La década de los 80 estuvo marcada por dos jugadores: Larry Bird y Magic Johnson. El de Indianápolis lideró a los Boston Celtics a cinco finales y ganó tres de ellas. Por su parte, el oriundo de Chicago fue el director del Showtime de los Lakers en el período de ocho apariciones en definiciones con cinco conquistas. Con estilos diferentes pero un fuego único por la competencia, marcaron una era en la NBA.
Sin embargo, el primer gran cruce entre estas dos leyendas fue antes de la máxima liga deportiva. El par, como rivales, protagonizó la final de la NCAA de 1979. Un juego entre Indiana State Sycamores y Michigan State Spartans que se dio el 26 de marzo de 1979. La definición tuvo 15410 espectadores en el estadio y 35.1 millones de personas siguiendo la televisación. Aún en el período previo a internet y las telecomunicaciones, el básquetbol registró el evento mayor visto de la historia del deporte universitario estadounidense.
Si bien se trata de dos de los mejores jugadores de la historia, la estadística no deja de sorprender. ¿Cuáles fueron las causas de semejante expectativa?
INDIANA LLEGÓ INVICTO
Ninguno de los medios expertos en básquetbol universitario anunciaba a Indiana State como uno de los mejores 25 equipos de la temporada en la previa. Todo esto pese a tener a Larry Bird, que el año anterior había promediado 30,0 puntos (segundo mejor del país) y 11,5 rebotes. ¿La razón? El resto del quinteto inicial de la campaña anterior se había graduado. Además, como si eso hubiese sido poco, el entrenador Bob King tuvo un problema cardíaco por aneurisma cerebral. Así, se vio obligado a dejar el cargo, lo que generó el ascenso de Bill Hodges, su ex asistente y quien no tenía experiencia alguna al frente de un elenco a ese nivel.
El quinteto del elenco cambió rotundamente y tan sólo tuvo a dos jugadores que luego tuvieron experiencia NBA. Carl Nicks (ex Denver Nuggets, Utah Jazz y Cleveland Cavaliers) acompañó a Bird. No obstante, el conjunto empezó a mostrar cómo sería su temporada en un partido de exhibición ante el elenco soviético que luego se alzó con el EuroBasket de 1979. Hodges forjó una ofensiva alrededor de las notables virtudes de Larry, vía por la cual se impuso al equipo europeo por 83-79.
Con las bases claras, Indiana marchó a la definición a su gusto. Ganó 29 partidos en su camino al torneo de la NCAA de los cuales 13 se impuso por un margen mayor a 15 puntos. Además, tan sólo en 2 de sus 33 festejos en la previa de la final no tuvo a Larry Bird como máximo anotador. La leyenda de los Celtics enhebró una racha de siete juegos consecutivos por encima de los 30 puntos, como también tuvo tres de al menos 40 unidades.
Hizo méritos para ser integrante del equipo All-American; integrante del equipo de la conferencia All-Missouri Valley, mejor jugador del año de la conferencia y del certamen. Ganó el Oscar Robertson Trophy (galardón otorgado por la Asociación de Escritores de Estados Unidos; el Naismith Award; el John R. Wooden Award; el Adolph Rupp Trophy; el premio al jugador del año por Associated Presss y el Eastman Award. Una vitrina repleta por sólo su rendimiento en el último año universitario.
EL MAGO QUE CAUTIVÓ A ESTADOS UNIDOS
Michigan State se impuso en la durísima conferencia Big Ten, aunque lo tuvo mucho más complicado que Indiana. Una marca de 21-6 en la fase regular y 13-5 dentro de los duelos regionales. Cada una de sus caídas en el camino al torneo fue fuera de casa, lo que ponía un gran signo de interrogante a la hora de los cruces definitorios.
Sin embargo, nadie se quería perder a Magic Johnson. Medias de 16,1 puntos, 7,4 rebotes y 8,2 asistencias para ser el gran líder de su equipo. Su capacidad para hacerlo todo dentro de la cancha generaba mayor interés que la NBA. Al igual que Bird, nadie dudaba que estaba llamado a sentarse en la mesa de los más grandes de la historia. Inclusive, fue considerado el mejor del deporte hasta la aparición de Michael Jordan.
El equipo abrió su paso por el torneo de la NCAA con un 95-64 sobre Lamar. Luego, sorteó a LSU (87-71) para terminar de dar de colocarse como candidatos al sortear a Notre Dame (80-68), el cuarto mejor posicionado del país. Un 101-67 sobre Penn en las semifinales permitió el pasaje al esperado cruce.
LA FINAL MÁS VISTA DE LA HISTORIA
Por cómo había sido la temporada de cada uno, Indiana State era el gran candidato a ganar la final. Sin embargo, el hecho de tener al candidato al mejor jugador de la historia en frente hacía que las apuestas estén divididas. Cualquier cosa podía pasar aquella noche del 26 de marzo en Salt Lake City. Así, la final de la NCAA de 1979 se prestaba a ser el mejor partido de la historia. Nadie se lo quiso perder.
Michigan abrió la noche en un mejor nivel. Tras un arranque parejo, despegó de la mano de Magic, quien lideró un parcial de 9-0 coronado con un triple de Mike Brkovich. A su vez, el equipo dobló constantemente a Bird para obligarlo a soltar la pelota y/o tomar tiros incómodos. Una estrategia de doble filo ya que Johnson como Kelser tuvieron tres faltas al cabo de la primera mitad. No obstante, el peor posicionado se fue al descanso con un 37-28.
Michigan llegó a ponerse 50-34 en lo que parecía que iba a ser un cómodo triunfo. Pero una vez que Bird se desató, llegó la remontada de Indiana. El alero lideró un 12-2 para achicar a 52-46 a falta de 10 minutos para el cierre.
Sin embargo, cuando el equipo de Magic despertó, no hubo caso. Aquel flojo pasaje fue el único tramo de baja anotación ya que el equipo acertó 12 de sus 16 tiros al aro en la mitad. A través de ofensivas largas para consumir el tiempo, como un Magic Johnson letal (24 puntos, siete rebotes), el equipo halló el camino al título. Un 75-64 que le dio su deseada corona en la NCAA como el premio al mejor jugador del Final Four.
Aquel fue el primero de los tres títulos que Magic obtuvo frente a Larry. Luego repitió en 1985 y 1987 con los festejos de los Lakers. Bird ganó el cruce restante, en 1984.