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La apuesta de DeMarcus Cousins: jugará en Puerto Rico con la intención de volver a la NBA

El pivote jugará para los Mets de Guaynabo con la intención de sumar rodaje para volver a la competencia estadounidense en la 2023-24.

DeMarcus Cousins jugará en Puerto Rico
El pivote jugó para Denver en su último paso por la NBA (FOTOGRAFÍA gentileza Bleacher Report).

DeMarcus Cousins acordó su llegada a los Mets de Guaynabo, equipo de Puerto Rico, para el resto de la 2022-23. El pivote aceptó jugar en el país centroamericano para ganar rodaje de cara a la próxima temporada de la NBA. Firmó el contrato que lo liga con el peor elenco de la Sección B, que marcha con un récord de 1-8 en la serie regular.

Lejos está de ser el primer gran referente en decir presente en la competencia. Además de una gran cantidad de jugadores históricos, compartirá competencia con Hassan Whiteside, Brandon Knight, Norris Cole, Earl Clark y Eric Paschall, entre otros.

En una reciente entrevista con Kevin Garnett para el programa Showtime Basketball había afirmado que era “el tercer mejor pivote de la liga”, pensándose detrás del vigente MVP Nikola Jokic y, el posible MVP, Joel Embiid.

 

¿EL MEJOR DE LA LIGA?

DeMarcus Cousins supo estar en la discusión por el puesto al mejor pivote de la NBA. Corría el 2017 y tenía el nivel suficiente para plantear el debate. Opacado por las constantes desilusiones de los Sacramento Kings, partió a New Orleans Pelicans en busca de un mejor porvenir. Llegó a un equipo flojo, pero que tenía potencial en el flamante tridente que formaba junto a Anthony Davis y Jrue Holiday. Lamentablemente, una racha de derrotas en el ocaso de la fase regular arrojó un 34-48 que los dejó fuera de los Playoffs.

Todo mejoró al año siguiente, cuando New Orleans pudo hacer algunos ajustes para mejorar el plantel. El equipo llegó al 27 de enero del 2018 con una marca de 27-21, la séptima mejor del oeste. Quizás suena a poco en la perspectiva descontextualizada, pero New Orleans había superado a Houston Rockets por 115-113 en la jornada anterior. Aquel elenco texano liderado por James Harden que llevó a los Warriors del 2018, uno de los mejores equipos de la historia, a un séptimo juego en las finales del oeste.

El pivote había comandado aquel festejo sobre los texanos con un triple-doble. 15 puntos, 13 rebotes, 11 asistencias y tres robos en 30 minutos, además del doble a 15 segundos del final que prácticamente sentenció el triunfo. Todo invitaba a pensar que vendría lo mejor. Eso estuvo lejos de suceder.

Fue a la línea para intentar estirar la ventaja, falló su tiro libre y en el intento de atrapar el rebote ofensivo quedó en una pierna. La algarabía pasó a preocupación y luego a tristeza. La peor noticia para un deportista: ruptura del tendón de Aquiles de su pierna izquierda. Baja confirmada para toda la temporada, pero mucho más que eso.

New Orleans compitió hasta donde pudo sin su gran baluarte. Ganó 48 partidos, clasificó a Playoffs luego de dos años, barrió a Portland (4-0) en el inicio y luego fue tachado por el campeón Golden State (4-1).

Cerró su segundo año en la franquicia, la única temporada ‘completa’ con el equipo, con medias de superestrella: 25,2 puntos, 12,9 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 robos y 1,5 tapas. Había sido All-Star por cuarta vez e iba a camino a integrar uno de los quintetos ideales de la competencia. Desde entonces nada fue igual.

ENTRE INTENTOS DE REGRESO Y LESIONES

New Orleans comprendió la importancia de la lesión, entendió que pedía un dineral y no buscó retenerlo en la agencia libre 2018. Sorprendió a todos: firmó para Golden State Warriors por mucho menos que lo que se preveía. El quinteto de Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green y DeMarcus Cousins se preveía como el más peligroso que haya visto la NBA.

El potencial se hizo realidad el 18 de enero del 2019, casi un año después de su lesión. Cousins se recuperó y debutó para la franquicia en un 112-94 a Los Ángeles Clippers. Jugó 15 minutos para dejar en claro que si Golden State se mantenía sano, era prácticamente invencible. De hecho, el equipo ganó 18 de los 21 partidos en los que tuvo al quinteto inicial conformado por ellos.

Pero los problemas físicos golpearon al equipo de Kerr durante todo el año. Fue el 15 de abril del 2019, frente a Los Ángeles Clippers y casi 4 años antes de su ida a Puerto Rico, la última jornada como Warrior. Una nueva lesión en su pierna izquierda lo sacó de lo que restó de la temporada.

Volvió a probar para la 2019-20. Esta vez se reunió nuevamente con Anthony Davis, pero esta vez en Los Ángeles Lakers. Jugaría con LeBron James y sería campeón… de no ser porque se rompió en tendón de Aquiles nuevamente en la pretemporada. Otro contratiempo largo que terminó de marcar la baja en su carrera.

El básquetbol post pandémico lo reencontró en las canchas. Jugó para Houston Rockets, Los Ángeles Clippers, Milwaukee Bucks y Denver Nuggets. En 3 de sus 4 equipos se presentaba como un jugador de rol que podía potenciar a un contendiente. Pero su personalidad como falta de nivel arrojó una combinación chocante. Fue liberado de sus servicios en cada uno de los cuatro elencos para los que jugó entre 2021 y 2022.

Será Puerto Rico entonces su nuevo punto de partida. Algo lejos de lo que se esperaba en otros tiempos, pero más acorde a lo que necesita. Si logra demostrar su posible nivel tanto dentro como fuera de la cancha, tendrá un lugar en la NBA de la 2023-24.

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