para derribar barreras de un equipo con pocos años de experiencia en la NBA.