Michael Jordan tuvo grandes noches en la NBA, pero pocas tan significativas como aquella recordada como el Double-nickel en Nueva York. Un nombre reconocido que aparece al recordar sus 55 puntos en el Madison Square Garden en la noche del 28 de marzo de 1995. Su mejor producción en la campaña 1994-95 para la agónica victoria por 113-111.
CONTEXTO: EL REGRESO DEL MEJOR DE TODOS LOS TIEMPOS
A la hora de hablar de la temporada 1994-95 de Jordan, hay que pararse en lo que sucedió unos días antes, más precisamente el 18 de marzo de 1995. La agencia F.A.M.E, que representaba a Michael Jordan mediante su máximo agente David B. Falk, emitió el Fax más popular de la historia de la humanidad.
Tras un hiato de 18 meses en el que vivenció la muerte de su padre, se alejó del básquetbol por primera vez y jugó al béisbol por una promesa que le había hecho en vida, el escolta de los Bulls declaró su regreso a la NBA. La frase «I’m back» (“volví”, en español) acompañó el comunicado.
Al día siguiente, el domingo 19 de marzo de 1995 y con la dorsal 45, Jordan jugó 43 minutos para los Bulls en su visita a los Indiana Pacers. El escolta terminó con 19 puntos en lo que acabó siendo una derrota por 103-96. A pesar de no estar fino desde el tiro (7/28 de campo; 0/4 en triples), acompañó su producción seis rebotes, seis asistencias y tres robos. Una vez que calibrase la mira volvería a ser imparable.
En la previa de aquel juego ante Knicks, Jordan tuvo otras tres apariciones en las que cosechó dos triunfos. Promedió 26,7 puntos, 4,3 asistencias, 3,7 rebotes, 2,7 robos y 1,0 tapas en el lapso. Parecía que nunca se había retirado y su buen promedio de 44,5% de efectividad de campo lo volvía a posicionar como la máxima figura de la competencia.
¿QUÉ ES EL DOUBLE-NICKEL Y PORQUÉ ADQUIRIÓ ESE NOMBRE?
Sin lugar a dudas que New York Knicks fue una de las víctimas favoritas de Michael Jordan en su carrera. Jugó 60 partidos entre los que promedió 31,6 tantos (32,4 en su etapa con los Bulls), 5,8 rebotes, 4,8 asistencias y 2,5 robos con un 49,6% de efectividad de campo. Un nivel demencial que todavía era mayor cuando visitaba el Madison Square Garden.
Sin embargo, para muchos aquella fue la mejor aparición del formado en la Universidad de Carolina del Norte. En tan sólo su quinta aparición como jugador de los Bulls tras su primer retiro alcanzó los 55 puntos para la victoria de 113-111. Acertó 21 de los 37 lanzamientos que tomó, incluyendo un 3/4 en triples y 10/11 en tiros libres. Además, acompañó con cuatro rebotes, dos asistencias y un robo en 39 minutos.
Pese a su histórica producción, y una meca del básquetbol rendida a sus pies, el partido fue complicadísimo para los Bulls. Tal es así que Chicago recién tomó la delantera (109-107) a menos de 30 segundos del final. Lo hizo por la vía de su mejor jugador tras una asistencia de Scottie Pippen. Una marca registrada de la época.
John Starks igualó la contienda para el local, Jordan conectó su 55° punto de la noche con un doble de media distancia y nuevamente el base empató en 111. Finalmente, apretado por el reloj, un alley-oop de Jordan para la definición de Bill Wennington permitió la victoria 113-111. Una verdadera escapada de los Bulls en una situación complicada.
El juego adquirió el nombre de double-nickel porque el límite de velocidad de Estados Unidos en las autopistas es de 55 millas por hora (casi 89 km/h). Esa velocidad exacta permite escaparse de tener que pagar una multa. Chicago, con los 55 de Jordan y una de sus dos asistencias en la última acción, se escapó para el festejo en el Madison Square Garden.