Nació en el Suma Aakron City Hospital, mismo lugar donde vino al mundo el mismísimo LeBron James. Dicho hospital fue la cuna de leyendas que deleitaron a los fanáticos de la NBA en el Siglo XXI. Su padre, Dell Curry, estaba jugando en Cleveland Cavaliers en aquel momento, y luego tuvo un rol fundamental en Charlotte Hornets. Y su madre Sonya era una maestra que se convirtió más adelante en la Christian Montessori School of Lake Norman de Carolina del Norte.
El 14 de marzo de 1988 llegó a este mundo Wardell Stephen Curry II, y desde chico pudo disfrutar de las locuras que siempre ocurren en la mejor liga de básquet. Como su padre era jugador, tuvo la oportunidad de aprender y ver la mayor cantidad de partidos posible en los diferentes estadios de la competencia.
Desde sus inicios se enfocó en pulir sus aptitudes para transformarse en un futuro en uno de los mejores jugadores de la historia. En el básquet secundario jugó en el Queensway Christian College. Y su notable crecimiento empezó a notarse en la Universidad de Davidson, donde vistió la camiseta de los Wildcats por tres años. Ya en su primera campaña guió al equipo hacia el primer triunfo en el March Madness desde 1969. Ese certamen pudo clasificar hasta los octavos de final.
Se tomó su tiempo en la NCAA con el fin de pulir hasta el extremo sus cualidades. Una prueba de eso fue haber terminado la temporada 2008-09 como el máximo anotador del básquetbol universitario. Además, estuvo incluido dentro del Mejor Quinteto All American en 2009, un año después de haber estado en el Segundo Mejor en 2008. Luego de su tercera campaña, Stephen Curry se preparó para dar el salto definitivo.
LA INTRODUCCIÓN HACIA LA LEYENDA
En el Draft 2009 fue seleccionado en el séptimo puesto por Golden State Warriors. Cinco equipos decidieron dejarlo pasar, sobre todo Minnesota Timberwolves que tenía la quinta y sexta selección. En lugar de Steph, eligió a Johnny Flynn y Ricky Rubio. Es lógico pensar que los de Minneapolis se arrepentirán de sus movimientos por el resto de su historia.
Pero Stephen Curry tuvo que demostrar más de la cuenta para que las narrativas cambiaran rotundamente. “Tendrá un éxito muy limitado en el próximo nivel”, se escribió en un medio tan importante como SB Nation, en la previa a su debut como profesional. Afortunadamente para el número 30, el tiempo puso las cosas en su lugar. Es que estableció la mejor marca de un novato de todos los tiempos en más triples en la fase regular (166). A su vez, sumó 42 puntos, nueve rebotes y ocho asistencias en la última presentación ante Portland Trail Blazers para convertirse en el primero desde Oscar Robertson en 1969 en lograr esos números en cada categoría.
En las siguientes dos temporadas padeció los problemas físicos. Una lesión en el tobillo derecho le obligó a perderse el último tramo de la 2010-11. De hecho, tuvo que someterse a una cirugía. Y en la 2011-12 se presentó a apenas 26 partidos porque reaparecieron los inconvenientes en el mismo tobillo. Una nueva operación le costó su extenso tiempo de rehabilitación.
RESPONDIENDO A LAS CRÍTICAS
El momento bizagra de su carrera surgió en la campaña 2012-13, ya que en la antesala al torneo firmó una renovación de contrato de 44 millones de dólares en cuatro años. “Los Warriors asumieron un riesgo financiero con un jugador que es claramente talentoso, pero que también ha sido eliminado de la alineación cinco veces en las últimas dos temporadas (refiriéndose a la 2010-11 y 2011-12). Se lastimaría corriendo por la cancha sin ser tocado. Fue operado del tobillo derecho en abril. Volvió a lastimarse esta pretemporada, aunque en un golpe, y se mantuvo fuera de los partidos”, señaló Scott Howard-Cooper, periodista de NBA.com.
En tanto, el prestigioso periodista Zach Lowe manifestó: “Sigue siendo una apuesta de Golden State. No hacer nada, es decir, simplemente perder a Stephen Curry en la agencia libre a cualquier costo, era una opción. Los Warriors también pueden negociar un Curry productivo en ese número de 11 millones, y será interesante ver si lo compran en el caso de que llegue a tener un gran inicio de temporada. Sabiendo qué tan rápido el mercado colapsará después de una torcedura más en ese tobillo derecho”.
