Jerry Buss fue, para muchos, el mejor dueño que tuvo la NBA como cualquier franquicia del deporte estadounidense. Logró diez títulos durante su conducción de Los Ángeles Lakers. Además, fue él quien impulsó el Showtime de los 80’ de la mano de Magic Johnson.
SU LLEGADA A LOS LAKERS
Jerry Buss nació el 27 de enero de 1933 en Salt Lake City, Utah. Hijo de Lydus y Jessie, pareja que estaba divorciada, algo llamativo para la época. El pequeño desarrolló un mayor afecto con su madre, lo que influyó en su traslado a Los Ángeles. Luego se movería a Kemmerer para estudiar en la Universidad de Wyoming. Allí estudió y se recibió de licenciado en ciencias. Más tarde pasó por la Universidad del Sur de California donde logró un doctorado en ingeniería química.
Empezó a trabajar en un departamento de minas, donde ganó sus primeros dólares. Con ellos hizo su primera inversión. Destinó mil dólares al rubro inmobiliario en la época de la Gran Depresión. Fue un acierto, lo que dio lugar a nuevas apuestas como aciertos. Para cuando se quiso dar cuenta, ya era un joven con mucho dinero como poder.
Su siguiente paso fue invertir en el rubro deportivo. Adquirió a Los Ángeles Strings (tenis) en 1974, pero él quería algo más fuerte como llamativo. El equipo de básquetbol de la ciudad californiana, por historia y popularidad, era la mejor opción. Hizo la compra del elenco a Jack Kent Cooke por 65 millones de dólares en 1979. El trato incluyó al elenco de básquetbol masculino, como Los Ángeles Kings (hóckey sobre hilo) y el mítico Forum, la casa de ambos equipos.
Casualidad o causalidad, su arribo coincidió con el de Magic Johnson. El base fue el número uno del Draft 1979, la primera selección de la era Buss. Desde allí se empezó a fundar aquel estilo que marcó una época como el ‘Showtime’ del elenco de Los Ángeles.
LA SITUACIÓN DE LA FRANQUICIA
Cuando Jerry Buss se hizo con los Lakers, la franquicia estaba lejos de ser la mejor. Fundada en Minneapolis, fue campeona en seis de sus primeros siete años de existencia. Tenía un jugador legendario en George Mikan que luego rodeó con Jim Pollard y Vern Mikkelsen.
Sin embargo, cuando Mikan abandonó la práctica deportiva, todo se hizo cuesta arriba. La franquicia vivió a la sombra de los Boston Celtics de Red Auerbach como de Bill Russell. Tras su sexto título en 1954 inició un período de vacas flacas que inclusive llevó a la mudanza a Los Ángeles en 1960.
Ya localizada en California contaba con valores como Elgin Baylor y Jerry West. Como carecía de un pivote dominante, padecía el juego de la época. Tuvo seis reveces ante los Celtics en las finales hasta que logró su revancha. La llegada de Wilt Chamberlain como el retiro de Russell se combinó para lograr la conquista esquiva. Esta llegó en la 1972-73, incluso tras una caída previa ante los Knicks en la definición de 1970.
Desde entonces el combinado clasificó a tres Playoffs y se ausentó a dos. Al comprar la franquicia recibió a un equipo que ya no contaba con Chamberlain. West, el base del equipo campeón de 1973, era un entrenador que no se sentía a gusto con su puesto. Kareem Abdul-Jabbar mantenía a flote a un elenco del cual se esperaba más en la tierra de Hollywood.
TÍTULO RÁPIDO E IDEAS CLARAS


Cuando Jerry Buss asumió la conducción de los Lakers, tenía en claro que quería más que un equipo exitoso. El nuevo mandamás buscaba un elenco con el cual la ciudad de Los Ángeles se pueda identificar. En la tierra de las películas, el show no podía faltar. El básquetbol debía volverse una de las máximas atracciones.
El arribo de Magic Johnson ayudó a concretar esa idea. El base era inusual: medía 2,06 metros mientras que contaba con una facilidad inusual para lucir en ataque. Ya sea asistiendo con pases sin mirar o anotando como ninguno, rápidamente se volvió el mejor jugador de la liga. Como si fuese poco tenía a su lado a uno de los mejores pivotes de la historia que era veterano con aporte en ambos lados de la cancha.
