La mejor liga del mundo siempre ofrece historias inéditas que transcurren fuera de las canchas. Un caso ejemplar es el de un fantasma que habita en un hotel ubicado en Oklahoma City. El Skirvin Hilton Hotel cuenta con más de 100 años de historia y es uno de los lugares donde se alojan los equipos cuando les toca visitar al Thunder en serie regular.
“La culpa fue de ese extraño hotel. Sólo pude dormir tres horas. Me encontré cinco chinches gigantescas a las tres de la mañana y me desperté lleno de heridas”. Esto dijo Kyrie Irving, después de haber tenido una actuación para el olvido en un partido entre Cleveland Cavaliers y Oklahoma City en 2016, jugado en el Chesapeake Energy Arena.
¿Cuál es el hecho que siembra el miedo en el Skirvin Hilton Hotel? Hace más de 100 años, el dueño del inmueble, Skirvin, se puso en pareja con una sirvienta del hotel, llamada Effie. Un día, la mucama quedó embarazada, lo que hizo entrar en pánico al propietario.
Skirvin decidió encerrar a Effie y al bebé en una habitación. El encierro duró muchísimo tiempo y la madre del niño enloqueció. El desenlace trágico fue inevitable: Effie saltó con el bebé por la ventana. A partir de ese momento, comenzó la leyenda del terror en los pasillos del hotel. Cada noche, su silueta se dibuja en la oscuridad y se escucha el grito y llanto del niño, especialmente en la habitación del décimo piso.
Muchos equipos de la NBA se hospedaron en el Skirvin Hilton Hotel para visitar al Thunder en serie regular. Y las estadías causaron insomnio en la gran mayoría de los protagonistas. No solo lo tuvo que sufrir Kyrie Irving, sino otros reconocidos jugadores.
Taj Gibson, en sus tiempos de Chicago Bulls, contó una vez que la puerta del baño de su habitación se cerró de golpe sin que nadie interviniese. Derrick Rose fue testigo del suceso, ya que estaba al lado del interno del conjunto de Illinois. “Fue aterrador”, afirmó el base.
Jared Jeffries, por su parte, sufrió un episodio espeluznante cuando le tocó habitar el Skirvin Hilton Hotel en medio de una gira con New York Knicks en 2010. “Ese lugar está encantado”, dijo a la prensa. Un compañero de equipo, Eddy Curry, narró su testimonio sobre la noche en el viejo y tenebroso lugar. De hecho, tuvo que dormir acompañado de Nate Robinson para no quedarse solo. “Definitivamente creo que hay un fantasma en ese hotel”, añadió.
Jordan Hamilton dio a conocer su experiencia en Twitter, cuando le tocó hospedarse en 2012 junto con los Denver Nuggets. “Este hotel me asusta cada vez que venimos acá”, comentó.
Oklahoma City intentó sacar provecho de esa situación durante la era de Russell Westbrook y Kevin Durant. Caron Butler firmó con el Thunder para la temporada 2013-14, ya que buscaba aportarle experiencia a un equipo muy joven. Y el alero estaba respaldado por un campeonato con Dallas Mavericks en 2011. Sin embargo, el perimetral se mostró fascinado por la presencia de Effie en ese hotel antiguo y oscuro.
“Toda la liga sabe sobre ella. Afortunadamente, asustará a todos los equipos que vengan (a Oklahoma City) para disputar los Playoffs”, aseguró Butler. Es más, un fan de la franquicia abrió una vez un grupo en Facebook cuyo título era “pongan a Kobe Bryant en la habitación de Effie en el Skirvin Hilton Hotel”. The Black Mamba tuvo dos enfrentamientos con el Thunder en la postemporada, uno fue en 2010 y otro en 2012.
Por su parte, los jugadores de Miami Heat no se vieron atemorizados durante su estadía en el Skirvin Hilton Hotel, en 2012. Ese fue el año en que el elenco de Erik Spoelstra venció en las Finales al Thunder por 4 a 2, en el afán de levantar el segundo trofeo Larry O’Brien de su historia.
“Ningún fantasma llamó a mi puerta”, dijo Udonis Haslem. Shane Battier agregó: “Tengo un hijo de cuatros años y otro de uno. Estos viajes me dan la oportunidad de dormir, algo que ahora mismo no tengo en mi casa. Hará falta algo más que un fantasma para perturbar mi sueño”.
Desde el Skirvin Hilton Hotel niegan rotundamente la existencia de actividades paranormales. “La posición que ha tenido y continúa teniendo el hotel es que no discutimos la tradición, los mitos y las leyendas”, afirmó el General Manager Brett Sundstrom. Asimismo, el periodista de The Oklahoman que escribió el libro “Skirvin”, Steve Lackmeyer, afirmó: “No creo que Effie exista. Si una sirvienta hubiese tenido un final sangriento, no se habría mantenido en silencio. Esta es una ciudad muy pequeña”.
Lo cierto es que la gran mayoría de los jugadores de la NBA piensan completamente lo contrario. En sus experiencias en el Skirvin Hilton Hotel, han tenido que lidiar con sonidos extraños, golpes fuertes de la puerta, gritos y llantos de un bebé. Effie siempre está al acecho de los protagonistas de la mejor liga del mundo, cuando les toca visitar el viejo y tenebroso hotel de Oklahoma City.