A lo largo de la historia, la NBA contó con muchos jugadores que quedaron en el recuerdo por inventar un movimiento en particular. Y tan especiales fueron aquellos que alcanzaron la gloria con esa jugada tan original y auténtica.
Uno de esos casos fue el de Kareem Abdul-Jabbar, quien promovió el mítico “Skyhook” durante sus aventuras en Milwaukee Bucks y Los Ángeles Lakers. Además, mostró una capacidad física impecable porque terminó colgando las zapatillas a los 42 años. Esto es más que un logro, teniendo en cuenta que hay deportistas que se retiran entre los 30 y 35 años como consecuencia de las lesiones.
Ferdinand Lewis Alcindor Jr nació el 16 de abril de 1947 en New York City. En su infancia sufrió mucho las burlas de sus compañeros de colegio debido a los comentarios que le hacían sobre su altura. De hecho, a los nueve años ya medía 1,73 metros de altura. Por ende, combatió la depresión a causa del bullying luchando por el sueño de ser una estrella de la NBA.
Desde el básquet secundario que empezó a callar bocas. Representando a Power Memorial Academy, lideró al equipo hacia tres campeonatos al hilo de la New York City Catholic, una National high school boys basketball championship y un récord indeleble de 71 victorias consecutivas. Además, estableció la mejor marca de puntos totales (2.067) y rebotes (2.002) en el Estado de New York. A partir de ahí, recibió uno de sus tantos apodos: “The Tower From The Power”.
En 1966 se sumó a la UCLA (Universidad Católica de Los Ángeles), donde estuvo tres años realizando los estudios para el título de Bachiller en Artes. En su paso por los Bruins dejó en claro que iba a ser un jugador dominante en la NBA por su altura y habilidades para lucirse en la pintura. El pivote guió al equipo hacia tres campeonatos en fila (1967 a 1969), con el fin de completar perfecta en la NCAA. También, recibió el premio al Jugador Más Impresionante de la NCAA en esos mismos años.
Durante su estadía en la UCLA, empezó a desarrollar su trabajo social y combatir por la igualdad de derechos. Si bien lo hizo público en 1971, comenzó a llamarse Kareem Abdul-Jabbar en ese momento. A su vez, rechazó la posibilidad de representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de México 1968, como protesta a los afroamericanos en el país. “Estábamos tratando de señalar al mundo la inutilidad de ganar la medalla de oro para este país y luego volver a vivir bajo la opresión”, manifestó Lew Alcindor sobre la decisión tomada.
EL SALTO A LA MEJOR LIGA DEL MUNDO
Luego de haber completado sus estudios, y de haber practicado artes marciales en su tiempo libre (llegó a recibir lecciones del famoso actor Bruce Lee), Kareem Abdul-Jabbar se presentó al Draft de 1969. Su talento y autoridad en el juego interior lo llevaron a ser seleccionado en el primer puesto por Milwaukee Bucks.
Poco tiempo después justificó el hecho de que lo hayan elegido en esa posición. Es que logró la primera clasificación del conjunto de Wisconsin a Playoffs en su segunda temporada de historia. Con un promedio de 28,8 puntos y 14,5 rebotes por juego, ayudó al elenco a cosechar una marca de 56 victorias y 26 derrotas. Así, fue galardonado como el Mejor Novato del Año.
A la campaña siguiente se sumó Oscar Robertson con el objetivo de formar un tándem intimidante en la ofensiva. Afortunadamente, ambos fueron mucho más que una dupla agresiva. Milwaukee finalizó en el primer puesto de la fase regular con una marca inolvidable de 66 triunfos y 16 caídas. Y en la postemporada no bajaron su nivel, sino que llegaron hasta las Finales de la NBA para medirse con Baltimore Bullets.
Lew Alcindor ratificó una vez más su grandeza al finalizar con 27 unidades, 12 tableros y siete pases gol en el cuarto encuentro de la serie para ganar y asegurar el primer título de los Bucks en apenas tres años de trayectoria. El trofeo al MVP de las Finales le permitió coronar un certamen memorable en el que también había sido el máximo anotador (31,7 por juego). “No hay nada como esto. No hay comparación con la Universidad”, exclamó el oriundo de New York City en el medio de un baño de champagne en el vestuario por los festejos. Después de esto, la franquicia no volvió a levantar el trofeo Larry O’Brien hasta 2021 (50 años de sequía), de la mano de Giannis Antetokounmpo.
En el verano estadounidense de 1971, The Tower From The Power realizó una gira por África junto con Oscar Robertson y el entrenador de Milwaukee, Larry Costello. Ahí fue cuando expresó públicamente que lo llamaran Kareem Abdul-Jabbar por su participación activa en la religión islámica. Asimismo, explicó el significado del nuevo nombre: “un noble, sirviente del Todopoderoso”.
