El 29 de noviembre de 2015, Kobe Bryant escribió una poesía emotiva a The Players Tribune, llamada “Dear Basketball”. En febrero de 2018, recibió un premio Oscar por mejor cortometraje, en el cual recitó esa poesía al compás de una orquesta liderada por John Williams. “Esta temporada (2015-16) es todo lo que me queda para dar, mi corazón puede soportar los latidos, mi mente puede mantener la rutina, pero mi cuerpo sabe que es hora de decir adiós. Y está bien, estoy listo para dejarte ir”, describió The Black Mamba.
Durante la fase regular, el emblema de Los Angeles Lakers recibió una ensordecedora ovación en cada cancha que le tocó jugar su equipo como visitante. El respeto por parte de las franquicias rivales dejó en claro la magnitud de su figura en la mejor liga del mundo.
Poco importaba el panorama del conjunto californiano, debido a que finalizó aquel certamen en el último puesto del Oeste con un récord de 17 partidos ganados y 65 partidos. De hecho, aquel registro quedó marcado como la peor marca del equipo en su historia.
Lo más especial de los partidos era ver la despedida a Kobe Bryant, por parte de cada uno de los estadios de la NBA. Asimismo, el comisionado Adam Silver anunció que La Mamba Negra iba a estar presente en el Juego de las Estrellas de Toronto 2016, con el fin de que participe por última vez de este evento. De esta manera, todas las estrellas de competencia tuvieron la oportunidad de encontrarse con el símbolo del elenco de Hollywood, y dedicarle todo el respeto que se merecía una leyenda de la competición.
UNA FUNCIÓN ESPECTACULAR
El 13 de abril de 2016, fue la última presentación de Kobe Bean, antes de colgar las zapatillas. Los números 8 y 24, en referencia a las camisetas que usó a lo largo de su carrera, se imprimieron en cada costado del parquet en el afán de ambientar el Staples Center para la especial ocasión.
“Estamos acá para celebrar la grandeza por 20 años. Excelencia por 20 años. Kobe Bryant nunca hizo trampa en un juego, nunca nos engañó a los fans. Jugó con lesiones, dolorido y tenemos cinco banderas de campeonatos para demostrarlo. Cuando pensás en esta ciudad durante los últimos 20 años, este hombre fue la mayor celebridad y estrella que tuvimos en todo este tiempo. No solamente es un ícono del deporte, sino que también que fue el más grande a la hora de usar la camiseta púrpura y oro”, dijo Magic Johnson con el micrófono del estadio, antes de la función final.
Dos horas y medias después, The Black Mamba dejó en evidencia que fue una verdad absoluta el discurso de Earvin “Magic” Johnson, otro de los emblemas del conjunto californiano. Es que convirtió 60 puntos en el agónico triunfo de Los Angeles Lakers sobre Utah Jazz por 101 a 96. Así, se transformó en el jugador más viejo en completar un partido con dicha cantidad de tantos.
Otro dato alucinante fue que Kobe Bryant anotó 23 unidades en el último cuarto, contra las 21 de Utah Jazz. Por eso, él mismo tuvo la grandeza de encestar más puntos en un mismo período que el parcial del rival. A su vez, se encargó de encestar el doble ganador ante los de Salt Lake City, a falta de 31 segundos para el cierre del enfrentamiento. Cuando metió ese lanzamiento, estalló la locura entre los aficionados del dueño de casa, entre los cuales se encontraban caras reconocidas (Jack Nicholson, Snoop Dogg, Shaquille O’Neal, Magic Johnson, su esposa Vanessa y sus hijas).
“Simplemente no me sorprendió la forma en que saldría. Sesenta puntos no fue una sorpresa. Sabía que lo tenía en él”, afirmó Byron Scott, compañero del escolta en su temporada de novato y el entrenador de los Lakers en aquel equipo. Por otro lado, Joe Ingles, uno de los integrantes del equipo rival en ese duelo, comentó: “No estábamos tratando de dejarlo salir con una victoria. A medida que avanza, se asimilará más, y lo que hizo fue bastante impresionante. Hizo algunos tiros duros también. No creo que le dimos ninguna mirada abierta. Obviamente estaba bastante entusiasmado con el juego. Cuarenta y dos minutos y 50 intentos te darán 60, aparentemente”.
Cuando se retiraba del match, Byron Scott hizo un cambio para que los espectadores en el Staples Center ovacionaran de manera ininterrumpida a La Mamba Negra, mientras se retiraba del juego. Antes de sentarse en el banco, se acercó a la primera fila de asientos que se encontraba en la mitad de la cancha, en el afán de saludar a Shaquille O’Neal. Su gran compañero en el tricampeonato entre 2000 y 2002, lo felicitó porque lo había desafiado previamente que terminara ese encuentro con 60 unidades. Y Kobe Bean cumplió.
EL DISCURSO MEMORABLE
Antes de dar por finalizada la inolvidable velada, Kobe Bryant agarró el micrófono del estadio para dedicarle unas palabras a los fans de los Lakers. “Es difícil creer que sucedió de esta manera. Todavía estoy en estado de shock por eso. El final perfecto hubiera sido un campeonato. Pero esta noche (yo) estaba tratando de salir, jugar duro y tratar de dar un espectáculo lo más posible. Me sentí bien de poder hacer eso por última vez. Creo que la parte más importante es que todos nos mantuvimos juntos todo el tiempo. Siempre estarán en mi corazón, y lo aprecio sinceramente, sinceramente. Gracias desde el fondo de mi corazón. Los amo chicos”, expresó The Black Mamba con mucha emoción.
Y por último, dejó una frase que quedó inmortalizada para siempre. “¿Qué más puedo decir? Mamba out”, exclamó. Tiró un beso hacia las gradas y apoyó el micrófono en el centro del Staples Center. La mejor despedida para una carrera legendaria.