El básquet argentino comenzó a vivir un momento histórico a partir de la temporada 2002-03. Es que Emanuel Ginóbili hizo su debut en la mejor liga del mundo, con la camiseta de San Antonio Spurs. Había sido elegido en el puesto 57 del Draft de 1999. Tres años después de haberse desarrollado en tierras europeas, el escolta nacido en Bahía Blanca tomó la decisión de emprender su viaje a la NBA.
El argentino se unió junto con Tim Duncan y Tony Parker, con el fin de dar inicio a la era del Big Three. El interno, oriundo de Islas Vírgenes, ya había conquistado el primer título de su carrera en 1999, luego del triunfo en las Finales sobre New York Knicks. Mientras que el base francés estaba por ingresar al segundo año de su estadía en tierras estadounidenses.
Por otro lado, este certamen significó el último de David Robinson como jugador. Y El Almirante decidió finalizarlo en el equipo donde se desempeñó toda su carrera. Por eso, se combinó el arranque del Big Three con el desenlace de la etapa de las Torres Gemelas. En tanto, el conjunto texano le agregó profundidad al plantel a sumar jugadores veteranos de mucha experiencia, como Kevin Willis, Speedy Claxton y Steve Kerr.
El elenco de Gregg Popovich se potenció con esa larga rotación para realizar una buena fase regular. Es que culminó la fase regular con el mejor récord de la competencia: 60 partidos ganados y 22 perdidos. Además, fue la segunda vez en la historia de la franquicia que el equipo texano alcanzó dicha marca. Por ende, concluyó la primera etapa obteniendo el primer puesto del Oeste.
Emanuel Ginóbili estuvo a la altura de las circunstancias en su campaña como novato. Es más, el escolta bahiense fue galardonado como uno de los integrantes del Segundo Mejor Quinteto de Rookies. Su promedio fue de 7,6 puntos (34.5% de efectividad en triples), 2,3 rebotes, dos asistencias y 1,4 recuperos en 20,7 minutos por encuentro.
Además, Tim Duncan salió seleccionado como el Jugador Más Valioso del torneo, lo cual fue su segundo trofeo de manera consecutiva. La media del interno fue de 23,3 unidades, 12,9 tableros, 3,9 pases gol y 2,9 bloqueos por aparición. Y encima, formó parte del Mejor Quinteto de la competición y del Mejor Quinteto Defensivo. También, Gregg Popovich terminó siendo elegido como el Mejor Entrenador del Año.
DESTRONAR A LOS REYES
San Antonio Spurs empezó la postemporada con un triunfo sólido sobre Phoenix Suns por 4 a 2. Este resultado lo clasificó a las Semifinales del Oeste. Su rival en dicha instancia fue Los Angeles Lakers, que venía de salir tricampeón de la NBA. El conjunto californiano levantó el trofeo Larry O’Brien en tres años consecutivos (2000, 2001 y 2002), de la mano de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal. Por ende, significó un desafío trascendental para el conjunto texano.
Los dirigidos por Gregg Popovich se impusieron en los primeros tres partidos que jugaron de local en la serie. Por su parte, los de Hollywood se adjudicaron los triunfos en los primeros dos compromisos que disputaron en casa. Pero la historia no finalizó de esa forma en el sexto enfrentamiento, en el Staples Center. Los Spurs se llevaron la victoria por 110 a 82 y eliminaron al contrinacante que venía siendo imposible de superar en los Playoffs.
Así, dieron una sorpresa que hizo ruido en cada rincón del mundo. La NBA fue testigo del cierre de la racha legendaria de los Lakers. Entonces, San Antonio asumió el compromiso de continuar con una hazaña memorable. La confianza se agrandó proporcionalmente a raíz del triunfo por 4 a 2 sobre los de Phil Jackson. Y ahora, la meta estaba en volver a subirse al escenario donde estuvieron en 1999.
En las Finales de Conferencia, el equipo salió victorioso del derby texano porque superó a los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki por 4 a 2. De esta forma, conquistó el segundo título de Conferencia de su historia y regresó a las Finales de la NBA.
Del otro lado, llegó New Jersey Nets, con Jason Kidd a la cabeza. En los Playoffs, dejaron en el camino a Milwaukee Bucks (4-2), Boston Celtics y Dallas Mavericks (ambos por 4 a 0). Así, los de Byron Scott tuvieron la oportunidad de redimirse tras la caída en las Finales de 2002 ante Los Angeles Lakers. Tenían sed de revancha.
EL MOMENTO ÚNICO
El 4 de junio de 2003, San Antonio Spurs abrió las Finales de la NBA venciendo a New Jersey Nets por 101 a 89, en SBC Center. Tim Duncan se lució con 32 puntos, 20 rebotes, seis asistencias, tres recuperos y siete tapas. Sin embargo, los oponentes respondieron en el segundo duelo, el 6 de junio. De la mano de Jason Kidd (30 unidades, siete tableros y tres pases gol), se llevaron la victoria de visitante por 87 a 85 y empataron la serie por 1 a 1.
La serie se mudó a New Jersey, con el objetivo de realizarse tres enfrentamientos seguidos de la ciudad. El tercer partido se llevó a cabo el 8 de junio. Ahí, el elenco de Gregg Popovich recuperó la ventaja de la localía con un triunfo por 84 a 79. Tony Parker se destacó con 26 tantos y 4-6 desde el perímetro. Además, Tim Duncan brilló con 21 unidades, 16 tableros, siete asistencias y tres bloqueos. También, Emanuel Ginóbili tuvo un ingreso clave desde la banca porque aportó ocho puntos, dos rebotes, cuatro pases gol, cuatro robos y dos tapas en 27 minutos de acción.
Los Nets volvieron a igualar las Finales en el cuarto juego, realizado el 11 de junio. Kenyon Martin (20 unidades, 13 tableros y tres bloqueos) y Richard Jefferson (18, diez y dos) lideraron las ofensivas en el afán de imponerse por 77 a 76 y ponerse 2 a 2. De todos modos, los Spurs volvieron a festejar en tierras ajenas durante el quinto duelo, el 13 de junio. Con Tim Duncan (29 tantos, 17 rebotes y cuatro tapas) y Manu Ginóbili (12, tres y dos robos) como figura, ganaron por 93 a 83 y quedaron match point (3 a 2).
El sexto partido se llevó adelante el 15 de junio, nuevamente en el SBC Center. San Antonio tuvo la posibilidad de sentenciar la historia, con el público a su favor. Y ni bien regresó a casa, liquidó la serie con un triunfo cómodo por 88 a 77. Tim Duncan estuvo cerca del cuádruple-doble, debido a que brilló con 21 unidades, 20 tableros, diez asistencias y ocho bloqueos. Asimismo, David Robinson (13 puntos, 17 rebotes y dos tapas) y Ginóbili (11, siete y dos recuperos) realizaron aportes fundamentales para sellar el 4 a 2.
Así, San Antonio Spurs levantó el segundo trofeo Larry O’Brien de su historia. Esto significó el cierre ideal para la carrera de David Robinson, uno de los símbolos de la franquicia. Por su parte, Tim Duncan recibió su segundo premio al Jugador Más Valioso de las Finales debido a su actuación dominante a lo largo de la serie, especialmente en el sexto y último partido.
Por otro lado, Emanuel Ginóbili tuvo el estreno perfecto en la mejor liga del mundo. Sus aportes desde la banca lo ayudaron a consolidarse como un pilar del equipo durante más de diez años. Inclusive, se transformó como uno de los exponentes del Big Three, a la par de Tony Parker y Tim Duncan.