El proyecto “The Last Dance” se lanzó a partir del inicio de la temporada 1997-98, impulsado por el entrenador Phil Jackson. Chicago Bulls venía de conquistar cinco campeonatos en la era Michael Jordan: 1991, 1992, 1993, 1996 y 1997. Sin embargo, el clima de cara al amanecer del torneo se puso muy tenso en las oficinas de la franquicia. “Este será el último año del coach Phil Jackson”, manifestó el General Manager Jerry Krause, en una conferencia de prensa.
Además, los contratos de la gran mayoría de los jugadores estaban en el último año. El caso más notorio fue el de Scottie Pippen, quien había firmado en 1991 por una suma de 19,4 millones de dólares en siete campañas. Su conflicto con el GM lo llevó a tomar la decisión de arrancar el certamen afuera de las canchas, debido a una operación en el tobillo derecho.
“Afortunadamente, descansé un poco en el verano al retrasar la cirugía en el tobillo derecho y la muñeca izquierda. Este era el mismo tobillo que me había estado molestando desde la serie de los Knicks en 1992. Esperé hasta fines de agosto, ya que sentí que era hora de tomar una decisión por mí y no por los Chicago Bulls. Ya les había dado suficiente. La cirugía habría significado otro verano perdido y estar con muletas durante semanas. Eso no es descansar. Eso es luchar”, comentó el alero del conjunto de la Ciudad del Viento.
Por otro lado, Michael Jordan ingresó a la última temporada de su contrato. A la par, otros integrantes del plantel se encontraban en la misma situación: Steve Kerr, Dennis Rodman, Luc Longley, entre otros. Por eso, se agigantaron las especulaciones acerca del futuro de este proyecto.
Además, cuando Scottie Pippen retornó al plantel, Dennis Rodman pidió unas vacaciones de 48 horas. ¿Volvió a tiempo? “No no, no volvió en tiempo. Tuve que ir a sacar su culo de su cama”, respondió con gracia MJ. “Hubo un golpe en la puerta. Era Michael Jordan. Y me escondí, no quería que me viera de esa forma”, explicó Carmen Electra, amante del Gusano en aquella época.
Sin embargo, el equipo se motivó al enterarse de la idea ejecutada por el entrenador Phil Jackson. Entonces, se mentalizó la meta de darle un cierre perfecto a la mejor dinastía de todos los tiempos. Y a pesar de una fase regular averiada por algunas bajas (Pippen, Kerr), los de Illinois se las ingeniaron para finalizar en el mejor récord de la Conferencia del Este. El registro fue de 62 encuentros ganados y 20 perdidos, además de haber cosechado una racha de 13 triunfos consecutivos entre marzo y abril, y haber logrado el tercer mejor rating defensivo.
LAS BATALLAS DE LA REGIÓN
Chicago Bulls arrancó con el pie derecho los Playoffs, ya que barrió en la primera ronda a New Jersey Nets por 3 a 0. La franquicia de la Ciudad del Viento impuso su superioridad ante el equipo de Keith Van Horn y Sam Cassell. Luego, los de Illinois vencieron en las Semifinales de Conferencia ante Charlotte Hornets por 4 a 1. También, se hicieron fuertes ante el elenco de Glen Rice, Anthony Mason y Vlade Divac.
En las Finales del Este, los dirigidos por Phil Jackson tuvieron que cruzarse con los Indiana Pacers de Reggie Miller, Rik Smits y Chris Mullin. El DT del conjunto de Indianápolis era Larry Bird, una leyenda de Boston Celtics que tuvo que medirse con Michael Jordan en los Playoffs de 1986. En esa ocasión, The Birdman le dio el triunfo en la serie a los de Massachusetts. Pero esta vez, el número 23 de Chicago Bulls se tomó revancha en un duelo muy friccionado y ganó por 4 a 3.
