En el verano estadounidense de 2017, Stephen Curry firmó una extensión de contrato de 201 millones de dólares en cinco temporadas. Y en 2021, renovó por cuatro años más y un poco más de esa cantidad. Salarios distintos al que firmó en 2012, que había sido de 44 millones en cuatro campañas.
Por ende, el base de Golden State Warriors aprovechó sus ganancias para comprar una impresionante casa en 2019, ubicada en Atherton, California. La adquirió tras pagar 31 millones de dólares, por lo tanto fue la mayor compra en ese momento de la historia de la Bahía. Y eso que la propiedad nunca estuvo formalmente en venta.
El palacio está compuesto por una extensión de 2787,1 metros cuadrados. Está protegido por una puerta de seguridad, y además está escondido de fotógrafos y fanáticos que siempre intentan ver la casa desde afuera.
Además, la vivienda de la familia Curry tiene un largo camino cerrado con estacionamiento fuera de la vía pública para una media docena de vehículos, como mínimo. La casa de vidrio también está rodeada por todos lados por exuberantes plantas y flora nativa.
Con estilos arquitectónicos contemporáneos y tradicionales, la casa posee terrazas, jardines y una casa de huéspedes en el otro extremo.
En el exterior, el palacio incluye una cabaña al lado de la pileta, una parrilla estilo barbacoa y una chimenea. Por otro lado, el interior se compone de seis habitaciones y cuatro baños.
Stephen Curry vive junto con su esposa Ayesha y sus tres hijos, Riley, Ryan y Canon. Por eso, este grandioso palacio permite que la familia pueda disfrutar de los lujos que ofrece la propiedad y vivir un poco alejado de la atención pública del día a día.