De todos modos, el oriundo de Akron, Ohio, supo empezar a lidiar con sus problemas físicos y encontrar la constancia en cuanto a apariciones en una misma campaña. Con 272 triples, rompió nuevamente la marca de más tiros externos encestados en un mismo torneo superando los 269 de Ray Allen en 2006. También, el 27 de febrero de 2013 anotó 54 tantos en el Madison Square Garden para tener la mejor marca personal y un nuevo récord de triples en un solo juego en la historia de la franquicia (11).
Por otro lado, formó la intimidante dupla perimetral denominada “Splash Brothers”, junto con Klay Thompson, y logró el pase a los primeros Playoffs de la franquicia desde 2008. “Queremos agradecerles por su apoyo continuo durante toda la campaña. Obviamente no terminamos de la manera que queríamos, pero construimos una fundación por medio del trabajo duro. Vamos a seguir creciendo y regresar a este nivel el año que viene”, le comunicó la figura de la franquicia de Oakland a sus fans en el Oracle Arena, luego de la eliminación del equipo en la segunda ronda ante el subcampeón de ese torneo, San Antonio Spurs.
El conjunto de la Bahía repitió la clasificación a la postemporada en la 2013-14, pero cayó en el séptimo encuentro de la primera ronda ante los Clippers. A partir de ahí, surgió un cambio trascendental en la carrera de Curry porque la dirigencia decidió elegir a Steve Kerr como nuevo entrenador, en lugar de Mark Jackson.
NACE UNA NUEVA DINASTÍA
“Es trágicamente un fraude como jugador de básquet. Tiene tobillos de papel higiénico”, dijo otro periodista reconocido de Estados Unidos, Skip Bayless. La campaña 2014-15 sirvió para terminar de callar las bocas sobre su status en la mejor liga del mundo. En el inicio de la nueva era, con Steve Kerr como DT, Stephen Curry se acomodó en su afán de transformarse en uno de los mejores de todos los tiempos.
El coach implementó un sistema de juego más dinámico y veloz, con el objetivo de darle más espacio para exprimir sus aptitudes. Su manejo del balón letal y su precisión en los tiros desde tercera dimensión generaron un antes y después en la historia de la competición. Es que por segunda vez consecutiva quebró la mejor marca de lanzamientos desde el perímetro en una sola campaña, llegando a 286 conversiones.
“Estoy parcial, seguro, pero la carrera por el MVP no está ni remotamente cerca. No puedo creer que alguien pueda poner ese tipo de números de una manera tan eficiente”, aseguró el propietario de Golden State, Joe Lacob. Mientras que Klay Thompson subrayó: “El es nuestro MVP. Debería ser el de la liga”. Y afortunadamente así fue: recibió su primer premio al Jugador Más Valioso del año. Y para coronar su performance a lo largo del torneo, los Warriors conquistaron su primer título en 40 años tras derrotar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James.
Pero Stephen Curry no se detuvo ahí. En la 2015-16 quiso doblar la apuesta al imponer un nuevo récord de bombazos en un solo certamen. Y esta vez fue mucho más alucinante, ya que encestó 402 ejecuciones. El estilo de juego del elenco de Steve Kerr dio lugar a las locuras del nacido el 14 de marzo de 1988, y arrancó a contagiar al resto de las franquicias a emular ese camino. Su segundo galardón seguido al MVP se produjo de forma unánime en la votación. Encima, fue el séptimo jugador en ingresar al club legendario de los 50-40-90: 50.4% de efectividad en tiros de campo, 45.4% detrás del arco y 90.8% en tiros libres.
“No sé si el récord es tan significativo porque es muy simple para él. Su tiro de tres puntos es como un tiro de dos. Es lo que hace. A tal punto que esperamos un lanzamiento de mitad de cancha. Es un tiro en ritmo, y simplemente entró”, explicó su entrenador Steve Kerr, después de que el astro de los Warriors desarmara el récord de Kyle Korver de más triples anotados en partidos al hilo (Korver llevaba 127 y ese día el base alcanzó los 128).
Y además, la fase regular quedó para el recuerdo debido a los 73 triunfos de Golden State que superaron los 72 de los Chicago Bulls de Michael Jordan en la 1995-96. Sin embargo, quedó la espina de no haber coronado el trayecto con un nuevo campeonato, ya que LeBron James y sus Cavs se cobraron la venganza al festejar en el séptimo partido después de haber estado abajo 1-3 en la serie.
