El Palacio de Auburn Hills volvió a estar rendido a sus pies. Isiah Thomas se alzó como el máximo anotador de la historia de los Detroit Pistons en la noche del 1 de diciembre de 1991. El base finalizó con 22 tantos para comandar la victoria de su equipo sobre los Houston Rockets por 94-87. Así, alcanzó la marca de 15.493 puntos y sorteó a Bob Lanier (15.488). Este último luego cayó al último lugar del podio por el estupendo paso de Joe Dumars (16.401).
Los Pistons llegaron a ese encuentro dominical en el cierre de un back-to-back que había incluido una derrota ante los Knicks (86-93) en New York. Los casi 22 mil fanáticos presentes estaban expectantes por ser testigos de un hecho histórico, pero el cansancio podía jugar en contra de sus aspiraciones. Para su ‘alegría’, los locales habían tenido una mala segunda mitad y Chuck Daily les había dado menos tiempo en cancha a los jugadores principales.
Sin embargo, Thomas volvió a demostrar por qué fue el rey de Detroit por ese entonces. Houston llegó en un mejor nivel que su rival, pero no contó con un histórico como Hakeem Olajuwon, lo que favoreció el escenario para el hecho histórico. El base lideró el triunfo con 22 puntos y 12 asistencias para liderar el ajustado triunfo local. El récord llegó desde la línea de tiros libres tras una falta de Otis Thorpe en el último cuarto. Luego del siguiente ataque del rival, Daly pidió un tiempo muerto neta y exclusivamente para que el héroe de la noche pueda recibir su merecida ovación. Tras el triunfo, le entregó la pelota del partido en el medio de la cancha bajo un aluvión de aplausos y vitoreos.
ISIAH THOMAS, UN ANOTADOR DE LUJO
‘Zeke’ es el máximo emblema de los Detroit Pistons. Podrán pasar los años y continuará siendo el referente idoneo de la franquicia. Esto se debe a que su estilo de juego representa a la comunidad. Un creador de juego superlativo capaz de ensamblar con cualquier jugador para que este último pueda aprovechar al máximo sus virtudes ofensivas. A la par, un defensor aguerrido de la primera línea que conecta al equipo e impone el sacrificio colectivo para negar la anotación rival. Por estas cualidades es la bandera de la ciudad industrial localizada en el estado de Michigan.
Si bien esas fueron sus principales virtudes, Thomas también fue un sinónimo de anotación. Su gran control de la pelota y prodigiosa visión de juego le permitía explotar cada hueco que la defensa rival cedía. Como la mayoría de los goleadores talentosos de los 80′-90′, hizo un culto del rompimiento con el balón en sus manos para castigar de media y corta distancia.
Promedió 19,5 puntos por encuentro a lo largo de su carrera, marca válida para estar entre los mejores 100 jugadores de la historia. Además, encajó 18.822 tantos en su carrera, registro que al 24/02/2022 le permite ser el 71° con más unidades en la NBA. Así, el base es el jugador de los Pistons con más: puntos; asistencias; robos; tiros de campo encajados; dobles anotados y tiros libres acertados. Un verdadero ícono para la franquicia y la liga.
Thomas finalizó la temporada 1991-92 con 18,5 puntos, 7,2 asistencias y 3,2 rebotes, números que le permitieron acceder al 11° de sus 12 All-Star disputados. No obstante su rivalidad con Michael Jordan y otras estrellas de la NBA, producto del estilo de juego de los Bad Boys, llevó al mismísimo Daly a no seleccionarlo para el Dream Team que se quedó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.