Su etapa en Wisconsin duró cuatro temporadas más. Al torneo posterior al campeonato, la 1971-72, volvió a ser el líder total en anotaciones gracias a su media de 34,8 tantos y 16,6 rebotes por partido. Esto lo transformó en el primero de todos los tiempos en conquistar el segundo premio al Jugador Más Valioso de la competición en tres años de carrera.
En 1974 repitió el premio al MVP, empujando a los Bucks hacia unas nuevas Finales de la NBA. Sin embargo, cayeron en esa instancia ante Boston Celtics. Un tiempo más tarde, Oscar Robertson anunció su retiro y el plantel perdió la fuerza que tenía para ser protagonista en el Este.
PROTAGONISTA EN HOLLYWOOD
Durante la campaña 1974-75, Lew Alcindor pidió el traspaso de Milwaukee para ir a jugar a New York Knicks o Los Ángeles Lakers. “¿Vives en Milwaukee? No, supongo que se podría decir que existo en Milwaukee. Soy un soldado contratado para el servicio y lo haré bien. El baloncesto me ha dado una buena vida, pero esta ciudad no tiene nada que ver con mis raíces. No hay puntos en común”, comentó The Tower From The Power.
El destino final fue el conjunto púrpura y oro. A raíz de su llegada para la 1975-76, se generó un impacto notable para un equipo que había culminado el torneo anterior con una marca de 30 ganados y 52 perdidos. Con los anteojos protectores ya patentados (debido a un piquete de ojo en un partido de la 1974-75 que le lastimó la cornea izquierda), ayudó a los californianos a cosechar diez triunfos más en la fase regular (40-42).
La llegada de Jerry West como coach para la 1976-77 produjo una evolución contundente en el nivel del equipo. Es que obtuvo 53 triunfos y 29 derrotas, y avanzó hasta las Semifinales del Oeste, pese a la caída con los Portland Trail Blazers de Bill Walton. En cuanto a Lew Alcindor, empató a Bill Russell en galardones al MVP del torneo (fue el quinto) firmando 26,6 puntos, 13,3 tableros y 3,2 bloqueos por aparición. Además, cerró con el mejor porcentaje en tiros de campo de la comptencia (57.9%).
LA FORMACIÓN DE UNA NUEVA DUPLA
Los Lakers seleccionaron en el primer puesto del Draft de 1979 a Magic Johnson. Su adquisición fue la pieza restante de una franquicia con sed de sembrar una dinastía. Había un plantel consolidado, pero necesitaba un aspecto más que le ofreció Earvin: manejo del balón y velocidad en las transiciones.
Kareem Abdul-Jabbar venía de un hecho complicado en su carrera. El incidente ocurrió en el partido inaugural de la campaña 1977-78 en cancha de Milwaukee Bucks, su anterior equipo. Como reacción de un codazo de Kent Benson, el interno le pegó en el ojo derecho causándole la urgencia de dos puntos de sutura. No fue suspendido, pero fue multado con cinco mil dólares.
Pero esa historia quedó atrás con la conquista del trofeo Larry O’Brien en la campaña 1979-80. Los cinco años de espera y de frustraciones por quedarse cerca de la meta tuvieron un punto final. La descarga llegó tras la victoria sobre Philadelphia 76ers en un sexto encuentro que no pudo presentarse por un severo esguince de tobillo. Dicho inconveniente surgió en el quinto enfrentamiento, cuando The Tower From The Power le dio un triunfo trascendental a los angelinos convirtiendo 40 tantos y bajando 15 rebotes.
El “Showtime” arrancó desde ahí a fascinar a los seguidores, tanto de la franquicia como de la mejor liga del mundo. Y para eso, Kareem Abdul-Jabbar se mostró más que preparado para ser una pieza valiosa de ese estilo de juego dinámico y vistoso. Aún con sus 30 años, sus condiciones físicas eran compatibles con el estilo de los Lakers. Para mantenerse a forma, regresó a las clases de artes marciales y practicó también yoga.
“No podría haber jugado durante tanto tiempo sin yoga”, aclaró Lew Alcindor. Por su parte, Magic Johnson exclamó que Kareem “es el atleta más hermoso del deporte”.
PARTÍCIPE DE UNA DE LAS MEJORES DINASTÍAS
Los Lakers participaron de diez Finales en la década de 1980. La primera fue la consagratoria ante Philadelphia 76ers. Su siguiente aparición fue en 1982, y su efectividad se mantenía intacta. El conjunto de Pensilvania fue nuevamente víctima del “Showtime”, ya que el elenco de Pat Riley consumó la conquista en seis encuentros. Así, el flamante DT de los angelinos se convirtió en el segundo de la historia en levantar una copa en su primer año en el cargo (el primero fue Paul Westhead en el mismo equipo en 1980).