REFUERZO EN EL MOMENTO OPORTUNO
Basta de récords. La intención ahora era volver a salir campeón. Y en la agencia libre de 2016 entraron en juego dos aspectos. El primero fue el aumento del tope salarial debido a los derechos televisivos. Y el segundo, los 44 millones de dólares en cuatro años que había firmado Stephen Curry en 2012. La campaña 2016-17 era la última de ese contrato. Por ende, había un espacio importante para atraer a otra figura: Kevin Durant. El alero se sumó al plantel que contaba con el base de Aakron, Klay Thompson, Draymond Green, Andre Iguodala, Shaun Livingston, entre otros.
Ya con el apodo de Chef, a la hora de cocinar jugadas exquisitas, estableció otros dos hitos individuales más. El 7 de noviembre de 2016, en la victoria sobre New Orleans Pelicans, pudo sellar el mejor registro de tiros externos en un encuentro (13 aciertos). A su vez, se colgó la medalla de ser el primero de todos los tiempos en superar las 200 anotaciones en cinco temporadas en fila.
On this date in 2016, @StephenCurry30 became the first player in NBA history to knock down 13 threes in a single game. ☔️ pic.twitter.com/7kSsnxYhns
— Golden State Warriors (@warriors) November 7, 2020
Sin embargo, estaba claro que lo primordial para Stephen Curry era retornar a la gloria. Y lo consiguió en las Finales 2017, superando en el quinto duelo de las Finales al mismo rival que le quitó la hazaña un año atrás, Cleveland. Era momento de seguir acrecentando la dinastía que generó una revolución en el ritmo de juego.
El número siete del Draft 2009 firmó una nueva extensión de contrato con los de la Bahía en 2017. En esta ocasión, el salario fue sumamente merecido: un total de 201 millones de dólares en cinco campañas. Asimismo, Kevin Durant renovó para continuar bañándose de festejos en Oakland. Nuevamente, Golden State levantó el segundo trofeo Larry O’Brien seguido en 2018, barriendo al conjunto de Ohio para cosechar tres estrellas en cuatro años.
Stephen Curry no recibió ningún premio al MVP de las Finales (el del 2015 fue para Andre Iguodala y los de 2017 y 2018, para Kevin Durant). Sin embargo, resaltó: “Al final del día, no voy a dejar que un trofeo individual defina mi carrera. Tres títulos. Eso nos pondrá en la conversación de la historia de la NBA. Soy tres veces campeón”.
NO DETIENE LA BÚSQUEDA
Kevin Durant se mantuvo en los Warriors por un año más. No obstante, la 2018-19 se definió como el final de una dinastía que puso a Golden State en cinco Finales seguidas. Más allá del primer puesto en el Oeste en la fase regular, y el título de Conferencia, los Toronto Raptors de Kawhi Leonard bajaron del trono a Stephen Curry y compañía. Encima, Klay Thompson y el mismo Durant sufrieron graves lesiones que afectaron al equipo en la lucha por el trofeo.
El regreso a San Francisco después de 49 años no fue el ideal para la franquicia. La partida de KD a Brooklyn Nets, las lesiones de Thompson que se prolongaron hasta dos temporadas y el desarmado del exitoso plantel evitó que los de la Bahía se presentaran a los Playoffs de 2020 y 2021. No obstante, Stephen Curry conservó su nivel supersónico. Como la noche del 3 de enero de 2021, cuando fijó una nueva marca personal al finalizar con 62 unidades en el triunfo sobre Portland Trail Blazers. “Fue una brillante peformance. Es un privilegio dirigirlo”, expresó Steve Kerr, su entrenador en la era inolvidable y en una actualidad más complicada.
Una nueva extensión en la agencia libre de 2021, de una suma de 215 millones de dólares en cuatro años, lo catapultó como el primero de la historia en firmar dos renovaciones de semejante salario. Así, Stephen Curry sigue luchando para agregar más premios a su vitrina que de momento son los siguientes: tres anillos NBA, dos MVP de la fase regular, siete apariciones en el All Star Game (2014 al 2019 y 2021), dos veces máximo anotador de la liga (2016 y 2021), líder en recuperos en 2016 y miembro del club de los 50-40-90 en 2016.