El segundo movimiento de Buss fue quitar a Jerry West del cargo de coach para hacerlo scout. Ascendió a Jack McKinney al cargo de entrenador principal, pero lo despidió tras 13 juegos. Fue Paul Westhead quien quedó a cargo de un elenco que encontró sus armas con el correr de la fase regular. Un 60-22 hizo posible el primer lugar en la conferencia.
La organización californiana no tuvo problemas en los Playoffs. Sorteó por 4-1 a Phoenix Suns y Seattle Supersonics para acceder a la definición. Luego venció 4-2 a Philadelphia 76ers en las finales. Incluso cerró la historia sin un lesionado Abdul-Jabbar y con Magic Johnson oficiando de pivote en el sexto juego. El «novato» terminó con 42 puntos y 15 rebotes en el juego que selló la conquista del tan ansiado campeonato.
Como si fuese poco, a mediados de la temporada 1979-80 traspasó a Don Ford a Cleveland Cavaliers. El equipo recibió un pick de primera ronda de Draft de 1982 además de Butch Lee. Aquella selección acabó siendo la número 1, vía por la cual sumó a James Worthy.
EL CLUB VIP QUE RODEÓ A LOS LAKERS
A la hora de identificar fanáticos icónicos de los Lakers emerge el nombre de Jack Nicholson. Su conexión con los Lakers inició antes de la era Jerry Buss, pero se solidificó con su arribo.
El dueño formó el Club Forum, un espacio VIP para los máximos fanáticos de la franquicia. Por aquel entonces Jack Nicholson era, discutiblemente, el mejor actor del momento. Contaba con cinco nominaciones a un Óscar, además de ganar el premio por su papel en «One Flew Over the Cuckoo’s Nest» (Atrapado sin salida – 1975). Jerry Buss lo convenció a unirse al selecto grupo, volviéndose así un asistente prácticamente perfecto a los juegos de los Lakers.
La inclusión de Nicholson despertó el interés de otras estrellas de la NBA, lo que generó aún mayor participación del público local. A su vez, creó a las Lakers Girls, un grupo de porristas que cambió la mirada de la competencia. Si bien la NBA tenía algunos combinados, Buss consideró que la inclusión de ellas permitía mantener al público activo. A su vez, contrató a bandas para que se presenten en los entretiempos.
Su acercamiento al entrenamiento dio un cambio rotundo a la perspectiva de la liga. La NBA quería enviar el mensaje que Buss logró. No se trataba únicamente de un partido de básquetbol. Se quería vender a un producto de entretenimiento deportivo y tenía que ser el mejor. A partir del éxito tanto dentro como fuera de la cancha llegó la popularidad de los Lakers.
CONFLICTO INTERNO Y NUEVO ENTRENADOR


La segunda temporada tuvo a un Magic Johnson con dos caras. Por un lado promedió 21,7 puntos, 8,5 rebotes y 8,5 asistencias. Por el otro, apenas disputó 37 juegos de la fase regular por problemas en sus rodillas. El equipo se las ingenió sin él para lograr un 54-28, pero fue eliminado por los Houston Rockets (2-1) en el inicio de la postemporada.
La 1981-82 arrancó con cambios. Si bien el binomio de Magic y Westhead dio un título en 1980, había un conflicto entre ambas partes. Al base no le gustaba el sistema del coach, mientras que este último le recriminaba falta de entrega en el costado defensivo. Jerry Buss tuvo que tomar una decisión, inclinándose por mantener al perimetral y despidiendo a Westhead. Luego, designó a Pat Riley como su sucesor.
Riley fue el entrenador ideal para el Showtime. Con una estructura ofensiva consolidad, el nuevo director técnico se encargó de mejorar al equipo en el costado defensivo. ¿El resultado? 57-25 en fase regular; 4-0 a Suns y Spurs; y 4-2 a 76ers para ganar el título. Tras la obtención del anillo sumó a James Worthy.
Si bien el arribo del escolta le dio mayor goleo, tardó tres años en volver a gritar campeón. Primero vivió la revancha de los 76ers de Moses Malone. Luego, padeció a los Celtics (4-3) en 1984.
Con una base más experimentada como más profunda (incorporó a Michael Cooper, Bob McAdoo y Byron Scott, entre otros), logró el festejo. Fue con venganza ante el archirrival con un 4-2. Coronó una campaña de 62-20 en fase regular.
El equipo no pudo repetir el título en 1986, pero ganó otros dos con el tándem de Johnson y Kareem en 1987 y 1988.
