Los Angeles Lakers venía de sufrir un golpe bajo en las Finales de 1984, debido a que cayó ante Boston Celtics. Por ende, el elenco de Pat Riley afrontó la temporada 1984-85 con el fin de redimirse del año anterior y volver a levantar un trofeo Larry O’Brien. Y más, con el eterno rival como el campeón defensor.
El DT Pat Riley comentó, antes de iniciar la campaña: “Esas heridas de junio pasado permanecieron abiertas todo el verano. Ahora la miseria ha disminuido, pero nunca deja tu mente por completo. Magic (Johnson) es muy sensible a lo que la gente piensa de él, y en su propia mente creo que escuchó esas preguntas una y otra vez hasta el punto en que comenzó a racionalizar y decir: “Tal vez tengo que concentrarme más”. Creo que toda la experiencia lo ha hecho crecer en muchos sentidos”.
El equipo mantuvo la base con el objetivo de seguir dándole protagonismo a la era del “Showtime”. Y ese plantel lideró a los de Hollywood hacia el primer puesto del Oeste con un récord de 62 partidos ganados y 20 perdidos. Magic Johnson integró el Mejor Quinteto del Año porque promedió 18,3 puntos, 6,2 rebotes, 12,3 asistencias y 1,5 recuperos por encuentro. También, Michael Cooper estuvo incluido dentro del Mejor Quinteto Defensivo, ya que tuvo una media de 1,1 robos por compromiso.
Por otro lado, Boston Celtics cosechó el mejor registro de la fase regular, tras ubicarse en el primer lugar del Este con una marca de 63 triunfos y 19 derrotas. Asimismo, Larry Bird recibió por segunda vez seguida el premio al MVP de la temporada, luego de promediar 28,7 unidades (42.7% de efectividad en triples), 10,5 tableros, 6,6 pases gol, 1,6 robos y 1,2 tapas por juego.
Este fue un primer paso completado, con vistas hacia el reencuentro en las Finales de la NBA. Los californianos se estaban preparando para tomarse la revancha y poder sacarse la espina de otra caída ante el archienemigo. Hasta ese momento, no le habían podido ganar en ninguno de los cruces en la instancia más importante.
ASEGURANDO EL DOMINIO EN LA REGIÓN
Los Angeles Lakers comenzó los Playoffs barriendo en la primera ronda a Phoenix Suns por 3 a 0. El conjunto angelino ratificó su superioridad ante el equipo liderado por Maurice Lucas, Mike Sanders y Alvan Adams. En la segunda ronda, los de Hollywood se impusieron sobre Portland Trail Blazers por 4 a 1. En el plantel de Oregon se encontraban Kiki Vandeweghe, Clyde Drexler y Mychal Thompson (quien se sumaría más adelante al equipo púrpura y oro).
En las Finales del Oeste, el elenco de Pat Riley derrotó a Denver Nuggets por 4 a 1. El equipo de la era del “Showtime” obtuvo su cuarto título consecutivo de la Conferencia, después de batir al conjunto compuesto por Alex English y Calvin Natt. Así, logró su aparición a las Finales con un registro de 11 victorias y dos derrotas.
Enfrente estaba Boston Celtics, una vez más. Los dirigidos por K.C. Jones se lucieron en la postemporada al eliminar a Cleveland Cavaliers (3-1), Detroit Pistons (4-2) y Philadelphia 76ers (4-1). De esta forma, consiguieron su segundo campeonato del Este en fila, y el tercero en lo que iba de la década de 1980.
Esto generó una nueva película de la gran rivalidad que puso en la cima del mundo a la NBA. La liga se benefició notoriamente de estos cruces tan legendarios como épicos. Y en 1985 no fue la excepción.
SE TERMINÓ LA MALA RACHA
El 27 de mayo, Los Angeles Lakers arrancó las Finales de 1985 con una derrota abultada ante Boston Celtics por 148 a 11, de visitante. Aquel resultado fue considerado como “Memorial Day Massacre”. “Fue uno de esos días en los cuales, si te das vuelta y cerrás los ojos, la pelota va a entrar”, señaló K.C. Jones, el entrenador de los de Massachusetts, sobre el primer encuentro. Kevin McHale (26 puntos, nueve rebotes y tres tapas) y Scott Wedman (26 (4-4 en triples), cinco, dos asistencias y dos robos) estuvieron encendidos en aquel partido.
Sin embargo, llegó la reacción del conjunto angelino. “(Abdul-Jabbar) Hizo un contrato con nosotros de que nunca volvería a suceder, nunca. Ese juego fue una bendición disfrazada. Reforzó la fibra de este equipo. Después de eso, Kareem tenía este aspecto, este aire sobre él”, afirmó el entrenador Pat Riley.
Kareem Abdul-Jabbar se encargó de que los púrpura y oro festejaran en el segundo partido por 109 a 102, en el Boston Garden. El día 30 del mismo mes, el interno brilló en este duelo trascendental con 30 unidades, 17 tableros, ocho pases gol, un recupero y tres bloqueos. De esta forma, los de Hollywood empataron la serie por 1 a 1.
El tercer enfrentamiento se realizó el 2 de junio, en el mítico Forum. James Worthy (29 tantos), Kareem Abdul-Jabbar (26, 14 rebotes, siete asistencias, dos robos y dos tapas) y Magic Johnson (17, nueve, 16 y dos) lideraron a los dueños de casa hacia la victoria por 136 a 111. Con este resultado, pasaron al frente en las Finales por 2 a 1.
Los de K.C. Jones respondieron en el cuarto duelo, que se llevó a cabo el 5 de junio en el mismo escenario. Kevin McHale (28 unidades, 12 tableros, un pase gol y un bloqueo), Dennis Johnson (27, siete, 12, dos y dos recuperos) y Larry Bird (26, 11, cinco, uno y tres) se encargaron de asegurar el triunfo por 107 a 105 y empatar nuevamente la película (2-2).
Sin embargo, el elenco de Pat Riley volvió a tomar ventaja en la serie, el 7 de junio. En el quinto encuentro, Kareem Abdul-Jabbar (36 puntos, siete rebotes, siete asistencias, un robos y tres tapas), James Worthy (33, ocho, una, uno y uno) y Magic Johnson (26, seis, 17 y dos) encabezaron los avances del anfitrión para ganar por 120 a 111 y quedar 3-2 arriba.
En el sexto juego, el 9 de junio, llegó el momento de romper el maleficio. Y Los Angeles Lakers cumplió con su meta tras imponerse por 111 a 100, en el Boston Garden. Así, se sacó la espina que le produjo la derrota del año anterior y se consagró campeón tras vencer a su eterno rival por 4 a 2. Además, quebró la mala racha y logró su primer triunfo en las Finales de la historia ante los Celtics. A su vez, fue la única franquicia de todos los tiempos en levantar el trofeo Larry O’Brien en el emblemático Boston Garden (el equipo se mudó al TD Garden en 1998).
Kareem Abdul-Jabbar guió a Los Angeles Lakers hacia esta épica consagración. Luego de la promesa de redimirse tras la abrupta caída en el primer partido, fue clave en cuatro de los cinco compromisos siguientes. Con un promedio de 25,7 puntos, nueve rebotes, 5,2 asistencias y 1,5 tapas, se transformó en el jugador más viejo de todos los tiempos (38 años de edad en ese momento) en obtener el premio al MVP de las Finales.