“Le pedimos al Dr. J que haga todo por nosotros. Fue nuestro líder anotador y máximo rebotero. Tomaba los rebotes, empujaba el contrataque y llegaba para definir los ataques rápidos. Quizás fue demasiado: para playoffs, estaba realmente muy cansado”, dijo Kevin Loughery, coach de New York Nets, al cierre de la temporada 1974-75 de la ABA sobre la gran figura del equipo Julius Erving.
Aquella temporada finalizó con la sorpresiva eliminación de New York en primera ronda de playoffs a manos de los St. Louis Spirits cuatro juegos a uno. Algo debía cambiar. Y debía ser rápido.
La dirigencia puso manos a la obra: con el objetivo de ayudar a Julius Erving en el apartado rebotero, se llevaron a cabo movimientos importantes.
Llegaron entonces al roster Swen Nater, Chuck Terry, Kim Hughes, y Rich “House” Jones, procedentes de San Antonio Spurs, a cambio de Larry Kenon, Mike Gale y Billy Paultz. Se sumó al plantel Ted McClain procedente de Kentucky y luego Nater fue transferido a Virginia a cambio de “Jumbo” Jim Eakins.
Una vez que tiraron por la borda los sacos de arena, los Nets se convirtieron en un equipo poderoso. Listo para el premio mayor. Tan es así que unidos como grupo lograron repetir la marca de 55 triunfos por tercer año consecutivo, sellando un récord favorable de 55-29.
Con cinco partidos por jugar en la temporada regular, Loughery decidió darle descanso a Erving: el objetivo era, claramente, los playoffs que estaban a pocos días de empezar.
En las semifinales de ABA, los Nets derrotaron a los Spurs 4-3 en una serie emocional, cargada de adrenalina y momentos de tensión. Y luego, en la definición de campeonato, derrotaron a los Nuggets 4-2 para alzarse con el trofeo.
Aún no lo sabían, pero el gran festejo de los Nets de 1976 sería el último con el logo de la ABA, tras nueve temporadas de juego vistoso y explosivo.
UN REGRESO MEMORABLE DE NEW YORK NETS EN EL JUEGO 6
Quizás el partido más recordado del título de los Nets de 1976 se jugó el 13 de mayo. El día D para conquistar el título. Los Nuggets buscaban de manera desesperada forzar un Juego 7 en Mile High City para extender la serie y New York buscaba terminar la historia cuanto antes.
Recuerda el sitio Remember The ABA que, como la nación entera estaba expectante por una definición en Juego 7, se habían hecho los arreglos correspondientes con la NBC para una transmisión para todo Estados Unidos el domingo por la mañana en el McNichols Arena.
Pero ese momento nunca llegó. David Thompson (42 puntos) y Dan Issel (30 y 20 rebotes) parecieron forzar la situación a favor de Denver.
Para el tercer cuarto, los Nuggets arrastraban una ventaja favorable de 22 puntos sobre los Nets. Pero en el último cuarto, New York tuvo una idea diferente y logró reescribir los planes que parecían definidos de antemano.
Con un trabajo grupal de excelencia, cumplió el deseo ferviente de conseguir un triunfo épico frente a sus fans. Gracias a un desenlace fantástico, apostado en una defensa zonal que frustró a los perimetrales de Nuggets, se dio una remontada épica, de las más grandes de la historia, que tuvo en los certeros tiros a distancia los argumentos primarios para revertir el resultado.
La combinación de anotaciones en el clutch de “Super” John Williamson y “Jumbo” Jim Eakins permitieron completar la hazaña: los Nets ganaron 112-106 el juego 6 y se alzaron con el último y definitivo campeonato de la ABA.
Como era de esperar, Julius Erving fue elegido como el Jugador Más Valioso de aquellas Finales.
