Uno de los tiros más importantes de las finales fue anotado por Jerry West en el tercer juego de la definición de 1970. La serie entre Los Ángeles Lakers y New York Knicks estaba igualada 1-1 tras el paso por la Gran Manzana. Aquella noche del 29 de abril de 1970 se dio el primero de los dos asaltos consecutivos en el Forum de Inglewood.
Los Lakers parecían destinados a hacer valer su localía. A partir de una buena defensa que le permitió aprovechar sus armas de contraataque, tomó una ventaja de 56-42 a la hora del entretiempo. Sin embargo, los Knicks arremetieron en el tercer período a través de Dave DeBusschere y Dick Barnett. El perímetro lideró el trabajo en ambos lados de la cancha para achicar la diferencia en el tercero y forjar la igualdad en 96 a falta de dos minutos para finalizar el tiempo regular.
Desde ahí, fue un duelazo entre Barnett y West. Ambos anotaron para los suyos llevando al marcador a una situación de 100-100 con 13 segundos por jugar. La reposición de costado fue para New York, que buscó generar la acción a través de WaltFrazier. El base encontró a DeBusschere sobre la línea de tiros libres, quien se elevó para darle la ventaja (102-100) a la visita con tres segundos en el reloj.
Sin tiempos muertos y con el resultado en contra, sucedió lo que nadie esperaba. Jerry West recibió la reposición de Wilt Chamberlain, evadió a Frazier y lanzó desde su propio campo. La pelota entró limpísima para determinar que el juego debería tener un tiempo suplementario. Una bomba que hizo estallar al Forum con un griterío recordado por todos los presentes. El tiro imposible, un lanzamiento que en otra época le hubiese dado el triunfo al dueño de casa. No obstante, el triple todavía no existía por aquel entonces (integrado en 1979).
REVÉS EN EL SUPLEMENTARIO Y EN LA SERIE
El bombazo de West invitaba a retomar la idea que los Lakers finalmente podrían ganar aquel extraordinario juego ante su gente. Pero esto no fue así: New York se impuso por 111-108. El elenco de Red Holzman encontró una carta letal en Willis Reed, que encabezó el festejo con 38 puntos y 17 rebotes. También hubo dobles-dobles de Frazier (19 tantos y 11 rebotes) y DeBusschere (21 unidades y 15 rebotes).
Aquel fue un triunfo vital para que el equipo de Holzman recupere la ventaja de localía y la haga valer en el resto del cruce. El equipo cayó en sus siguientes dos visitas al Forum, pero venció en las restantes dos oportunidades en la Gran Manzana. El elenco Knickerbocker terminó de imponerse en un recordado séptimo juego durante la noche del 8 de mayo de 1970. Aquella jornada finiquitaría el primero de sus dos títulos en la historia. Debió esperar hasta 1973 para volver a hacerlo, nuevamente frente a los Lakers, que tuvieron su revancha en 1972.