“Klay Thompson se perdió la práctica. No vino. “¿Dónde demonios está?” Lo llamamos y lo llamamos y lo llamamos. Pero no vino al entrenamiento. Y a la noche siguiente encestó 60 puntos. Nosé qué pasó. Creo que dijo: “Hombre, llegué tarde. Me tendría que haber quedado en la cama”. Y salió a convertir 60. Pensé que si todos eran como Klay, el universo sería mejor”.
Quien dijo esto no es ni más ni menos que Kevin Durant, leyenda de la NBA y ex compañero de Klay Thompson en una época gloriosa de la franquicia. Compartieron equipo desde 2016 hasta 2019, y los campeonatos de 2017 y 2018.
24 horas después de su ausencia en la práctica, el oriundo de California se tuvo que preparar para un nuevo compromiso del aquel entonces elenco de Steve Kerr. Hijo del mítico jugador Mychal Thompson, supo calibrar su talento durante el calentamiento previo al juego. A horas del duelo, tomó ritmo para empezar a realizar locuras.
En un encuentro de la fase regular, Klay Thompson exhibió toda su magia para delirar a los fanáticos de los Warriors. Tan solo jugó 29 minutos, ya que la meta era que el equipo buscara un nuevo anillo para la franquicia. Pero eso resultó más que suficiente para transformarse en el primero de todos los tiempos en alcanzar esa marca en menos de 30 minutos.


Enfrente estaba Indiana, el rival que le tocó sufrir a un integrante de la dupla denominada Splash Brothers. Stephen Curry siempre solía ser el principal referente del conjunto de la Bahía. Sin embargo, el escolta tomó el turno en aquella noche para demostrar todas sus cualidades y que su elenco derrotara a los de Indianápolis por 142 a 106.
LA HORA DE LA DIVERSIÓN
No solo terminó con 60 unidades en su planilla, tirando un 63.6% de efectividad en tiros de campo y 57.1% en triples. También, le bastó solamente 11 piques de pelota sobre el parquet en su afán de completar el hito individual. Un total de 88 segundos para hacer botes, debido a que su movimiento sin la naranja era profunda y letal. Con esta virtud, volvió loco a los espectadores de ese encuentro llevado a cabo en el Oracle Arena.
Todos sus compañeros saltaron de la alegría y risa, tanto dentro como fuera de la cancha. En tan solo tres cuartos, Klay Thompson tocó un recital épico para que su equipo se impusiera por 142 a 106. Y enfrente no estaba cualquiera, porque jugaban Paul George, Jeff Teague, Myles Turner, Monta Ellis (jugador con pasado en Golden State), entre otros.
SPLASH!
Klay Thompson drops 60 points in 29 minutes, the most points by a Warrior since 1974. pic.twitter.com/5dgr94ImQY
— SportsCenter (@SportsCenter) December 6, 2016
LA PREGUNTA QUE QUEDÓ INCONCLUSA
Luego del partido, el entrenador Steve Kerr respondió a la pregunta de qué hubiera pasado si hubiese seguido jugando en el último cuarto. “¿Quién sabe? Tengo claro que hubiese seguido tirando”, dijo el coach.
En tanto, Klay Thompson habló sobre la posibilidad de haber alcanzado los 81 tantos de Kobe Bryant, la segunda mejor marca de la NBA en un encuentro. “Tal vez. Creo que lo habría podido lograr. Quizás un día tendré la oportunidad. Pero 60 en 29 minutos no está nada mal”, manifestó.
Más allá de que ese récord de Bryant se mantiene intacto, el escolta de los Warriors conservó su artillería para explotarla en las Finales. De hecho, su equipo salió campeón en esa misma temporada 2016-17 y repitió en la siguiente (2017-18). Tres anillos y cinco Finales consecutivas. Stephen Curry fue el pilar principal, pero Klay Thompson estuvo a su lado gracias a sus locuras desde el perímetro y sin necesitar tanto del balón.