Una de esas historias que gira en torno a la época dorada de los Bulls fue la de Brian Carson Williams. Bison Dele, ese nombre adoptó luego, tuvo una trayectoria muy peculiar como una muerte llena de incógnitas.
El mundo se estremeció cuando el 25 de septiembre del 2002 se pudo identificar a un hombre con el nombre de Miles Dabord. Él era Kevin Williams, hermano de Bison Dele, quien había intentado cobrar una fortuna del ex NBA. Brian había desaparecido junto a su novia y Kevin había sido hospitalizado por una sobredosis de insulina.
Un día más tarde, Kevin murió en Chula Vista, California, mientras que de Brian nunca se supo más nada. Lo que sí se pudo determinar el FBI es que él como su novia habían sido asesinados. ¿Qué sucedió?
HIJO DE UN EXITOSO CANTANTE
Brian Carson Williams nació en Fresno, California, el 6 de abril de 1969. Hijo de Patricia Phillips y Samuel Eugene Williams, Brian era hermano menor de Kevin. Una familia marcada por el éxito de su padre, miembro icónico de la banda The Platters. La banda formada en 1952 fue una destacada dentro del soul y precursora del todavía naciente rock-and-roll. Tal fue su aporte que ingresó al salón de la fama de este estilo en 1990.
El cantante principal de la banda nunca pudo manejar el éxito como todo lo que conllevó ser una de las figuras más reconocidas de la música. Se separó de Patricia en 1970, tan sólo un año después del nacimiento de Bison Dele. Así, su infancia estuvo marcada por cuatro aspectos: la constante comparativa con su padre; la ausencia de él en su hogar; la sobre exigencia a su madre para poder mantener a la familia; y la falta de tiempo con sus progenitores, influyente en el desarrollo de su personalidad (como la de su hermano).
Intentó sobrellevar la vida como pudo. De la mano de la Saint Monica Catholic High School, estableció un mayor vínculo con el deporte como escapatoria. ¿El básquet? No le gustaba, él quería ser atleta. Un velocista como Jesse Owens; o un garrochista. Sin embargo, todo cambió cuando creció a 2,11 metros siendo un adolescente.
UNA POSIBLE ESTRELLA SIN INTERÉS
Brian Williams comprendió que su altura le dio una posibilidad de ser un basquetbolista exitoso. Si lo lograba, iba a encontrar una fuente para poder dejar de ser comparado con su padre. Incluso, iba a tener la posibilidad de hacer mucho dinero, quizás una mayor cantidad que la que logró el cantante en su época.
Un aspecto en el que se vio favorecido fue la coordinación del cuerpo. Bison Dele pudo aprovechar el atletismo para poder manejarlo a su gusto, con un gran trabajo de pies como manejo del tren superior. Tenía una facilidad que lo ponía por delante de otros hombres altos a los que les costaba guiar su gran talla. Así, rápidamente se volvió un prospecto muy atractivo.
Cambió al Bishop Gorman High School, donde fue destacadísimo. Promedió 17,3 puntos, 12,7 rebotes y una media monstruosa de 9,1 tapas por encuentro. Podía correr, tirar, pasar la pelota, pero sobre todo enamoraba por su facilidad para defender a cualquier jugador dentro de la cancha. Esa característica tan poco común entre los jóvenes lo hacía un talento muy valioso, deseado por cualquier contendiente.
También fue un jugador universitario maravilloso. Primero aceptó una beca de Universidad de Maryland para la temporada 1987-88. Promedió 12,5 puntos, 6,0 rebotes y 1,5 tapas. No estaba en la media de su paso por el básquetbol secundario, pero hizo la labor para ganar el premio al Rookie del Año en la Conferencia ACC.
Decidió cambiar de institución al año siguiente para jugar para la Universidad de Arizona. Se perdió la 1988-89 por ser transferido, pero tuvo dos buenas campañas posteriormente. Mantuvo los promedios y lideró a su equipo a dos apariciones en el torneo de la NCAA.
El básquetbol era definitivamente algo en lo que se destacaba, pero no le gustaba. Un tiempo después de su fallecimiento, varios ex compañeros señalaban que cada tanto lo veían deprimido. «Escuchá esto. Me gustaría tener la misma pasión que tiene por lo que hago», decía mientras oía a su padre cantar a su papá. Era muy bueno, pero no lo hacía por pasión y eso lo incomodaba constantemente.
ORLANDO MAGIC (1991-93)
Bison Dele llegó a la NBA a través del Draft de 1991. Como era un ala-pivote prometedor, era un jugador muy necesario para los equipos en reconstrucción. El Orlando Magic, que apenas llevaba dos años en la liga, lo necesitaba como el agua en su proceso de acomodamiento. Lo seleccionó con el 10° puesto esperanzado de tener una pieza vital en su carrera a volverse un equipo competitivo.
Su cuerpo empezó a padecer lesiones ante el altísimo nivel de exigencia física, sus dudas sobre el amor al deporte y el enfrentarse a rivales que tenían sus ojos puestos en la anaranjada 24/7. Tuvo un aceptable primer año como rookie: 9,1 puntos, 5,7 rebotes (2,3 ofensivos) y 1,1 tapas en 18,9 minutos por noche.
