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01/05/1963

Walter Kennedy, el sucesor de Maurice Podoloff como Comisionado de la NBA

El 1° de mayo de 1963, Kennedy asumió como nuevo Comisionado de la NBA e impulsó a la Liga a su primera gran expansión.

Walter Kennedy

Walter Kennedy fue nombrado como segundo presidente de la NBA el 1° de mayo de 1963. En ese entonces, era una liga que aún no había encontrado su punto de crecimiento. Pocos equipos, atracción medida y un futuro hecho una incógnita.

Kennedy (8/6/1912-26/6/1977) sucedió a Maurice Podoloff en 1963 e impulsó el básquetbol estadounidense a límites insospechados. Cuando llegó al poder, la NBA tenía solo nueve franquicias. Cuando dejó su puesto para el arribo de Larry O’Brien, la Liga tenía el doble y se esperaba una nueva expansión en el futuro cercano.

Pensemos algo: en 1963, no existían aún los derechos de televisación. Era solo una utopía pensar algo así. El mérito de Kennedy, un hombre energético, algo entrado en kilos y calvo por definición, fue construir las bases del imperio para que lo disfruten sus sucesores: la audiencia subió, bajo su mandato, de 1.9 millones a más de siete, según información recolectada en el periódico New York Times.

Kennedy se comportó siempre como mucho más que un dirigente promedio. Sabía de relaciones públicas, política y también, cómo no, de deporte. Su mandato giró 180 grados la manera de hacer las cosas en la NBA: demandó a la Junta de Gobernadores un trato inflexible en materia de favoritismos y pidió, como parte de su impronta, que se cumplan las leyes a rajatabla. Sin concesiones ni preferencias. Kennedy se apoyó en los contratos televisivos para alcanzar la esperada expansión y esta visión estratégica de negocios le valió el reconocimiento futuro por parte de sus pares.

Sin embargo, no todo fue tan facil para Kennedy. En 1967, el advenimiento de la American Basketball Association (ABA), liga rival que significó la némesis de la National Basketball Association (NBA), complicó el escenario saludable de progreso continuo. Los contratos millonarios ofrecidos a los jugadores fueron un clásico. Varios intentos de fusión fueron denegados en su era con la Asocación de Jugadores NBA y también pisando fuerte en el Congreso de los Estados Unidos. La fusión, sin embargo, iba a suceder tarde o temprano. Y ocurrió en 1976, un año antes de la muerte de Kennedy.

Walter KennedyLA MULTA A RED AUERBACH, UN DATO COLOR DE SU GESTIÓN

Kennedy necesitaba imponer su autoridad y lo hizo de inmediato frente a uno de los pesos pesado de la NBA, el coach y gerente general de los Boston Celtics, Red Auerbach.

Corría el año 1963. Juego de pretemporada. Auerbach, eufórico, se excede y protagoniza una conducta escandalosa ante el público presente. Kennedy, observador, no deja pasar su oportunidad: lo multa con $500 dolares -una suma muy importante para la época- para marcar a quienes lo observaban de reojo que no iba a tener diferencias con nadie. Auerbach, conocedor de su importancia en la NBA, amenaza con renunciar si la multa se mantenía en pie. Y entonces, recibe un comunicado.

“La multa no solo se mantiene, sino que debe pagarse dentro de los cinco días siguientes a esta fecha. Un cordial saludo personal, Walter Kennedy”.

No fue la primera vez que Kennedy y Auerbach cruzaron palabra. En realidad, se conocían de antes del nombramiento de Walter como Comisionado de la NBA. El dirigente egresado en Notre Dame, que trabajó como publicista tres años en la Universidad luego de recibirse, había sido director de esa materia en la Liga de 1946 a 1951.

UN LÍDER ICÓNICO EN LAS OFICINAS

Walter Kennedy fue un hombre polifacético y sobre todo capaz. A fines de la década de 1930, entrenó a equipos de gran éxito y fue director de atletismo en la Escuela Preparatoria St. Basil’s en Stamford, CT.

De 1952 a 1959, operó su compañía de relaciones públicas y management deportivo en New York y fue consultor y representante de los míticos Harlem Globetrotters.

En 1959 se erigió en alcalde de Stamford, la ciudad en la que nació, y fue reelecto con facilidad en 1961, pero renunció dos años más tarde para convertirse en Comisionado de la NBA.

En sus años al frente de la Liga, hubo 44 cambios de dueños o directivos, lo que ocasionó distanciamientos, problemas legales y relaciones frías que, de un modo u otro, lo afectaron. Eso no impidió el reconocimiento unánime: para la fecha de su retiro, hubo arreglos para que se convierta en consultor por 10 años con un contrato valuado en medio millon de dólares para “asegurar que la seguridad financiera del Comisionado no esté en problemas por el resto de su vida”.

Walter, quien sobrevivió a un ataque de poliomielitis en su niñez, tuvo trabajos de todo tipo: portero en un restaurante de Chicago, vendedor de libros, mozo en Stamford, comentarista de partidos de fútbol americano con Ted Husing y árbitro de básquetbol, fueron solo algunos de ellos.

“En los últimos cinco años, principalmente debido a temas contractuales y otras actividades fuera de la cancha, una parte sustancial de mi tiempo la dediqué a declarar como testigo en salas de audiencias o salas de reuniones del Congreso o agencias federales, o en lo que yo llamo las legalidades de este trabajo”, dijo en 1973 cuando anunció su retiro, en declaraciones recogidas por The New York Times.

Además de involucrarse en causas benéficas y sociales, pasó la mayor parte de su tiempo después de dejar el baloncesto como presidente de la junta de Olimpiadas Especiales para los Retrasados ​​Mentales de la Fundación Joseph P. Kennedy Jr., presidente de la junta de la First Stamford Bank and Trust Company y presidente del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith en Springfield, Mass. No estaba relacionado con la familia Joseph P. Kennedy.

En cuanto a causas benéficas, siempre estuvo presente y jamás esquivó el compromiso. Cuando dejó el básquetbol, fue presidente de la junta de Olimpiadas Especiales para los Retrasados ​​Mentales de la Fundación Joseph P. Kennedy Jr., presidente del First Stamford Bank y presidente por dos años del Naismith Hall of Fame en Springfield.

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