En la actualidad hubo muchos jugadores que han terminado temporadas promediando más de diez rebotes. Cada vez más son los que tienen la habilidad de hasta promediar doble-doble en la fase regular, debido a la capacidad para finalizar en doble dígito en puntos y tableros.
Pero había un basquetbolista que era capaz de destacarse en ese rubro durante las décadas de 1960 y 1970. Ese era Jerry Lucas, quien culminó su carrera con uno de los mejores registros de todos los tiempos. Concluyó con una media de 15,6 tableros por partido, la cuarta mejor marca en la historia de la competencia. Solamente terminó por debajo de Wilt Chamberlain, Bill Russell y Bob Pettit.
Jerry Ray Lucas nació el 30 de marzo de 1940 en Middletown, Ohio. Sus inicios en el deporte fueron en Middletown High School. A los 15 años, ya había pegado un estirón a 2,04 metros de altura. Por ende, comenzó a consolidarse desde la secundaria como un pilar ofensivo, tanto a la hora de las anotaciones como en el momento de la lucha rebotera. Así, llevó a su equipo hacia dos campeonatos estatales en 1956 y 1957.
Además, el elenco mantuvo una racha inolvidable de 76 victorias consecutivas que concluyó en las semifinales del torneo estatal en 1958, cuando perdieron en semifinales. No obstante, eso no lo detuvo de recibir el premio al Mejor Jugador del Año en Ohio en 1957 y 1958. Esto le permitió dar un paso hacia adelante, ya que pudo pasar a la universidad ni bien finalizó su etapa en el nivel secundario.
Desde 1958, comenzó una travesura de cuatro temporadas en Ohio State University. En su segunda campaña, arrrancó a compartir plantel con John Havlicek, quien después se convertiría en un emblema de Boston Celtics. Juntos lograron tres clasificaciones seguidas a la gran final del Torneo de la NCAA, entre 1960 y 1962. En la primera ocasión, levantaron la copa tras superar a California por 75 a 55. Sin embargo, Cincinatti les arrebató la gloria en las últimos dos competiciones.
De todos modos, Jerry Lucas ratificó su extraordinario rendimiento durante su era en la universidad. De hecho, recibió el premio al Jugador Más Impresionante de la NCAA en el Final Four de 1960. Su destino estaba más que claro, ya que su seguridad en la carga de los rebotes y su talento para generar goleo lo transformaban en un jugador excepcional.
SUS INICIOS EN EL PROFESIONALISMO
La llegada a la NBA tuvo que esperar. Había sido elegido en el Draft por Cincinatti Royals, porque la franquicia hizo uso de los derechos territoriales para quedarse con los servicios del ala-pivote. Sin embargo, Jerry Lucas no estaba tan convencido en ese momento de jugar en la mejor liga del mundo y arregló su arribo a Cleveland Pipers, un equipo de la American Basketball League.
Su participación en este último campeón demoró su debut en la NBA. Incluso, se perdió toda la temporada 1962-63 con el fin de arreglar estos inconvenientes contractuales. La novela terminó para la 1963-64, y a partir de ahí empezó un camino memorable con el equipo de su ciudad natal. Asimismo, estuvo al lado de otro ícono de la liga, Oscar Robertson.
Desde su primer certamen, Mr. Memory dejó una gran impresión hacia sus fans al promediar 17,7 puntos y 17,4 rebotes por compromiso. Además, terminó esa fase regular con el mejor porcentaje de la competencia en tiros de campo, con un 52.7%. Y el 29 de febrero de 1964, logró ser el único ala-pivote hasta la actualidad en capturar 40 tableros en un mismo encuentro. Así, fue seleccionado como el Mejor Novato del Año y tuvo la primera de sus seis convocatorias en fila al Juego de las Estrellas.
Por otro lado, ayudó a Cincinatti Royals a cosechar el mejor récord de fase regular hasta ese momento, con 55 triunfos en 80 enfrentamientos. En los Playoffs derrotaron a Phildelphia 76ers por 3 a 2, pero cayeron en las Finales de la División del Este ante Boston Celtics por 4 a 1.
En la 1964-65, Luke se transformó en el tercer jugador de todos los tiempos en superar la media de 20 tantos y 20 rebotes en una fase regular. Dr. Memory registró 21,4 y 20 por aparición en la etapa regular, lo que le sirvió para su primera inclusión al Mejor Quinteto del torneo. A su vez, se adjudicó el trofeo al MVP del All Star Game 1965 tras guiar al Este hacia el triunfo anotando 25 y capturando diez. En tanto, los Royals avanzaron a la postemporada con un récord de 48-32, pero perdieron en la primera ronda con Philadelphia 76ers por 3 a 1.
Jerry Lucas volvió a registrar 20 y 20 en la 1965-66. Es que culminó la fase regular con 21,5 puntos y 21,1 tableros por juego. Así, recibió la tercera llamada al hilo para el Juego de las Estrellas y la segunda inclusión consecutiva al Mejor Quinteto del certamen.
Sin embargo, los resultados colectivos no podían ir de la mano de sus sobresalientes actuaciones. Cincinatti llegó a la postemporada de 1966 con una marca de 45-35, pero fue eliminado por Boston Celtics en la primera ronda por 3 a 2. Todo esto a pesar de que promedió 21,4 tantos y 20,2 rebotes a lo largo de los cinco duelos de la serie.