Riley siguió dirigiendo al conjunto californiano, con el objetivo de seguir siendo protagonistas del espectáculo de dicha década. En 1983 regresaron a la máxima instancia, pero Philadelphia se vengó de los duelos anteriores con una barrida por 4 a 0.
A la campaña siguiente se produjo el primer cruce con el rival de toda la vida, Boston Celtics. La serie estuvo muy reñida porque se definió en el último encuentro, lo que dejó indicios de lo que iban a ser los enfrentamientos entre ambos. Sin embargo, los de Massachusetts se impusieron por 111 a 102 en el juego 7 para empezar a ser uno de los protagonistas de la NBA en los ’80.
Los de púrpura y oro también fueron protagonistas y exigieron ese reconocimiento en 1985. Para eso, superaron en seis compromisos al mismo oponente que les privó la gloria el año anterior. Kareem Abdul-Jabbar hizo posible todo eso con 38 años. El creador del “Skyhook” promedió 25,7 puntos, nueve rebotes, 5,2 asistencias y 1,5 tapas en la serie. Por ende, obtuvo merecidamente su segundo premio al MVP de las Finales. “Lo que vieron, fue pasión”, resaltó el coach Pat Riley sobre la actuación de su emblemático pivote.
El tercer choque con los Celtics fue en 1987. El duelo determinante estuvo en el cuarto enfrentamiento, en el Boston Garden. Lew Alcindor metió canastas claves para que el resultado estuviera igualado en la recta final. Y en la última jugada, Magic Johnson copió el Gancho del Cielo de su compañero para darle el triunfo que terminó siendo trascendental. Los Lakers volvieron a celebrar tras la victoria en el sexto duelo, en el Forum.
Llegar a los 40 años compitiendo al máximo nivel en la NBA es mucho más que una hazaña. Y ni que hablar clasificando a las Finales de forma consecutiva. Esa meta alcanzó Kareem Abdul-Jabbar en 1988, saliendo bicampeón de la mejor liga del mundo con esa misma edad. En 1989 repitió el título del Oeste, pero cayó en la instancia decisiva ante el mismo rival que le habían ganado un año antes: Detroit Pistons. Luego, The Tower From The Power le puso final a una de las carreras más longevas de la historia.
ALGUNAS EXPERIENCIAS EN EL BANCO
Lew Alcindor sumó algunas etapas como entrenador. En la 1998-99, dirigió a Alchesay High School. Un año después (2000), colaboró como asistente de un Los Ángeles Clippers en plena reconstrucción. Después, tuvo su primer festejo como coach en 2002, consagrando a Oklahoma Storm en la United States Basketball League (liga que se disolvió).
Su momento más recordado fue con los Lakers desde 2005 hasta 2011. Fue uno de los entrenadores asistentes de Phil Jackson, e incidió en el crecimiento de Andrew Bynum (el pivote titular). El aprendizaje culminó con el retiro del legendario DT en 2011, luego de conquistar dos títulos en 2009 y 2010 (este último año frente al derby de toda la vida, Boston).
LOS FANS NO SE OLVIDAN DE SU TRAYECTORIA
En el inicio de la fase regular 2021-22, la NBA anunció a los 75 mejores jugadores de la historia como motivo del aniversario 75 de la creación de la liga. Kareem Abdul-Jabbar fue votado dentro de esa lista, debido a su impresionante y ejemplar carrera como jugador. “¿Por qué juzgar? Cuando un hombre rompió récords, ganó campeonatos, lidió con tremendas críticas y responsabilidades. Reconozcámoslo como el mejor jugador de todos los tiempos”, dijo en su momento Pat Riley, su coach en los Lakers.
The NBA’s 75 (76*) Greatest Players Ever list: pic.twitter.com/it0cVQyZFQ
— Shams Charania (@ShamsCharania) October 21, 2021
Pasan los años, las figuras cambias, nuevos equipos escriben historias memorables en la competencia. Pero nunca se dejará de lado la espectacular trayectoria de Lew Alcindor. Un pivote que, patentando su maravilloso “Skyhook”, logró seis títulos (1971, 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988), dos veces MVP de las Finales (1971 y 1985), seis premios al Jugador Más Valioso de la campaña (1971, 1972, 1974, 1976, 1977 y 1980) y 19 apariciones al All Star Game (1970 a 1977 y 1979 a 1989). También, conserva su lugar como el máximo anotador de todos los tiempos (38387 puntos).