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Zion Williamson despega hacia el estrellato

El pivote de los Pelicans vive un presente soñado. Tras perderse un año por lesión, Zion resurgió en estrella y puso a su equipo en la cima del Oeste.

Zion Williamson
Williamson resurgió de sus lesiones y puso a los Pelicans al mando del Oeste (FOTOGRAFÍA: Gentileza Yahoo Sports.

Finalmente se soltó la bestia. Zion Williamson está desplegando todo el potencial que lo llevó a ser el número uno del Draft en 2019, por sobre otra gran estrella actual de la liga como es Ja Morant. Los obstáculos que atrasaron su explosión han quedado en el pasado, y el pivote de los Pelicans está listo para dominar la NBA.

¿Qué lo detuvo durante estos tres años? Principalmente, su físico. Los problemas comenzaron incluso antes de su debut como profesional. Durante su último año en la universidad de Duke, Zion sufrió un esguince en su rodilla luego de que su zapatilla explotara. Por ello se perdió sus últimos seis juegos en la NCAA y los primeros 44 en la NBA. Más adelante, en la burbuja, se lastimó el tobillo y terminó saliendo por dar positivo de Covid.

Tras una accidentada campaña de novato, la temporada 2020/21 fue una revancha para Zion. Si bien la rodilla volvió a molestarlo durante el training camp, el interno pudo jugar 61 de 72 partidos. Fue un pilar para esos irregulares Pelicans de Stan Van Gundy que no llegaron muy lejos (11° del Oeste), pero fueron sensación por los highlights de Williamson y Brandon Ingram. Inesperadamente, fue llamado al All-Star y terminó siendo titular por la lesión de Joel Embiid.

Fue un gran año para el formado en Duke. Aún conteniéndose, hubo momentos en los que forzó la máquina y desplegó todas sus virtudes. No sólo fueron alley-oops, volcadas espectaculares o tapones. Sorprendió desde la versatilidad en la que se maneja en el pick and roll (llevando la pelota o poniendo la cortina), mostró un buen control de su físico, gran capacidad para el drible y una visión de cancha excepcional para alguien en su posición. Todo apuntaba a que la 2021/22 sería la temporada en la que la bestia rompería sus cadenas.

Sin embargo, el físico lo volvió a traicionar. Una fractura en el pie derecho lo alejó de las canchas antes del comienzo de la fase regular, y lo obligaron a perderse un año completo. Un golpe muy duro para un interno que pasó de proyectarse en Shaquille O’Neal a ser comparado con Greg Oden, la eterna promesa elegida por los Blazers en el puesto uno del Draft 2007, quien padeció varias lesiones y nunca pudo alcanzar su techo.

Por ello, esta nueva temporada se planteaba como un gran desafío para Zion. Primero por la importancia de mantenerse sano, y luego, por la necesidad de acercarse a las expectativas que generó durante su segunda campaña en la liga.

La pretemporada no arrancó bien. En un partido contra el Heat, el pivote se dobló el tobillo izquierdo d y tuvo que abandonar la cancha. Las imágenes fueron impactantes, pero las tomografías mostraron que no milagrosamente no hubo lesión. Más allá del dolor, Zion comenzó la fase regular sin ningún limitante físico, y Willie Green no dudó en darle protagonismo a su jugador estrella. Más allá de algunas ausencias por un golpe en su pierna derecha, el uno de New Orleans salió siempre a la cancha, y poco a poco, empezó a confiar en su físico.

Sin ningún obstáculo en frente, la besta liberó todas sus fuerzas. Máxima aceleración en las penetraciones, con un cuerpo de 129 kilos, y una infinidad de recursos para anotar cerca del aro. Juego de espaldas, fundamentos en la pintura, control de su cuerpo y una potencia física imposible de contener para el resto de la liga. Midiendo apenas dos metros, Zion se convirtió en un prototipo similar a Shaquille O’Neal (16 centímetros más alto). Incluso con mejor manejo de balón y visión de cancha.

El punto de inflexión fue el triunfo sobre Toronto el 30 de noviembre. Sus 33 puntos, 10 rebotes, cinco asistencias y cuatro robos marcaron el inicio de una gran racha para él y para su equipo. Siete victorias seguidas, incluyendo dos sobre Phoenix y una ante Denver, que pusieron a los Pelicans al mando de la conferencia Oeste.

Zion, indomable: anotó 35 de forma consecutiva frente a los Suns y promedió un total de 30 unidades, 10.4 recobres, 6.1 asistencias y 1.6 recuperos a lo largo de esos siete juegos. Si bien la racha terminó el martes con la derrota frente al Jazz, Williamson volvió a liderar a su equipo con 26 tantos, nueve tableros y cinco pases gol en 25 minutos.

Comandados por la bestia de 22 años, New Orleans sueña a lo grande esta temporada. En 21 años de existencia, la franquicia de Lousiana sólo cuenta con ocho participaciones en playoffs. Su mayor éxito lo lograron en la 2007-08, cuando guiados por Chris Paul, estuvieron a un juego de las finales de conferencia. Sea esta temporada o las siguientes, los Pelicans tienen en Zion Williamson el motivo para ilusionarse con el tan ansiado primer anillo de campeón.

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