Hace casi dos semanas, LeBron James sufrió una distensión en el aductor izquierdo, lo que provocó que se perdiera cinco partidos consecutivos. Los fans temían que pudiera ser una repetición de la lesión en la ingle que sufrió el día de Navidad de 2018. Inmediatamente después de sufrir esa lesión, se informó que una resonancia magnética había resultado limpia y que figuraba como “día a día”. Se perdió unas cinco semanas.
Los Angeles Lakers no lo han hecho tan mal sin él, ya que perdieron ante los Sacramento Kings, 120-114, el 11 de noviembre, ganaron tres juegos seguidos y cayeron ante los Phoenix Suns el martes.
Durante el partido contra los Suns, Chris Haynes informó que los Lakers esperan que James vuelva a la acción el viernes cuando se enfrenten a los San Antonio Spurs. Su regreso tiene que llegar cuanto antes. L.A. tiene un balance general de 5 victorias y 11 derrotas, la quinta peor de la NBA. Además, los angelinos están a punto de iniciar una racha en la que 16 de sus próximos 22 partidos serán como visitante.
Además de LeBron, los Lakers no cuentan con el alemán Dennis Schroder, que por culpa de una lesión en su dedo, deberá someterse a una cirugía que lo alejan de las canchas por lo menos 3 semanas.