En la 1966-67, disputó sus últimos Playoffs con los Cincinatti Royals, pese a que el conjunto tuvo un registro negativo en la fase regular (39-42). Lucas tuvo su inclusión en el Segundo Mejor Quinteto del Año después de encestar 17,8 unidades y 19,1 rebotes por compromiso. De todos modos, Philadelphia los volvió a dejar afuera en la primera ronda por 3 a 1.
Y en la 1967-68, los Royals se perdieron la postemporada después de seis apariciones seguidas. No alcanzó el notable desempeño de Jerry a lo largo de la etapa regular, lo cual le permitió volver a estar en el Mejor Quinteto. Su registro fue de 21,5 puntos y 19 tableros, con un 51.9% de efectividad en lanzamientos. A su vez, tuvo la quinta de sus seis participaciones al hilo en el All Star Game. Esa racha concluiría después de la campaña 1968-69, cuando fue convocado por sexta vez en su carrera. El conjunto de Ohio tampoco ingresó a los Playoffs en esa campaña.
UN CAMBIO DE AIRE
Jerry Lucas no dudó en mostrar su disconformidad ante la falta de grandes hazañas en Cincinatti Royals. “Todos esos años fueron frustrantes. Pensé, por un largo tiempo, que no iba a haber manera de estar en un equipo que saliera campeón”, manifestó. Sus palabras tuvieron consecuencias inmediatas, porque fue traspasado a mitad de la temporada 1969-70 a San Francisco Warriors. Bob Cousy tomó las riendas de Cincinatti, y le dio vía libre a Mr. Memory para que arrancara una nueva etapa de su carrera.
Sus inicios no fueron los ideales porque una fractura en la mano derecha lo dejó afuera durante una parte de esa campaña. Pero las ilusiones se renovaron en la 1970-71, ya que registró 19,2 puntos y 15,8 rebotes por encuentro. De esta manera, Luke retornó por última vez como jugador al All Star Game, alcanzando así las siete apariciones en el evento.
Además, San Francisco avanzó a los Playoffs con una marca de 41 victorias y 41 derrotas. No obstante, los Milwaukee Bucks de Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson, su ex-compañero, se impusieron en la serie de primera ronda por 4 a 1. Esta fue la única participación de Dr. Memory con el equipo en dicha instancia.
Antes de la 1971-72, Jerry Lucas volvió a ser traspasado. Esta vez fue enviado a New York Knicks, donde disputó las últimas tres temporadas de su carrera. Las constantes lesiones en ambas rodillas dejaron en claro que estaba transitando una etapa distinta. Arrancó ese torneo siendo suplente, pero terminó siendo el pivote titular a raíz de la baja sensible de Willis Reed.
Esa fue una gran oportunidad para que Dr. Memory demostrara que todavía le quedaban cartuchos para gastar. “Estoy disfrutando ahora, más que en los últimos diez años, inclusive en la univesidad. Siempre sentí que los Knicks jugabanel juego de la manera que debía ser. Disfruto jugar de pivote, más que de ala-pivote”, contó el oriundo de Middletown, Ohio. También, su compañero Dave DeBusschere manifestó: “Consigue los rebotes importantes, realiza jugadas claves en defensa, y cachetea el balón cuando necesitás la conversión”.
Con una media de 16,7 unidades, 13,1 tableros y 4,1 pases gol, ayudó a que el conjunto neoyorquino cosechara un récord de 48-34 en la fase regular. Y luego, acompañó a que el elenco de Red Holzman superara a Baltimore Bullets por 4 a 2 y a Boston Celtics por 4 a 1, con el fin de lograr el título de Conferencia. No obstante, Los Ángeles Lakers los derrotó en las Finales por 4 a 1.
En la 1972-73, Jerry regresó a la segunda unidad tras el retorno de Willis Reed, pero llegó el momento de la revancha. New York mejoró su registro de fase regular a 57-25, el segundo mejor de la región. En la postemporada repitió los triunfos sobre Baltimore Bullets y Boston Celtics para volver a clasificarse a las Finales. Y en esta ocasión, se tomaron revancha ante Los Ángeles Lakers para imponerse en la serie por 4 a 1. Con este resultado, el formado en Ohio State tuvo la chance de levantar el tan ansiado trofeo Larry O’Brien.
La temporada 1973-74 fue la última de Jerry Lucas como jugador. Los problemas físicos comenzaron a sentirse cada vez más, lo que llevó al jugador a tomar la decisión con dos años restantes de contrato. Luke colgó las zapatillas después de la caída de los Knicks en las Finales del Este ante Boston Celtics por 4 a 1.
UN LOGRO MEMORABLE
En 1979, Jerry Lucas recibió el privilegio tan soñado de ingresar al Salón de la Fama. Ese fue uno de sus dos momentos más inolvidables tras el retiro. El otro surgió el martes 19 de octubre de 2021, en el marco del aniversario 75 de la creación de la mejor liga del mundo. La NBA lo incluyó al interno dentro de los 75 mejores jugadores de todos los tiempos.
Selected to the NBA’s 75th Anniversary Team… Jerry Lucas! #NBA75 pic.twitter.com/sCMwoRABBa
— NBA (@NBA) October 19, 2021
El oriundo de Middletown, Ohio, tiene todos los argumentos a favor para ocupar esa legendaria lista. En once años de carrera, se consagró campeón en 1973, participó siete veces del All Star Game (1964 a 1969 y 1971, MVP en 1965), integró el Mejor Quinteto del torneo en tres ocasiones (1965, 1966 y 1968), estuvo dos veces en el Segundo Mejor Quinteto (1964 y 1967), integró el Mejor Quinteto de Novatos y fue el Mejor Rookie del Año en 1964.