“Si tengo que eligir a un equipo que nos dio el duelo más difícil en el Este, además de Detroit, Indiana fue el más complicado. Eran durísimos, cada vez que jugaba un partido contra ellos terminaba con una cicatriz. Se convirtió en algo personal para mí”, comentó MJ. No obstante, el escolta y emblema de los de la Ciudad del Viento logró el triunfo en siete enfrentamientos. Su promedio en la serie fue de 31,7 puntos, 5,7 rebotes y 4,1 asistencias por partido.
De esta forma, Chicago obtuvo el sexto campeonato de la región en ocho años y se clasificó a las Finales de la NBA. El rival volvió a ser Utah Jazz, después de haberles ganado en las Finales de 1997 por 4 a 2. El conjunto comandado por John Stockton y Karl Malone se mostró con sed de revancha, tras superar en la postemporada a Houston Rockets (3-2), San Antonio Spurs (4-1) y Los Angeles Lakers (4-0).
EL ÚLTIMO TIRO
Chicago Bulls arrancó las Finales de la NBA con una derrota en el Delta Center por 88 a 85, el 3 de junio. John Stockton (24 unidades, dos tableros, ocho pases gol y dos robos) y Karl Malone (21, 14, dos, dos y dos bloqueos) lideraron las ofensivas de Utah Jazz con el fin de arrancar la serie con un sólido triunfo en casa. Sin embargo, los de la Ciudad del Viento respondieron en el segundo encuentro, realizado el día 5 del mismo mes. Michael Jordan (37 puntos, cinco rebotes, tres asistencias, un recupero y una tapa) y Scottie Pippen (21, seis, cuatro, uno y una) se encargaron de que la visita ganara por 93 a 88 y empatara la historia por 1 a 1.
Los tres encuentros siguientes se llevaron a cabo en el United Center, donde la presentación de los jugadores locales estremecía cada rincón del estadio. La canción Sirius de The Allan Parsons Project, con las luces apagadas, puso la piel de gallina a cada espectador. Y eso hizo eco en los dirigidos por Phil Jackson.
El tercer juego, el 7 de junio, fue un espectáculo de principio a fin de los Bulls. El triunfo categórico por 96 a 54 puso al frente a Chicago por 2 a 1. Cuatro integrantes del elenco anfitrión finalizaron en doble dígito: Michael Jordan (24 tantos), Toni Kukoc (16), Scottie Pippen y Scott Burrell (ambos con diez). Los de Illinois repitieron el desenlace en el cuarto duelo, el 10 de junio. Jordan (34 unidades, ocho tableros, dos pases gol y dos recuperos) y Pippen (28, nueve, cinco y uno) se encargaron de que el dueño de casa festejara por 86 a 82. Así, quedaron 3 a 1 en la serie.
De todos modos, Utah Jazz impidió la sentencia en el United Center. El 12 de junio, los de Jerry Sloan se llevaron la victoria por 83 a 81. Karl Malone fue la gran figura de los de Salt Lake City con 39 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias. También, John Stockton aportó 12 pases gol y cinco recuperos, con el fin de descontar en la serie (2-3).
Los últimos dos partidos estaban previstos para que se disputaran nuevamente en el Delta Center. Sin embargo, Michael Jordan se encargó de que la historia se definiera en tan solo seis compromisos. El 14 de junio, el número 23 retrató el tan icónico lanzamiento que le dio el triunfo a su equipo por 87 a 82. Luego de robarle un balón a Karl Malone desde el lado ciego, el escolta selló “El Último Tiro” o “The Last Shot”. De esta forma, coronó sus 45 tantos y cuatro recuperos, en un partido que tuvo a Scottie Pippen afectado por las migrañas.
MJ recibió el premio al MVP de las Finales por sexta vez consecutiva. Su grandeza quedó marcada para siempre, porque ratificó su dominio en la mejor liga del mundo y su denominación como el mejor jugador de todos los tiempos. Y además, Chicago Bulls levantó el sexto trofeo Larry O’Brien de su historia, dándole un cierre ideal a la dinastía que revolucionó y globalizó la NBA.