BAD BOYS, JORDAN Y LA PARTIDA DE MAGIC


Cuando Kareem Abdul-Jabbar se retiró, llegó la primera señal de necesidad de reordenamiento. El equipo angelino arribó a las finales de 1989 en el primer año sin el pivote, pero padeció a un elenco de Chuck Daly que lo barrió. Al año siguiente, desperdició un 63-19 en fase regular al caer en semifinales de conferencia ante Phoenix Suns (4-1).
La temporada 1990-91 fue la última de la era Magic en la que tuvo una chance clara de ser campeón. La campaña llegó con la partida de Pat Riley, lo que dio lugar a la conducción de Mike Dunleavy. El nuevo coach lideró al elenco a un 58-24 en la fase regular y no tuvo mayores inconvenientes en su camino a las finales. Allí se topó con un Michael Jordan que inició la etapa de seis títulos en ocho años para los Chicago Bulls. El duelazo de Johnson contra el escolta acabó en manos de este segundo.
El verano de 1991 llegó con la intención de actualizar el contrato de Johnson y añadir bonificaciones al vínculo. Tras el acuerdo entre partes, el jugador debió hacerse estudios médicos de rutina antes de la firma. Lo inesperado sacudió a todos. Magic Johnson se vio obligado a retirarse de la práctica deportiva tras contraer el virus VIH, que en aquel entonces no tenía tratamiento. Fue el mismo Jerry Buss quien lideró la conferencia de prensa reconocida como «The Announcement» (El anuncio), en la que Johnson señaló que no volvería a jugar. Más tarde volvería al ruedo a través del All-Star de 1992 como con su presencia en el Dream Team de Barcelona 1992.
EL LÍDER NECESARIO PARA UN DÚO EXPLOSIVO


Si bien la palabra «transición» no era parte de su diccionario, Jerry Buss comprendió que debía transitar una. El equipo había quedado debilitado tras los retiros de Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson. Paleó el período en las sombras con jugadores como Vlade Divac, Elden Campbell y el joven Nick Van Exel, además de Worthy. Comprendía que debía esperar a fichar a una súper estrella.
Tras volver a los Playoffs en 1995 (semifinales de conferencia) y una nueva aparición en 1996, el jugador tan ansiado apareció. La franquicia se hizo con Kobe Bryant, quien se salteó el período universitario para jugar en la NBA. El escolta llegó desde Charlotte Hornets, que lo seleccionó con el 14° pick. El combinado angelino envió a Vlade Divac en un movimiento que le dio espacio salarial para fichar a un jugador consolidado. Shaquille O’Neal, el mejor pivote del momento, aceptó unirse al combinado tras no poder lograr el título con el Orlando Magic.
El par encajó rápidamente. pero tardó en concretar su potencialidad de la mejor dupla de la liga. El equipo falló en reiteradas ocasiones, además de tener al Utah Jazz de John Stockton y Karl Malone como escollo en el oeste. Intentó posicionarse como candidato en 1999, tras el retiro de Michael Jordan, pero no pudo sortear a San Antonio Spurs. Esto profundizó la mala relación entre Shaq y Kobe.
Cuando todo parecía indicar que la pareja sería un gran fiasco, apareció su capacidad. Jerry Buss intervino junto al gerente general, Jerry West. El par convenció a Phil Jackson para salir de su descanso en pos de conducir al tándem como al equipo.
El Maestro Zen impuso su ofensiva del triángulo como una nueva forma de ganar. La franquicia ganó 67 partidos en fase regular y terminó de quebrar el cerrojo con un triunfo clave en el séptimo juego de las finales de conferencia ante Portland. Un alley-oop entre ellos para terminar de sellar el boleto a las finales envió un mensaje claro: había cambiado el orden de la NBA. 15 días más tarde, el 19 de junio del 2000, sumó el esquivo título con un 4-2 sobre Indiana Pacers en las finales.
TRICAMPEONATO Y DESPEDIDAS
El arribo de Phil Jackson catapultó a los Lakers. Sin embargo, el entrenador mantuvo una constante mala relación con Jerry West. Ahí fue cuando Jerry Buss debió definir a quién de los dos mantenía, pero West le ahorró el problema. Renunció sabiendo que lo mejor era alejarse. Mitch Kupchak asumió el puesto gerente general, cargo que mantiene en 2022.
