Seattle Supersonics empezó a consolidar su plantel en la temporada 1977-78. A pesar de la salida de Bob Hopkins tras haber ganado cinco de los primeros 22 partidos, la llegada de Lenny Wilkens cambió el rumbo del equipo. El entrenador reacomodó las piezas para finalizar en el cuarto puesto del Oeste con un registro de 47 triunfos y 35 caídas. Y luego, siguió con su evolución porque se clasificó a las primeras Finales de la NBA de su historia. Sin embargo, Washington Bullets le revirtió la ventaja de 3-2 y se terminó quedando con el título tras ganar la serie por 4 a 3.
Por eso, los Sonics comenzaron la campaña 1978-79, con el fin de tomarse revancha de lo que significó la dura derrota en la instancia más importante del torneo. El deseo fue tan grande que solamente un jugador partió hacia otra franquicia en la agencia libre. Ese fue el caso del centro, Martin Webster. De todos modos, se mantuvo la columna vertebral del roster para encarar el certamen, con el objetivo de retornar a las Finales.
En la fase regular, Seattle demostró su constante desarrollo en el estilo de juego. Y asimismo, se transformó en el equipo con menos puntos permitidos a lo largo de la competencia (103,9 por aparición). De hecho, Dennis Johnson integró el Mejor Quinteto Defensivo del Año. El escolta se afianzó como el principal referente, debido a que promedió 15,9 puntos (43.4% de efectividad en tiros de campo), 4,7 rebotes, 3,5 asistencias, 1,3 robos y 1,2 tapas por compromiso.
Esto le permitió concluir la etapa en el primer puesto de la Conferencia, con un récord de 52 triunfos y 30 derrotas. Dicha marca se convirtió en la mejor de la historia de la franquicia, hasta la temporada siguiente (que ganó 56 de 82 compromisos).
LA VUELTA A LO MÁS ALTO DE LA REGIÓN
Seattle Supersonics arrancó los Playoffs con un triunfo en las Semifinales del Oeste sobre Los Angeles Lakers por 4 a 1. El elenco de Lenny Wilkens capitalizó el hecho de que Magic Johnson había sido elegido unos meses después en el Draft. Así, se pudo hacer más fuerte ante una de las franquicias más ganadoras de la NBA, que era comandada en ese momento por Kareem Abdul-Jabbar.
En la siguiente instancia, el conjunto de Washington tuvo el duelo más parejo de la postemporada. Phoenix Suns lo forzó a disputar los siete enfrentamientos de la serie, de la mano de Paul Westphal y Walter Davis. De todos modos, los Sonics sacaron adelante el duelo, mediante las buenas actuaciones de Gus Williams (22,1 unidades, cuatro tableros, 4,1 pases gol, 2,4 recuperos y un bloqueo), Dennis Johnson (19,7, 5,9, 3,4, 0,9 y 1,6) y Jack Sikma (15,3, 10,9, 1,3, 0,9 y 1,4).
Con un 4-3 en las Finales de Conferencia, Seattle se adjudicó el segundo título consecutivo de la región. Y eso que la franquicia llevaba apenas 12 años de historia en la mejor liga del mundo. De esta manera, regresó a las Finales de la NBA para poder redimirse de la caída en el año anterior.
Y para que la historia fuera aún más completa, Washington Bullets volvió a ser el rival. Para eso, los capitalinos dejaron en el camino a Atlanta Hawks y San Antonio Spurs (ambos por 4-3). Elvin Hayes y Wes Unseld volvieron a ser las estrellas que se ubicaran enfrente, para afrontar la instancia más atractiva del torneo.
EL MOMENTO DE LA REVANCHA
El 20 de mayo, Seattle Supersonics arrancó las Finales cayendo ante Washington Bullets por 99 a 97. Larry Wright (26 tantos) y Bob Dandridge (23, 11 rebotes y cuatro tapas) se encargaron de que los de D.C. arrancaran la película con un triunfo en casa.
Sin embargo, el día 24 del mismo mes llegó la recuperación del elenco de Lenny Wilkens. Gus Williams (23 puntos, cinco asistencias y dos robos) y Dennis Johnson (20, seis, tres y dos bloqueos) guiaron a la visita hacia el triunfo por 92 a 82 que les ayudó a empatar la historia por 1-1.
El 27 de mayo, los Sonics retornaron al Seattle Kingdom para disputar el tercer enfrentamiento. Y con grandes desempeños de Gus Williams (31 unidades), Jack Sikma (21, 17 tableros y dos tapas) y Dennis Johnson (17, nueve, dos y nueve pases gol), lograron la victoria por 102 a 92 para pasar al frente en la serie (2-1).
El 29 de mayo, los dirigidos por Lenny Wilkens volvieron a hacerse fuertes en condición de local. Gus Williams (36 tantos, cuatro rebotes y cuatro asistencias), Dennis Johnson (32, diez, tres y cuatro bloqueos) y Jack Sikma (20, 17, cuatro y cinco) lideraron las ofensivas, en el afán de cosechar el festejo por 114 a 112. De esta manera, obtuvieron el 3-1 que los dejó a un paso de la gloria.
El 1 de junio de 1979, se consumó la lucha por la redención, en la vuelta a la ciudad capitalina. Gus Williams (23 unidades y tres recuperos), Dennis Johnson (21, cuatro tableros y cinco pases gol) y Jack Sikma (12, 17 y dos tapas) se lucieron para que Seattle Supersonics se impusiera por 97 a 93. Y así, conquistara el primer y único trofeo Larry O’Brien de su historia.
Lenny Wilkins resaltó el aspecto más importante que los llevó a estampar el 4-1 que los ayudó a cosechar el campeonato. “Estoy delirando. Sabemos que cuando jugamos bien en defensa, nos impulsa. Estamos orgullosos de nuestra defensiva, y ustedes vieron lo que nos ayudó a lograr”, aseguró el entrenador. Por otro lado, Dennis Johnson recibió el premio al MVP de las Finales, tras promediar 22,6 puntos, seis rebotes y seis asistencias por juego.