La leyenda Jackie Robinson, talento que cambió el mundo tras ser el primer beisbolista de raza negra en Grandes Ligas, fue, además de un bateador increíble, un sensacional jugador de básquetbol.
Robinson llegó a jugar cuatro deportes distintos en la Universidad de UCLA: béisbol, básquetbol, fútbol americano y atletismo.
¿Sus rasgos más significativos como jugador de básquetbol? Velocidad, capacidad atlética y pasión. Todo con solo 1.80 metros de altura. Su carácter ganador estaba dentro de la cancha con el balón como años después sucedería con el bate en sus manos sobre el césped.
En sus dos temporadas en UCLA (1939 y 1941), Jackie promedió 12.4 y 11.1 puntos por juego. Es más, lideró la Pacific Coast Conference Southern Division (hoy Pac-12) en anotación en 1940 y 1941.
Fue reclutado en el ejército estadounidense en 1942 y estuvo enlistado en las filas hasta fines de 1944. Su paso con el uniforme verde fue una pesadilla para Jackie, porque vio su carrera deportiva quedar trunca por conflictos raciales: no había puertas abiertas para los afroamericanos en ninguna de las ligas de los deportes norteamericanos.
Sin embargo, en 1946, Robinson fue seducido por Los Angeles Red Devils y retomó la acción. Pocos jugadores eran tan buenos como Jackie en ese entonces, pese a que venía del ejército y no había jugado por un lustro. Con los Red Devils hizo sus primeras experiencias en el profesionalismo, y con un equipo que alternaba jugadores de raza blanca y raza negra, lograron vencer a dos pesos pesado de la NBL: los Sheboygan Redskins y los New York Rens, éstos últimos campeones mundiales de 1939 e impulsores del básquetbol profesional.
Sin embargo, el mayor test que vivió Jackie Robinson tuvo nombre y apellido: George Mikan, conocido como Mr. Basketball. Los Chicago Gears de Mikan fueron animadores claros de la NBL en aquellos años. Robinson y Mikan alternaron triunfos en partidos cerrados y se llevaron los flashes de la prensa de aquel entonces. En el añorado año de 1947, cuando ya se hablaba de Robinson y los Dodgers en las Grandes Ligas, los Gears de Mikan derrotaron en las Finales a los Rochester Royals, en un choque memorable que quedó grabado en los libros de historia del básquetbol estadounidense.
“Robinson, quien se destacó en cuatro deportes en UCLA, este año hizo la transición del béisbol al baloncesto sin el más mínimo problema; y con más de una docena de juegos profesionales en su haber, está destinado a ser uno de los hombres más destacados del juego”, señaló el Cleveland Call & Post en 1946.
Robinson abandonó en enero a los Red Devils, justo cuando Branch Rickey, uno de los grandes responsables de fichar a Jackie Robinson, visitó Los Angeles. Meses después Robinson hizo su estreno en las Grandes Ligas y el básquetbol pasó a ser parte de su rico pasado como deportista.
La pregunta acerca de si Jackie Robinson podría haber sido una estrella de la NBA, se responde con un rotundo sí. Promedió como profesional 10 puntos en una era en la que los equipos no llegaban a 50 por aparición. Y lo hizo todo mientras desafiaba el orden establecido y cambiaba, para siempre, el mapa del béisbol a lo largo y ancho de Estados Unidos.
El hombre que alguna vez pudo ser, decidió darle entrada al que finalmente fue. Y no se equivocó.
El resto de la historia, por supuesto, ya es conocida.