Philadelphia Warriors llevaba tres temporadas sin disputar los Playoffs. Paul Arizin había sido elegido en el Draft de 1950 y Neil Johnston, en el de 1951. Sin embargo, esas selecciones notorias no alcanzaban para dar el salto de calidad que tanto buscaban. La franquicia llevaba diez años sin festejos, ya que su primer campeonato había sido en 1946 (justo cuando se llevó a cabo la primera campaña de la NBA).
Por eso, la franquicia tomó una decisión drástica en el banco. Es que despidieron al entrenador Edward Gottlieb, con el objetivo de que el coach sucesor sea George Senesky. Asimismo, hubo un gran acierto al hacerse en el Draft de 1955 con los servicios de Tom Gola. En su temporada de novato, el escolta promedió 10,8 puntos, 9,1 rebotes y 5,9 asistencias por aparición.
De esta manera, el conjunto de Pensilvania se clasificó a los Playoffs, por primera vez en tres campañas. A su vez, logró el primer puesto de la División del Este con un récord de 45 partidos ganados y 27 perdidos. Para eso, Paul Arizin fue clave porque se consolidó como el principal referente del equipo. El alero integró el Mejor Quinteto del torneo y participó del Juego de las Estrellas, tras registrar una media de 24,2 unidades, 7,5 tableros y 2,6 pases gol por juego.
Neil Johnston también conformó el Mejor Quinteto del certamen y participó del All Star Game. El promedio del centro en esa temporada fue de 22,1 tantos, 12,5 rebotes y 3,2 asistencias por compromiso. Asimismo, Jack George integró el Segundo Mejor Quinteto de la competición, después de anotar 13,9, capturar 4,3 y repartir 6,3.
REGRESANDO A LOS PRIMEROS PLANOS
Philadelphia Warriors se cruzó en las Finales de la División del Este con Syracuse Nationals, que superó en la primera ronda a Boston Celtics por 2 a 1. El rival estaba compuesto por figuras como Dolph Schayes (23,4 unidades, 14,8 tableros y 2,2 pases gol por partido), George King (15,2, seis y 10,4) y Dick Farley (11,2).
Syracuse se impuso en los dos enfrentamientos que disputó en casa (122 a 118 en el segundo duelo y 108 a 104 en el cuarto). Sin embargo, el elenco de George Senesky se hizo fuerte en condición de local, con el fin de adjudicarse los tres compromisos (109 a 87 en el primer partido, 119 a 96 en el tercero y 109 a 104 en el quinto).
De esta forma, la franquicia de la Ciudad de la Hermandad ganó la serie por 3 a 2 y retornó a las Finales de la NBA después de diez años. El contrincante fue Fort Wayne Pistons, que venció en las Finales de la División del Oeste a Saint Louis Hawks por 3 a 2.
ESCALANDO CON CATEGORÍA
El 31 de mayo de 1956, Philadelphia Warriors arrancó las Finales con un triunfo sobre Fort Wayne Pistons por 98 a 94, de local. Paul Arizin (28 puntos, ocho rebotes y tres asistencias), Ernie Beck (23 y ocho), Tom Gola (11, nueve y diez) y Neil Johnston (diez, 14 y tres) se encargaron de que el equipo comenzara el cruce con el pie derecho.
Un día después, los Pistons respondieron con una victoria en el segundo encuentro por 84 a 83, en casa. George Yardley (30 unidades y 19 tableros) y Larry Foust (23, 11 y tres pases gol) guiaron a Fort Wayne hacia el empate en la serie por 1 a 1.
El 3 de abril, el elenco de George Senesky capitalizó el regreso a casa y se adjudicó el tercer enfrentamiento por 100 a 96. Paul Arizin (27 tantos, cuatro rebotes y tres asistencias), Neil Johnston (20, 17 y cuatro), Jack George (17) y Tom Gola (16, nueve y ocho) guiaron al anfitrión hacia el liderazgo en la película por 2 a 1.
Luego de 48 horas, los de Pensilvania obtuvieron el resultado trascendental en el cuarto encuentro por 107 a 105, fuera de casa. Paul Arizin (30 unidades, seis tableros y dos pases gol), Jack George (20, seis y cinco), Tom Gola (19, nueve y seis) y Neil Johnston (18, seis y cuatro) lideraron las ofensivas de la visita para dejarlo a un paso de la gloria.
El 7 de abril de 1956, Philadelphia Warriors aprovechó la vuelta a casa para imponerse en el quinto compromiso por 99 a 98. De esta manera, consumó su primer campeonato en diez temporadas para ubicar el segundo trofeo Larry O’Brien en la vitrina. Paul Arizin (30 puntos, seis rebotes y dos asistencias), Jack George (20, seis y cinco), Tom Gola (19, nueve y seis) y Neil Johnston (18, seis y cuatro) tuvieron actuaciones fenomenales, en el afán de sentenciar la historia con un contundente 4 a 1.