Los Chicago Bulls dieron un vuelco en su historia en el Draft de la NBA de 1984. Aquella noche del 19 de junio seleccionaron con el tercer pick a Michael Jordan. Tanto Houston Rockets (Hakeem Olajuwon) como Portland Trail Blazers (Sam Bowie) dejaron pasar la oportunidad de hacerse con sus servicios.
El 12 de septiembre de aquel año firmó su primer contrato con la franquicia. Un vínculo que le permitió cobrar 6.3 millones de dólares a lo largo de sus primeros cuatro años en la liga. Vale la pena recordar que la NBA establece un contrato específico para cada jugador seleccionado en un determinado puesto del Draft. Tras la primera firma, cada agente negocia libremente sobre lo que percibirá su representado.
Sin embargo, lo que la NBA no controla son las bonificaciones. La firma puede venir acompañada del sueldo establecido por la liga sumada a una serie de objetivos que permiten generar un mayor ingreso. En un movimiento inteligente, Michael Jordan junto a su agente, David Folk, pujo por una cláusula que le hubiese permitido cobrar mucho más de lo estipulado.
EL PEDIDO DE MICHAEL JORDAN
Michael Jordan pidió cobrar un porcentaje del ingreso por público presente en el Chicago Stadium, la casa de los Bulls entre 1967 y 1994. Sin embargo, la franquicia le denegó el pedido pese a saber que sus chances de triunfo iban a crecer exponencialmente por su llegada.
En la temporada previa a la llegada de su majestad, la franquicia de Illinois registró un total de 260.950 espectadores entre 41 juegos de local, un bajo promedio de 6365 personas por encuentro. Ese número casi que se duplicó en el primer año de su Majestad, llegando a un total de 487.370 entradas vendidas como una media de 11.887 por aparición.
Con el correr del tiempo y la demostración de talento de quien probablemente sea el mejor de la historia, el aforo siguió creciendo. Escaló a un promedio de 17.975 espectadores por noche en la temporada 1988-89, la última de su vínculo de novato.
A su vez, Michael Jordan acarrea el récord de estar presente en el juego con mayor cantidad de público en la historia de la NBA. Sucedió el 27 de marzo de 1998, cuando su equipo se midió como visitante a los Atlanta Hawks en el Georgia Dome. El sitio web Sports Ilustrated reportó que un total de 62.046 personas estuvo presente en la tribuna para ver su talento.
SU AÑO COMO NOVATO
Michael Jordan demostró su talento en la NBA desde su primer día en la NBA. Promedió 28,2 puntos, 6,5 rebotes, 5,9 asistencias y 2,4 robos en 38,3 minutos por encuentro. Fue seleccionado como el novato del año, integrante del quinteto ideal de novatos, del segundo quinteto ideal de la liga e integró el plantel de la Conferencia del Este en el Juego de las Estrellas de Indiana.
También compitió en el concurso de volcadas contra históricos como Julius Erving, Clyde Drexler y Dominique Wilkins. MJ llegó a la final con el segundo lugar de la primera ronda y el primero de la etapa de semifinales. Sin embargo, cayó por 136 a 147 frente a Wilkins. Luego se impuso en Seattle 1987 como también tuvo su revancha frente a Wilkins en el recordado concurso de Chicago 1988.
Él fue la gran razón por la cual Chicago firmó un récord de 38-44. Lideró al mediocre plantel de Kevin Loughery a una clasificación a los Playoffs. Luego, el conjunto cayó en primera ronda ante los Milwaukee Bucks (3-1). Todo esto pese a que promedió 29,3 puntos, 8,5 asistencias, 5,8 rebotes y 2,8 robos en la serie.
Aquella fue la primera de sus trece temporadas en la NBA junto a los Bulls, todas ellas con apariciones en la postemporada. Además de seis campeonatos, cinco MVPs y un premio al mejor jugador defensivo del año, fue una figura que cambió el mercado de la NBA. Michael Jordan pudo haber merecido esa cláusula, pero Chicago tuvo previsión de negocios y evitó lo que pudo haber cobrado a través de su primer contrato.