Desde la primera edición de la Euroliga en 1958, dos equipos pudieron ser campeones en tres ocasiones consecutivas. Los primeros fueron los ASK Riga, con base en la capital letona y dentro de un marco del inicio del desarrollo torneo. ¿Los otros? El KK Split entre 1989 y 1991, que en aquel entonces no sólo representaba al básquetbol croata. El elenco arrancó como Jugoplastika de Split como representante máximo del básquetbol balcánico. Ganó dos de sus tres ediciones bajo ese pseudónimo, mientras que la 1990/91 llegó de la mano del nombre «KK Pop 84»
El equipo marcó una era en el viejo contiente. Sirvió de trampolín para jugadores como Toni Kukoc (Chicago Bulls) y Dino Radja (Boston Celtics), entre otros, hacia la NBA. Todo bajo un estilo de juego descentralizado dirigido por Bozidar Maljkovic en las primeras conquistas y Zeljko Pavlicevic en la 1990/91.
CAMPEÓN NACIONAL EN 1988
La Jugoplastika de Split era un equipo respetado dentro del territorio yugoslavo. Llevaba ese nombre por la empresa Jugoplastika, destinada a la confección de ropa, accesorios y zapatillos hechos de material termoplástico y fiberglass.
Este era desconocido para el resto de Europa. Para el inicio de la 1988-89, el equipo llevaba mayoría de participaciones en la FIBA Korac Cup, el tercer torneo más importante a nivel continental. De hecho, había tenido un paso discreto por la 1987-88 con una eliminación en la etapa de grupos Top 16.
El resultado del elenco yugoslavo en tierras croatas había sorprendido. A nivel «nacional» había dado que hablar. El equipo se alzó campeón con un paso prácticamente perfecto. Ganó 22 de los 23 partidos de la fase regular. Luego, dominó a Simenka (2-0) y Smelt Olimpija (2-0) para arribar a la final ante el Partizán. El rival, que había arribado al Final Four de la máxima competencia europea, era el gran candidato. No obstante, un 2-1 en la definición hizo posible la conquista del título local.
¿Qué había pasado en aquella participación en la Korac Cup? Al equipo le pesó la falta de experiencia. Era liderado por el tándem de Kukoc y Radja, que recién para la 1988/89 cumplió 20 años. Así, clasificó a la Euroliga (Copa Europea de Campeones por aquel entonces) como el acreedor del título yugoslavo.
LA GRAN SORPRESA (1989)
La Jugoplastika no llegó como un candidato pese a ganar uno de los torneos nacionales más importantes del continente. La falta de experiencia los ponía por debajo de históricos como el Barcelona y el Maccabi Tel-Aviv, que venía de ser finalista edición anterior.
El inicio de su paso por el certamen tampoco fue llamativo. Ingresó en los octavos de final, donde acumuló un favorable 207-163 sobre el Ovarense de Portugal. En aquel entonces se jugaban dos partidos (uno en cada ciudad) y el total de puntos anotados daba al ganador. En caso de igualdad, se daba un alargue para encontrar al ganador. Sin embargo, el cuadro yugoslavo estuvo lejos de necesitarlo.
En la fase de cuartos de finales, la cual era un grupo de ocho equipos con dos cruces entre sí, obtuvo un 8-6. El único triunfo llamativo se dio el 2 de marzo de 1989. Ante su gente, sorteó por 84-79 al Barcelona. Una caída que le quitó al club catalán la posibilidad de quedarse con el primer lugar de la zona.
Casi un mes más tarde, el 4 de abril, Jugoplastika de Split volvió a enfrentar al Barcelona, esta vez por las semifinales del torneo. Berlín, Alemania, fue la sede de un juego que marcó un antes y un después en la historia del elenco yugoslavo. El tándem de Kukoc y Radja fue bien secundado por Perasovic, Sretenovic e Ivanovic, entre otros. Un 87-77 que hizo posible el pasaje a la definición.
Allí esperaba el Maccabi Tel-Aviv, que esperaba cerrar su revancha. Pero la ciudad alemana quedó impactada por el nivelazo de Dino Radja. Firmó un doble-doble de 20 puntos y 10 rebotes para liderar el 75-69. Cuarta conquista europea por un equipo yugoslavo y el tercero (Bosna y Cibona -en dos ocasiones- antes) en lograrlo.
CASI VENCE A LOS DENVER NUGGETS (1989)
En la previa de la temporada 1989-90, la Jugoplastika de Split formó parte del Open McDonald’s de Roma, que desarrollaba su tercera edición. El certamen reunió al campeón de Europa, al Barcelona, al Philips Milano y a los Denver Nuggets. El elenco de Colorado había llegado a los Playoffs de la 1988-89 aunque cayó ante el Utah Jazz (3-0) en la primera ronda. Pese a no ser uno de los mejores equipos de la NBA, contaba con talentosos como Fat Lever y Alex English.
Su primer cruce fue frente al Milano, al cual venció 88-83 para acceder a la definición. Allí lo esperó el conjunto de Doug Moe, que la tuvo muy complicada. Sorprendido por el alto nivel yugoslavo, debió quitar el relajo de considerarlo un torneo amistoso. Se impuso 135-129 necesitando tirar toda la carne al asador. David Stern, comisionado de la NBA, quedó maravillado por el nivel del elenco europeo.
EL BICAMPEONATO (1990)
La Jugoplastika de Split se ganó el derecho a defender el título a través de su desempeño en el plano nacional. Esta vez lidió con algunas turbulencias por las exigencias de varias competencias fuertes. No obstante, tachó a Bosna (2-0) y Partizán (3-0) en semifinales y finales respectivamente para volver a ser campeón yugoslavo.