Pero el problema se hizo más visible en el segundo año. El cuerpo no estaba cómodo, el roce era significativo y su espalda empezó a traicionarlo. Padeció lesiones que sólo le permitieron disputar 21 de los 82 partidos posibles, con un claro decrecimiento en su nivel: 4,6 tantos y 2,7 rebotes. Como si fuese poco, la organización sumó para esa campaña a Shaquille O’Neal, sobre quien giró su ordenamiento.
Con Shaq en el plantel, el ala-pivote tendría un menor aporte en el juego, por lo que el Magic optó por traspasarlo. Lo envió a Denver Nuggets en la jornada del 19 de agosto de 1993 por Anthony Cook, Todd Lichti y un pick de segunda ronda del Draft 1994.
DENVER NUGGETS (1993-95)
Su figura no alcanzó el estrellato esperado en el plano universitario, pero creció significativamente en Denver. Se volvió un jugador clave para la rotación del equipo de Colorado, ganó terreno y tuvo sus primeros cruces de Playoffs. En su primer año promedió 8,0 puntos, 5,6 rebotes y 1,1 tapas. El equipo firmó un 42-40 que permitió el acceso a Playoffs. Fue el sexto hombre de la rotación de un equipo que tachó a Seattle Supersonics (3-2) antes de caer a manos del Utah Jazz (4-3).
El último año de su contrato de novato fue en la 1994-95. Llegó a ser elevado a la posición de titular en el inicio de la campaña. Tuvo 10 apariciones en el quinteto inicial, pero no se pudo mantener porque mermó su rendimiento. Tras promediar 7,9 puntos y 4,8 rebotes por noche se despidió de la franquicia, que optó por no renovar su vínculo.
LOS ÁNGELES CLIPPERS (1995-96)
Sería en los Clippers donde Bison Dele alcanzaría su mejor versión. Llegó a un equipo en reconstrucción, sin aspiraciones, ni presiones. En ese contexto, pudo desplegar su mejor versión. Jugó 65 partidos en la temporada 1995-96 y en todos ellos fue titular. Promedió 15,8 puntos, 7,6 rebotes y 1,1 robos en 33,2 minutos. Fue el segundo mejor jugador de un elenco angelino que registró 29-53.
Como su vínculo con la franquicia californiana fue de un año, debió sentarse a renovar su vínculo. La gerencia le acercó un contrato, pero el quería una mayor cantidad de dinero. La negociación tuvo un ida y vuelta feroz, pero no hubo caso. Estaba convencido que merecía más de lo que le ofrecían, lo que acabó truncando la operación de renovación.
EL TÍTULO CON LOS CHICAGO BULLS (1997)
Tras aquella imposibilidad de seguir en Los Ángeles, Bison Dele decidió esperar. Ningún equipo le realizó una oferta que él consideró aceptable al nivel que había demostrado. Esperó y esperó, pensando que el ofrecimiento nunca iba a llegar.
Sin embargo, cuando menos lo esperaba, apareció Chicago Bulls de Michael Jordan y le hizo un ofrecimiento por el resto de la campaña. La organización sabía que era un arma de doble filo, pero una lesión de Dennis Rodman en el ocaso de la fase regular lo ponía en tela de duda. Con Dele sumaba ese aporte rebotero que no le daba Toni Kukoc ni James Caffey, el joven que inicialmente había reemplazado momentáneamente al Gusano.
Jugó nueve partidos de fase regular. En dos de ellos sumó un mínimo de 10 puntos, mientras que registró un 6-3. Su mejor encuentro fue ante los Raptors: nueve tantos, siete rebotes y dos asistencias en 19 minutos.
Cuando Rodman volvió, no esperaba tener rodaje en los Playoffs. Sin embargo, Phil Jackson consideró que le daba una mayor profundidad a la rotación, como una posibilidad de descanso momentáneo a las estrellas. Disputó cada uno de los 19 juegos de la postemporada con una destacada labor en defensa y aceptable nivel ofensivo. Promedió 6,1 puntos, 3,7 rebotes y 1,0 robos en 17,7 minutos por aparición. Fue un hombre clave desde el banco junto a Kukoc como Steve Kerr. Tuvo un aporte importante en el segundo título consecutivo del último tricampeonato de la era Jordan.
DETROIT PISTONS, SU ÚLTIMO EQUIPO (1997-99)
Después del título, Chicago esperaba retener a Bison Dele. Pero este tomó otro camino: aceptó una oferta suculenta de los Detroit Pistons, la que esperaba en los Clippers. Firmó por siete años y 50 millones de dólares. Algo que Michael Jordan nunca le perdonó.
Dele jugó dos años en Detroit. Promedió 12,4 puntos, 7,6 rebotes, 0,8 robos y 0,7 tapas en 29,9 minutos entre 129 partidos. Tras ausentarse a Playoffs a primer año, aportó para que Detroit clasifique a los Playoffs. Un 3-2 ante Atlanta Hawks en la primera ronda acabó rápidamente con las expectativas de un mejor resultado.
