Karl-Anthony Towns llegó a los New York Knicks, se unió al reconocido equipo del pueblo procedente de Minnesota Timberwolves, y junto a Mikal Bridges ayudaron a que el equipo de la Gran Manzana se convierta en uno de los grandes candidatos a ganar la Conferencia Este.
Con respeto, por supuesto, para los campeones Boston Celtics y los siempre competitivos Philadelphia 76ers.
El traspaso del gigante dominicano fue uno de los movimientos más sorprendentes y complejos de la NBA en los últimos años. Lo que sucedió entre bambalinas para concretar esta adquisición fue una auténtica saga, llena de maniobras financieras y movimientos estratégicos.
La magia financiera detrás del fichaje de Towns
El impacto económico del traspaso de Towns es lo que más sorprende. Tras sumar los contratos de Towns y Mikal Bridges, los Knicks quedaron con solo $300,000 de espacio bajo la segunda “apron” salarial, una barrera infranqueable según las reglas del tope salarial de la NBA. Esta pequeña cantidad, que representa solo el 0.2% de la nómina total de $189 millones de los Knicks para esta temporada, se logró gracias a una serie de movimientos minuciosamente calculados durante los últimos años.
El plan de cinco años en acción
Tom Thibodeau, entrenador de los Knicks, elogió la planificación de largo plazo que permitió esta jugada. “Ha sido una ejecución excelente de un plan. Son cinco años de trabajo acumulando capital de draft y mirando las oportunidades paso a paso”, explicó Thibodeau a ESPN. Y tiene razón: la estrategia se ha venido construyendo desde que los Knicks firmaron a Jalen Brunson en 2021 con un contrato decreciente en sus primeros tres años. A esto le siguió la firma de Mitchell Robinson en 2022 bajo un esquema similar, lo que liberó $1.3 millones adicionales en espacio salarial.
El traspaso se cimentó aún más cuando los Knicks optaron por no extender una oferta calificativa a Precious Achiuwa, lo que lo convirtió en agente libre no restringido. Meses después, lo firmaron por $6 millones, ahorrando $300,000 en comparación con lo que habría costado de haberse activado la oferta calificativa.
Movimientos de draft clave
El draft también jugó un papel crucial. Los Knicks realizaron seis intercambios en la noche del draft de 2023. Finalizaron con las selecciones 25 y 34, además de varios picks de segunda ronda para futuros drafts. Pacome Dadiet, su elección de primera ronda, firmó por un 80% de su valor predeterminado, mientras que su segunda selección, Tyler Kolek, aceptó un contrato $800,000 por debajo del valor de la selección 24, ahorrando otros $1.3 millones.
Una compleja estrategia de firma e intercambio
La complejidad del acuerdo se completó con un triple acuerdo de firma e intercambio, en el que los Knicks firmaron y traspasaron a tres jugadores (Charlie Brown Jr., DaQuan Jeffries y Duane Washington Jr.) a los Charlotte Hornets. Este movimiento, necesario para que el traspaso funcionara bajo las restricciones de la segunda apron, les permitió cubrir el costo de los jugadores y generar $400,000 en ganancias para los Hornets, además de tres picks de segunda ronda.
La visión de Karl-Anthony Towns
Towns estaba al tanto del interés de Leon Rose, presidente de los Knicks, en adquirirlo, pero no creía que pudieran concretar el acuerdo. “Estaba sorprendido”, admitió Towns. “Tal vez la palabra ‘asombrado’ sea más adecuada”. La sorpresa no solo fue suya, sino de gran parte de la liga, especialmente cuando su salario subió $13 millones a partir del 1 de julio debido a su extensión supermax firmada en 2022.
Los retos futuros
Si bien la oficina de los Knicks, liderada por Brock Aller, vicepresidente de planificación estratégica, fue clave en la operación, los jugadores saben que el verdadero trabajo comienza ahora. “Brock hizo un gran trabajo en su parte”, comentó Brunson. “Nosotros debemos hacer la nuestra en la cancha”.
La unión de Towns y Brunson no es solo el resultado de movimientos financieros brillantes, sino también de una visión a largo plazo que podría posicionar a los Knicks como contendientes serios en la NBA.