El equipo debutó con un abultado 219-149 sobre el Livingston de Escocia entre los dos juegos de octavos de final. Ya en la fase de grupos avanzó con una marca de 11-3 combinando seis triunfos en casa y cinco fuera de ella. Cayó ante Barcelona y Limoges como visitante y frente al Aris en Croacia. Los tres equipos avanzaron a la siguiente instancia junto al yugoslavo.
El Final Four se disputó en Zaragoza, donde Jugoplastika primero se topó con Limoges de Francia. Lejos del sorpresivo revés en tierras rivales, aplastó a su rival con un claro 101-83. Allí se midió con el Barcelona, que había sido el mejor elenco en cuartos.
Fue un partido muy parejo, pero el equipo de Split tuvo nervios de acero. Nunca cayó en la presión de enfrentar a un elenco que llegaba mejor y en su país. A partir de un estilo ordenado, defensa intensa y una ofensiva fluida, marcó el ritmo del partido. Se impuso por 72-67 con Toni Kukoc como MVP: 20 puntos y 7 rebotes.
El equipo yugoslavo aportó a Velimir Perasovic, Toni Kukoc y Zoran Savic para el Mundial de Argentina 1990. El país se alzó con el título, aunque el festejo quedó manchado por el conflicto entre Vlade Divac y Drazen Petrovic. Preludio de un final inevitable.
EL CHOQUE CON LOS KNICKS
Pasó el verano conflictivo de 1990 y el equipo empezó a sufrir cambios. Bozidar Malikovic aceptó la oferta de sumarse al cargo de entrenador del Barcelona. El equipo perdió a los croatas: Dino Radja (Roma – Italia) y Goran Sobic (Aris Salónica – Grecia). A su vez, el montenegrino Dusko Ivanovic se inclinó por seguir en el Girona de España. Además, la posibilidad de partida de Toni Kukoc apareció tras la selección de los Chicago Bulls con el 29° puesto del Draft 1990. No obstante, el croata se quedó tres años más en Europa antes de sumarse a los Bulls. Zeljko Pavlicevic se hizo cargo del equipo, mientras que incorporó al norteamericano Avie Lester.
El equipo cambió su nombre de Jugoplastika Split a KK Pop 84, el cual sólo usó por ese año. Pop, al igual que su predecesora, también estaba destinada a la confección de vestimenta aunque esta era de origen italiano.
Un nuevo Open McDonald’s se disputó en octubre de 1990. Barcelona fue la sede del torneo y, curiosamente, fue el primer rival del elenco yugoslavo. El premio del juego era enfrentar a los New York Knicks, que venció en la otra semifinal a Scavolini Pesaro.
El partido de semifinal se vivió como una verdadera definición. Enfrentar al elenco de la meca del básquetbol era un sueño. Pop 84 todavía estaba un paso por delante del cuadro catalán que se estaba forjando para su posibilidad de revancha. Un 102-97 hizo posible el pasaje a la definición como el choque contra el elenco de la Gran Manzana.
Pop demostró su primera señal de empeoramiento en aquella noche en el Palau de Barcelona. A diferencia del duelo ante Denver, no tuvo chances de ganarle a New York Knicks. El combinado estadounidense venció 117-101 para hacerse con la corona.
EL TRICAMPEONATO IMPENSADO (1991)
Pop 84 venció a Galatasaray en su cruce de octavos de final. Luego, tuvo un buen paso por la siguiente fase con nueve triunfos y cinco derrotas para avanzar al Final Four en el segundo lugar.
El problema pasaba por el Barcelona. El elenco catalán mandó en la fase de grupos con un 11-3 y aplastó al Maccabi (101-67) en semifinales. KK Pop 84 la tuvo muy complicada ante el italiano Scavolini Pesaro, que estuvo muy cerca de concretar la sorpresa. Un 93-87 garantizó el pasaje a las finales, el reencuentro con el club español y su ex entrenador.
Pop no era candidato y la presencia de su ex coach hacía pensar que Barcelona tendría lo necesario para neutralizarlo. Pero allí emergieron tres figuras: Kukoc como conductor, Savic (25 puntos) como goleador y el mencionado Lester (18) como escolta. A base de una gran defensa como un contraataque letal, el combinado yugoslavo (ya prácticamente croata) se impuso por 70-65 para levantar su tercera corona europea.
EL DESENLACE
El 25 de junio de 1991 acabó la relación Split-Yugoslavia. Tanto Eslovenia como Croacia declararon su independencia del territorio yugoslavo. Una declaración que despertó la reacción serbia, dando lugar a una serie de conflictos que generaron la intervención de la ONU en 1992. Aún en 1995 se registraron conflictos entre croatas y serbios en Zagreb por esta decisión.
El actual KK Split tuvo el derecho a competir como Slobodna Dalmacija, representante de Croacia. Ganó siete de sus catorce juegos de la fase de grupos, pero quedó eliminada con el quinto lugar. Lo hizo sin Kukoc, Pavicevic y Sretenovic, quienes se alejaron ante el conflicto.
El equipo volvió a participar de cinco Euroligas hasta 2002. Ganó una liga croata en la 2002-03 y cinco copas de Croacia siendo la última en 2003-04. Recién en la 2020-21 volvió a tener una competencia acorde a su historia. Pero nadie se olvidará de la época en la que la Jugoplastika de Split reinó, conquistó, sedujo y despertó el interés de todo el mundo.