Emanuel Ginóbili tuvo un nuevo logro que todavía complica más la comprensión de su trayectoria: ingresó al salón de la fama. Aquel niño que picaba la pelota mientras sus hermanos brillaban en Bahiense del Norte pasó de promesa a leyenda.
Congratulations to 4x @NBA Champion, 2x @NBAAllStar and Olympic Gold Medalist #22HoopClass honoree @manuginobili. pic.twitter.com/AJxlHFH7Ah
— Basketball HOF (@Hoophall) April 2, 2022
«Yo no pensaba jugar en la NBA, pensaba en Europa, el Real Madrid o el Barcelona», le había respondido a Radagast en 2019. Una respuesta con total sinceridad porque en 1993, cuando debutó en la Liga Nacional, la NBA era la ‘tierra prometida’ para el básquetbol argentino. El lugar inalcanzable para el básquetbol sudamericano. La competencia en la que sólo los mejores entraban y Manu, ni ninguno cercano, estaba invitado.
Pero a base de talento, una pasión hasta ilógica por competir y mejorar, Ginóbili encontró el camino. Un viaje que incluyó a Bahía Blanca, La Rioja, Reggio Calabria, Bologna y San Antonio. La trayectoria lo llevó desde la máxima promesa de la Liga Nacional a ser seleccionado a un Juego de las Estrellas en la NBA. Uno de los dos jugadores de la historia en ser campeón de la NBA, la Euroliga y los Juegos Olímpicos. Este último fue el más impensado de todos, con un triunfo sobre Estados Unidos que no se volvió a repetir.
Fue el primer argentino seleccionado a la NBA en 1999 y el tercero en debutar en 2003. Desde entonces, nadie tuvo un paso como él: cuatro anillos de campeón (2003, 2005, 2007 y 2014); dos presencias en Juegos de las Estrellas (2005 y 2011); dos inclusiones en los quintetos ideales de la liga (2008 y 2011); y la selección como el sexto hombre del año (2008).
EL TRIBUTO MÁXIMO
El ingreso al salón de la fama ratifica a Manu Ginóbili como lo que realmente fue: una superestrella. El argentino brilló junto a uno de los tridentes más importantes en los San Antonio Spurs. Tim Duncan pasó de no entenderlo a amarlo. Gregg Popovich, el entrenador con más triunfos en la liga, pasó de querer arrancarse el pelo a verse reflejado en él.
El acto que cambió todo fue cuando aceptó ser sexto hombre con el calibre estelar. «Ginóbili hizo algo que nunca pude, el sacrificio máximo. Dejó a un lado todo para el bien del equipo. Es una leyenda», marcó Scottie Pippen en la noche del retiro de su camiseta. Referentes como Kobe Bryant, LeBron James y Kevin Durant siempre hablaron bien de él.
Al confirmarse la noticia, Manu no tardó en agradecer:
🇺🇲This is another thing that you never expect to happen when you start playing ball. Thanks to everybody that help me during this journey! 🙏
🇦🇷Otra de las cosas que nunca soñás cuando empezás a picar la pelotita naranja! Gracias a todos los que me acompañaron en este camino! 🙏 https://t.co/S3K4ScZm6F— Manu Ginobili (@manuginobili) April 2, 2022
Su carrera dio un vuelco para el básquetbol argentino como el mundial. Aquello que parecía impensado hoy es una indiscutible la realidad. La única prueba que faltaba para confirmar algo bien sabido: es una leyenda.