La partida de West desactivó una bomba que permitió mantener el ritmo ganador. Campeón en 2001 y 2002 para sumar ocho títulos durante la era Buss.
La temporada 2002-03 tuvo altibajos tanto dentro como fuera de la cancha. La franquicia vio la reacción de los Spurs de Tim Duncan y David Robinson potenciarse con las llegadas de Tony Parker y Manu Ginóbili. Cayó 4-2 en semifinales de conferencia ante el conjunto texano.
Aquel año también tuvo el fallecimiento de Chick Hearn, a quien Buss optó por homenajear con un uniforme blanco, el primero de este color de la franquicia. El mismo fue utilizado cada vez que el equipo jugó un domingo. También lo hizo en la jornada de Navidad, despertando así lo que luego fue una tendencia en la liga: uniformes de Navidad.
UN NUEVO COMIENZO
Lo que siguió a aquella caída ante los Spurs fue un intento desesperado de obtener el campeonato. La franquicia sumó a veteranos legendarios como Karl Malone, Gary Payton y Horace Grant para lograrlo.
Sin embargo, el equipo vivió un año turbulento. La 2003-04 arrancó con la acusación de violación por parte de Kobe Bryant. Como si fuese poco, la relación del escolta con Shaq volvió a ser tensa. El grupo de nuevas caras mantuvo a la franquicia a flote, incluso logrando un regreso a las finales incluyendo 4-2 sobre los Spurs y Timberwolves en el camino a la definición.
Pero el adverso 4-1 ante los Pistons marcó el inicio de una nueva etapa de reordenamiento. Una etapa sin Shaq, los veteranos, ni el mismo Phil Jackson. Rudy Tomjanovich se hizo cargo del equipo, pero no llegó a completar la 2004-05 en la que el equipo tuvo un 34-48.
Lo mejor de Bryant se vio en la 2005-06, cuando volvió Jackson al cargo de entrenador. El escolta promedió 35,6 puntos por noche para liderar el 45-37 que permitió la vuelta a Playoffs. Llamativamente, no ganó el premio a MVP que acabó en manos de Steve Nash. El 4-3 adverso ante Phoenix Suns impidió un pasaje a la siguiente instancia.
El equipo profundizó su base para la 2006-07. Concretó la llegada de Jordan Farmar para sumarse al lote de acompañantes que encabezaron Lamar Odom y Andrew Bynum. Un 42-40 permitió el regreso a la postemporada con un nuevo golpe a manos de Phoenix (42-40).
EL ÚLTIMO BICAMPEONATO
Jerry Buss colocó a su hijo Jim como presidente de operaciones en 2006. Él se sumó a Jeanie Buss, su hija, en la toma de decisiones del equipo. Si bien Jerry seguía siendo el mandamás, delegó funciones en su familia.
Fue testigo de cómo la llegada de Pau Gasol desde Memphis Grizzlies permitió que la franquicia vuelva a ser competitiva. Kobe Bryant ganó el MVP de la 2007-08, mientras que un 57-25 posicionó al equipo como mejor del oeste. No tuvo problemas en el camino a las finales, pero recibió un revés ante los Celtics (4-2) que impidió la conquista.
El equipo tuvo su revancha en los años siguientes. Primero coronó un 67-15 de fase regular con un 4-1 sobre el Magic en 2009. Luego, en 2010, tuvo su revancha ante los Celtics. La venganza se terminó de consumar el 17 de junio del 2010, cuando un 4-3 hizo posible la conquista. Había ampliado la vitrina a 17 títulos, consiguiendo diez durante su era.
Lo que siguió a aquella jornada feliz en el Staples Center fue el ocaso de los Lakers como de su vida. Mientras el equipo peleaba por mantenerse en la cima del oeste, él batallaba por su vida. Un cáncer de riñón empezó a marcar el desenlace de su vida. Mantuvo la pelea en silencio hasta febrero del 2013, cuando la franquicia dio a conocer su estado de salud. El 17 de febrero del 2013 se produjo su deceso a causa de una insuficiencia renal.
La franquicia perdió a su gran líder desde la conducción. La competencia recordó y homenajeó al hombre que dejó un legado fuera de la cancha. «La NBA ha perdido un propietario visionario cuya influencia en nuestra liga es incalculable y se dejará sentir en las próximas décadas», señaló el comisionado David Stern. Junto a Sam Jones, fue la quinta persona con mayor cantidad de títulos en la liga.