El viernes 13 de enero del 2023 ingresó a la historia al registrarse el partido más visto de la historia de la NBA. Un total de 68.323 personas dijeron presente en el Alamodome de San Antonio para registrar la mayor cantidad de espectadores en la competencia. El dueño de casa recibió a un Golden State Warriors que le dio un tono agridulce a la fiesta: venció por 144-113 a domicilio.
🚨 WE BROKE THE NBA ATTENDANCE RECORD!!! 🚨
68,323 fans in the @Alamodome tonight!!! History 🥳👏 pic.twitter.com/7ZgRxWFUsZ
— San Antonio Spurs (@spurs) January 14, 2023
El duelo registró la mayor cantidad de espectadores en la historia de la NBA, quitándole el récord (62.046) al duelo entre Atlanta Hawks y Chicago Bulls en 1998. Aquel duelo disputado en el Georgia Dome de Atlanta contó con estrellas como Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman, Dikembe Mutombo y Christian Laettner. El Top 5 lo completan Pistons vs Celtics en 1988 (61.993); Pistons vs 76ers en 1987 (52.745); y Timberwolves vs Nuggets en 1990 (49.551).
El Alamodome fue el estadio de los Spurs entre 1993 y 2005, período en el cual la franquicia ganó sus primeros tres anillos (1999, 2003 y 2005). Tiene la capacidad de recibir hasta 77.000 personas haciendo las correctas expansiones a su Stadium Stage. Hasta este duelo del 2023, el encuentro de básquetbol (como deportivo) mayor visto en el estadio había sido el Final Four de la NCAA 2018, con un total de 68.257 personas de testigo en los duelos entre Loyola-Chiacago vs Michigan y Kansas vs Villanova.
No obstante, el récord de la mayor cantidad de personas presentes en el Alamodome le corresponde a un recital de George Strait en 2013. El histórico cantante como compositor de música country se presentó ante una audiencia que alcanzó las 77.000 personas presentes. En 2010 recibió el premio de Billboard al «Mejor artista de la música country de los últimos 25 años».
EL PARTIDO MÁS VISTO DE LA NBA
Si bien la expectativa por un hecho histórico llamaba la atención, una vez que el partido empezó, se notó las claras diferencias entre un elenco y otro. Mientras el dueño de casa atraviesa el momento más crudo de su reconstrucción, en frente estuvo un último campeón con todos sus jugadores sanos como motivados por la presentación. En definitiva, Golden State dominó de principio a fin para el 144-113.
La visita llegó a tomar una ventaja máxima de 39 puntos a partir de su juego descentralizado, con pases rápidos para encontrar a sus mejores anotadores como también las mejores posiciones de tiro. Acumuló 33 asistencias para sus 55 conversiones de campo, 18 de ellas provenientes desde tiros de tres puntos. El combinado dirigido por Steve Kerr mantuvo una efectividad de 54,4% a la hora del lanzamiento y tuvo a ocho de sus diez jugadores en doble dígito. Jordan Poole (25 puntos, tres rebotes y seis asistencias) lideró la estadística, aunque también es conveniente remarcar que ningún jugador titular superó los 28 minutos en cancha.
Stephen Curry acertó 6 de sus 12 lanzamientos para 15 tantos, mientras que Klay Thompson falló en tan sólo tres de sus diez intentos para cosechar 16. Kevon Looney apenas desperdició una de sus siete oportunidades y registró un doble-doble con 14 unidades y 10 rebotes. Donte DiVincenzo se mostró fino y encajó cuatro triples para ser el más destacado en el rubro, vía por la cual llegaron 12 de sus 22 puntos.
El dueño de casa tuvo poco para rescatar dentro del parqué. Tre Jones (21) volvió a demostrar que es una de las piezas sobre las cuales puede pensar su futuro. Un futuro que quizás los vuelva a encontrar en el Alamodome.