¿Todo andaba sobre ruedas? No exactamente. Dele tuvo un gran primer año y bajó notoriamente su rendimiento en el segundo. Nuevamente mostraba esa faceta que nadie quiere en un atleta élite. Un jugador que no estaba dispuesto a sacrificarse, a entrenar y que ni siquiera tenía interés por el deporte.
Tenía 29 años, quería recorrer el mundo y vivir otra vida, algo más acorde a sus gustos. Ya tenía el dinero, sólo necesitaba algunas buenas inversiones. Tal es así que rescindió su contrato de siete años, dejando en la mesa la posibilidad de cobrar 31,5 millones de dólares. La rescisión de contrato más cara para un jugador en la historia. Un alivio para ambas partes.
Se retiró tras disputar 413 partidos de fase regular y otros 39 de Playoffs. Fue jugador de la NBA, campeón con un rol importante y jugó al lado del mejor jugador de la historia. Un paso más que destacado ante su escenario de desgano por el básquet.
UN VIAJE TRÁGICO
Inició su nueva vida cambiando su nombre de Brian Carson Williams a Bison Dele. Su hermano Kevin siguió sus pasos al modificarlo a Miles Dabord. Dele emprendió su recorrida por el mundo junto a su novia Serena Karlan. Ella era su vida y no quería hacer su travesía sin ella. Compró un catamarán de 17 metros al que llamó Hakuna Matata, por la película del Rey León y su significado «No hay problema», para vivir su sueño sin preocupaciones.
Inició un viaje junto a su amada por Oceanía. Auckland, Nueva Zelanda, fue donde el par selló su amor. Luego pasaron por Tahití, donde se encontraron con Miles Dabord. El 20 de julio del 2002 el barco volvió desde el país oceánico, sólo con Dabord a bordo.
No hubo preocupaciones iniciales por la desaparición de Dele como de Serena Karlan. Una pareja enamorada que podría haber iniciado una nueva vida en otro lado. Sin embargo, la historia dio un giro sospechoso cuando un hombre bajo el nombre de Bison Dele intentó retirar 150 mil dólares en la jornada del 5 de septiembre del 2002.
Fue el mismo Kevin Williams, ahora Miles Dabord, quien intentó hacer el movimiento. Ante semejante suma y la imposibilidad de reconocer a Miles como Dele, la operación fue cancelada. El banquero se comunicó con el agente del jugador, que rápidamente empezó a investigar el caso. Dabord fue arrestado, aunque rápidamente liberado por la policía. Argumentó que intentó hacer una compra de un regalo para su hermano… con su plata.
Cuando el agente de Dele intentó ponerse en contacto con el ex jugador, no hubo caso. No obstante, hubo novedades desde Tahití: el Hakuna Matata había aparecido con otro nombre. No había rastros de Bison, ni de su novia, como tampoco del capitán del barco que los acompañaba.
LA INVESTIGACIÓN DEL FBI
Cuando esta información llegó a manos del FBI, intentó recapturar a Miles Dabord, quien se había ido del país junto a su pareja. Horas más tarde, un hombre fue internado en Chula Vista, México. El hospital luego reconoció que se trataba de Miles, quien murió a causa de una sobredosis.
Quien no falleció fue su pareja, Erica Wiese. Ella afirmó que el grupo de cinco personas se reunió en Tahití. Alegó que hubo una discusión entre Bison Dele y Miles, luego el primero se enojó con Serena Karlan, su novia. Sostuvo que Bison discutió con Serena, le dio una cachetada muy fuerte, que le implicó una caída y un golpe en la cabeza que fue fatal. Añadió en su defensa que el capitán manifestó que debía informar sobre lo sucedido, lo que causó la furia de Dele, quien lo golpeó con una llave inglesa provocando su muerte. Finalmente, afirmó que Miles estaba asustado por esta reacción furiosa de su hermano y le disparó a quemarropas temiendo por su propia vida.
¿Sucedió esto realmente? Ninguno de los tres cuerpos apareció y el catamarán tampoco tuvo manchas de sangre durante la investigación. Hubo (y hay) una gran cantidad de rumores como teorías al respecto.
El FBI dejó la investigación inconclusa por falta de evidencia. Se pronunció suponiendo que fue Dabord quien asesinó de disparos a Bison Dele, Serena Karlan y el capitán del barco. ¿Por qué? Dabord tenía grandes problemas económicos y estaba cansado de vivir a la sombra del éxito de su hermano como de su padre. Actuar de esta manera le permitía suplantar la identidad de Bison y cobrar el dineral que había generado en la NBA para iniciar una nueva vida. Cuando vio que esto era imposible, optó por suicidarse.
Como la investigación no se pudo terminar, y quedaron una gran cantidad de preguntas por responder, la pronunciación del FBI también deja margen para las dudas. Un gran enigma de qué fue lo que realmente pasó con el misterioso Bison Dele.
