El comisionado de la NBA, Adam Silver, avanza hacia un cambio de paradigma en el concepto de apuestas deportivas. De hecho, permitió la legalización en Estados Unidos, pese al controvertido caso de Jontay Porter y el del árbitro Tim Donaghy en 2007. Hace casi una década, el 13 de noviembre de 2014, Silver publicó un artículo en el New York Times titulado “Legalize and Regulate Sports Betting”, donde defendía abiertamente la regulación y legalización de este fenómeno.
Apuestas deportivas, un movimiento que transformó el deporte
Las apuestas deportivas fueron siempre un tema controvertido, pero la postura de Silver marcó el inicio de una nueva era. Su enfoque pragmático sugirió que, en lugar de prohibirlas, era mejor crear un marco legal que permitiera una supervisión adecuada. A lo largo de los últimos diez años, la NBA desarrolló más de dos docenas de relaciones comerciales con empresas de juegos de azar, consolidando esta práctica como parte integral del entretenimiento deportivo.
El cambio no fue instantáneo. Aunque el artículo de Silver puso en marcha el debate, pasaron casi cuatro años antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos derogara la Ley de Protección de Deportes Profesionales y Amateur (PASPA) en 2018. Esta ley, vigente desde 1992, restringía las apuestas deportivas en la mayoría de los estados, con excepción de Nevada. Su eliminación permitió que los estados comenzaran a legalizar las apuestas deportivas, lo que dio lugar a un aumento masivo en el número de apuestas legales. En los cuatro años posteriores a la derogación de PASPA, los estadounidenses apostaron legalmente más de 125 mil millones de dólares en deportes.
Los beneficios y desafíos de la legalización de las apuestas deportivas
A pesar del éxito económico de las apuestas deportivas, Silver sigue insistiendo en la necesidad de una regulación federal que unifique las reglas a nivel nacional. Según él, la competencia entre estados por atraer apostadores puede crear inconsistencias regulatorias y fiscales que dificultan la administración de la liga.
El comisionado también subrayó los riesgos asociados a las apuestas, tales como el juego en menores de edad y el riesgo de apuestas irresponsables, que pueden generar problemas sociales y personales. Silver abogó por la implementación de medidas estrictas para mitigar estos riesgos, destacando la importancia de establecer “guardrails” que protejan tanto a los jugadores como a las instituciones deportivas.
Casos recientes: el ejemplo de Jontay Porter
A pesar de los esfuerzos para regular las apuestas, la NBA tuvo que lidiar con infracciones dentro de sus propios jugadores. En abril de 2023, el jugador de Toronto Raptors, Jontay Porter, fue expulsado de la liga tras una investigación que reveló que había compartido información confidencial con apostadores y apostado en partidos de la NBA, incluso en uno de su propio equipo. Este caso resaltó los peligros de las apuestas dentro de la liga y reafirmó la importancia de mantener controles estrictos.
El caso de Porter evidenció la complejidad del tema y los desafíos que enfrenta la NBA para garantizar que las apuestas no socaven la integridad del juego. Silver catalogó las acciones de Porter como un “pecado capital” y aseguró que la liga tomará medidas severas para evitar que se repitan incidentes similares.
El escándalo de Tim Donaghy: un antecedente espantoso en apuestas deportivas
El hecho ocurrió en el año 2007, cuando se reveló que el árbitro Tim Donaghy había estado involucrado en un esquema de apuestas ilegales. Donaghy no solo apostaba en partidos de la NBA, sino que también brindaba información privilegiada a apostadores, incluida la forma en que ciertos árbitros dirigían los juegos y posibles estrategias de los equipos. Incluso manipulaba ciertos partidos que él mismo arbitraba para beneficiar a los apostadores, afectando las decisiones sobre faltas y otros aspectos del juego.
En 2007, Donaghy se declaró culpable de dos cargos federales: conspiración para cometer fraude electrónico y transmisión de información de apuestas a través de líneas estatales. Fue sentenciado a 15 meses de prisión en 2008, de los cuales cumplió 13 meses antes de ser liberado bajo libertad supervisada. Además, fue multado con 500.000 dólares y obligado a pagar 30.000 en restitución.
El escándalo puso en duda la integridad de los juegos y dañó la imagen de la NBA, ya que se plantearon preguntas sobre si otros árbitros o jugadores podrían haber estado involucrados. Aunque la liga implementó reformas para mejorar la transparencia del arbitraje, el caso Donaghy sigue siendo uno de los mayores escándalos de apuestas en la historia del deporte profesional en Estados Unidos.