El propietario Mark Cuban realizó una agencia libre trascendental en 2010. En primer lugar, le extendió el contrato a Dirk Nowitzki por una suma de 80 millones de dólares en cuatro temporadas. El ala-pivote alemán había finalizado el contrato anterior tras el cierre de la campaña 2009-10, por lo tanto el dueño se aseguró que el principal emblema de Dallas Mavericks siguiera para rato.
Además, la franquicia texano llegó a un acuerdo con Charlotte Bobcats, en el cual generó la llegada de Tyson Chandler. El centro fue uno de los pilares en el quinteto titular, junto con Dirk Nowitzki, Jason Kidd y Shawn Marion. Asimismo, le renovaron a dos internos que resultaron fundamentales para la rotación del elenco de Rick Carlisle. Ellos fueron Brendan Haywood (55 millones de dólares en seis años) e Ian Mahinmi (850 mil en dos).
En el medio del certamen, Dallas sufrió una baja muy sensible. Caron Butler sufrió una ruptura en el tendón rotuliano derecho, cuya recuperación le demandará por el resto de la temporada. A cambio, Peja Stojakovic firmó por el resto del torneo, luego de haber arreglado la rescisión de contrato con Toronto Raptors.
Con estos movimientos, los Mavericks potenciaron el nivel colectivo y se animaron a luchar por el primer campeonato de su historia. En la fase regular, el conjunto texano finalizó en el tercer puesto con un récord de 57 encuentros ganados y 25 perdidos. Solamente quedó por detrás de San Antonio Spurs y Los Ángeles Lakers.
Por otro lado, estaba Miami Heat que era el equipo de ese momento. La franquicia de Florida juntó en el verano estadounidense a tres figuras de la competencia: LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. Por ende, los seguidores de la mejor de la liga del mundo ubicaban al elenco de Erik Spoelstra como los máximos candidatos al título. Finalizaron en la segunda lugar de la etapa regular con una marca de 58 triunfos y 24 derrotas.
SORPRENDIENDO A CONTENDIENTES
Dallas Mavericks realizó un camino impresionante en los Playoffs. En la primera ronda venció a Portland Trail Blazers por 4 a 2. Los dirigidos por Rick Carlisle ganaron los primeros dos duelos de local, pero perdieron los dos siguientes enfrentamientos de visitante. En el cuarto juego, desperdiciaron una máxima ventaja de 23 tantos, ya que el dueño de casa concretó una ráfaga de 35 a 15. Sin embargo, los texanos volvieron a ganar dos compromisos seguidos para avanzar a la segunda instancia.
La siguiente parada era Los Ángeles Lakers, el campeón defensor. Y todavía contaba con Phil Jackson como entrenador, así como también con las mejores épocas de Pau Gasol, Kobe Bryant, Lamar Odom, Derek Fisher y Metta World Peace. Dallas dio el salto de calidad tras imponerse en los primeros dos partidos en el Staples Center. Y después, se mostró sólido en el American Airlines Center para completar la barrida por 4 a 0.
Los Mavs jugaron las Finales del Oeste contra Oklahoma City Thunder. El rival contaba con cuatro jóvenes que tenían un enorme futuro por delante: Russell Westbrook, James Harden, Kevin Durant y Serge Ibaka. No obstante, los de Rick Carlisle dominaron esa serie con un contundente 4 a 1. Dirk Nowitzki sacó a relucir su talento y temple para encabezar al equipo convirtiendo 48 tantos en el primer punto y 40 en el cuarto. En este último duelo, Dallas remontó una desventaja de 99-84 en los 12 minutos finales.
Así, se clasificó a las Finales de la NBA por segunda vez en su historia. La primera aparición ocurrió en 2006, cuando cayó ante Miami Heat. Y en esta ocasión, tuvo su oportunidad de revancha después de que los de Florida hicieran un trayecto impecable en los Playoffs. Los de Erik Spoelstra dejaron en el camino a Philadelphia 76ers, Boston Celtics y Chicago Bulls. En las tres series se impusieron por 4 a 1.
EL MOMENTO DE HACER HISTORIA
Dallas Mavericks comenzó perdiendo el primer cruce con Miami Heat por 92 a 84, de visitante. Pero respondió con un triunfo clave en el segundo duelo con un ajustado 95 a 93, en Florida. Llegó a estar abajo en el último período, por una desventaja de 15 unidades (73-88). De todos modos, cosechó una ráfaga de 22 a 5 en la recta final para llevarse la primera victoria del American Airlines Arena.
Las Finales de la NBA se mudaron a Texas, con el objetivo de que se desarrollaran el tercer, cuarto y quinto encuentro. Los de Erik Spoelstra se quedaron con el tercer partido por 88 a 86, aunque Dirk Nowitzki haya tenido la posibilidad de empatarlo en la última jugada. Pero el ala-pivote alemán reaccinó en el cuarto juego, guiando al equipo hacia a victoria por 86 a 93. A pesar de haberse presentado con fiebre, se las ingenió para sumar 21 unidades y 11 tableros.
Los Mavs ganaron el quinto compromiso por 112 a 103, en el afán de regresar a Miami con una ventaja de 3 a 2. El elenco de Rick Carlisle se empecinó en aprovechar el primero de los dos match points de las Finales. En el sexto enfrentamiento, Dirk Nowitzki anotó 18 de sus 27 puntos en el segundo tiempo (diez en el último episodio) para que Dallas lo ganara por 105 a 95. También, Jason Terry contribuyó con 27 tantos desde la banca (tres triples).
De esta forma, Dallas Mavericks ganó la serie por 4 a 2 y se transformó en la primera franquicia de la ciudad en levantar un trofeo de la historia del deporte profesional. Y en gran parte se debió a Dirk Nowitzki, quien terminó recibiendo el premio al MVP de las Finales. El interno europeo concluyó con una media de 26 unidades y 9,7 tableros por encuentro.
Y además, sorprendió a la mejor liga del mundo tras superar en las Finales al rival que se consideraba como el máximo aspirante al título. Los de Florida hicieron una agencia libre sobresaliente al formar un Big Three compuesto por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. De todos modos, no les alcanzó para batir el grandioso nivel colectivo del conjunto texano.